Capítulo 28

Mientras intento memorizar más de una línea del libro de historia noto a mi espalda el calor de una estufa que hace que tenga mis mejillas teñidas de un rosa dándole algo de color a mi piel ahora pálida por el poco sol que hay aquí arriba. Levanto mi mirada y veo como Abby se está recogiendo su cabello porque le estaba molestando, ella me sonríe y vuelve la mirada a su libro. La verdad es que no me centro, sobre todo después de que Tyler me dijese que si quería ir esta noche con él a una fiesta donde uno de sus amigos ponía la música. No me pude negar, no después de que nuestra relación se encontrase pendiente de un hilo. Vuelvo a levantar la cabeza y miro detrás de Abby donde se encuentra un reloj, son todavía las siete y media. Empiezo a mover un poco mi pierna derecha de los nervios, no sabía dónde iba a ir esta tarde y tenía que asumir que no tener a Abby a mi lado me hacía sentir un poco insegura.

- ¿Quieres descansar?- me pregunta ella.

- La verdad es que me vendría bien.

Entonces sin mover las cosas nos levantamos y vamos hasta unos sofás rojos un poco apartados de la multitud que se encontraba bebiendo café. También estoy nerviosa por el hecho de que ahora soy la chica de lucha de Justin, muchas veces cuando me paro a pensar no sé cómo he llegado hasta este punto de no parecer en nada a la chica que solía ser. Tampoco es que haya cambiado mucho, suelo pensarlo en el sentido de que yo antes era una chica con su familia, con un hermano al que quería muchísimo y ahora no tengo nada de eso. Hay veces que extraño la soledad que solía tener en mi pueblo, cuando me iba o bien sola o con mi hermano, a la colina y veía al pueblo de noche, se estaba bien estar sola pero ahora es difícil el momento en el que puedo sentir que respiro con libertad.

- ¿En qué piensas?- me pregunta Abby.

- Creía que había superado ya todo esto, pero es siempre lo mismo, hasta ya me canso en pensar siempre en lo mucho que extraño todo pero es inevitable.

- Eso lo vas a tener siempre contigo y siempre te van a escocer los ojos cuando pienses en él- una tierna sonrisa cubrió su cara-. Es inevitable, pero cuando el tiempo pase y descubrirás otras cosas en las que pensar.

- Tampoco quiero olvidarlo.

- No lo harás…- Abby se mordió el labio inferior-. Hace 12 años que mi madre se fue y no la he olvidado.

- Lo siento, lo siento… No sabía que tu madre…

- No, no- me interrumpió ella-. No ha muerto. Cuando yo tenía cinco años ella se largó de casa, dejándome sola con mi padre. Toda mi vida me he estado preguntando como pudo dejar a una niña de cinco años sola.

- No estabas sola- le dije-, tienes a tu padre.

- En aquellos momentos era como si estuviese sola, mi padre estaba en su mejor momento y apenas estaba por casa, me criaron los sirviente. Hasta que un día cuando yo tenía 7 ó 8 años vino mi padre y con él venían un grupo de varias chicos de mi edad, entre ellos estaba Justin, Eddy, Tamila y Norman, me los trajo como un regalo y no me gustó nada.

No sabía si me había perdido alguna parte de la conversación, porque había algo que no me cuadraba.

- ¿Te los trajo? ¿Cómo?

- Si- ella sonrío, porque la verdad es que sonaba como cuando a una niña chica se le regala un peluche-. Como mi padre sabía que estaba aburrida siempre en casa, porque hasta tenía un profesor particular porque mi padre tenía miedo de que me pasara algo, pues me trajo a un grupo de niños para que jugara con ellos pero claro sus juegos eran entrenar y luchar. Poco a poco pasó lo que mi padre quería, al final acaba haciendo cosas con ellos.

- Lo importante es que lograste salir- dije agarrando su mano por el sofá.

- Cuando tomé la decisión le dije a mi padre, o  dejas que viva mi vida por mi cuenta o me voy como mamá, y bueno, ya sabes que eligió.

- ¿Tú madre se fue por eso?

- No he querido hablar con mi padre sobre eso, pero por lo poco que ser creo que sí. Se metió en un buen lio o su vida estuvo en peligro, no lo sé, pero algo le asustó y huyó. Dejándome ahí, ni pensó en llevarme con ella.

Yo le solté la mano y le abrí los labios para abrazarla, ella sonrió y vino hacia mí. La apretujé en mis brazos y le besé en la cabeza.

- Gracias- dijo ella.

- Gracias a ti por ser sincera.

- Sé lo que es que te mientan y no se lo deseo a nadie.

Me alegro de que nuestra relación no se haya roto aún por las malas decisiones que estoy tomando últimamente, sin Abby me hubiesen comido viva en mi primera semana aquí. Mientras sonrío y la sigo teniendo en mis brazos veo como Eddy viene hacia nosotros y no puede evitar una sonrisa.

- Espero no estar molestando- dice él mientras se pone de cuclillas delante de nosotras.

- No molestas- le digo.

- ¿A quién buscas?- pregunta Abby.

- A ti- dice señalándola con el dedo índice.

- ¿A mí? ¿Por?- pregunta y se aparta de mí para sentarse mejor.

Eddy mira a su alrededor y luego posa su mirada en mi, tras un rato mirándome se encoje de hombros y vuelve a posar su mirada en Abby.

- Mañana es el día.

- ¿Ya?- pregunta ella sorprendida.

- Sí, espero verte allí, es en local de siempre.

- Claro que iré.

- Lo suponía- Eddy sonríe pero la sonrisa desaparece rápidamente.

Yo miro a Abby, es como si hablasen en chico, no me entero de nada. Ella se da cuenta de que la estoy mirando y vuelve a mirar a Eddy como si le hubiesen dado una corriente eléctrica.

- ¿Hayley puede venir?

A Eddy la pregunta le pilló desprevenido y casi se cae al suelo, me mira y luego vuelve a mirarla a ella.

- Sí, supongo… Es decir, no creo que haya ningún problema en que venga- la forma en la que el titubeaba me dio curiosidad de lo que estaban hablando, sobretodo porque aparentemente me acaban de invitar-. Bueno, tengo que ir a organizarlo todo y a decirle a Justin que ella viene… espero que no le importe- lo último lo dijo casi susurrando pero lo escuché.

- Si es una molestia no me importa no ir.

- No, no, no, yo quiero que estés conmigo- dijo Abby.

- No eres una molestia, Hayley- dijo Eddy sonriendo-. Adiós chicas.

Cuando Eddy se fue me giré hacia Abby.

- ¿Qué pasa?

- Es una larga historia.

- Ahora mismo no me va a entrar nada de historia, así que venga, empieza a contar.

- Dese que tengo uso de razón ha estado la cosa de que cuando un amigo cercano de alguno muere se les deja un tiempo de luto y mañana termina.

- ¿Murió un amigo? ¿De quién?- pregunté.

- De Justin, participó en la banda por un tiempo y luego fue asesinado, duró poco.

A oír la palabra asesinado noté como se me ponían los vellos de punta debajo del jersey de lana.

- ¿Y que hacéis mañana?

- Nos reunimos y celebramos su muerte.

- ¿Celebrar? ¿Su muerte?- pregunté alarmada.

- Algo así, celebramos el tiempo que estuvo con nosotros y que todo vuelve a la normalidad- mi cara de interrogante no se iba, así que ella prosiguió-. El grupo de Justin ha estado de luto, y en este tiempo solo tienen permitido defenderse, no pueden atacar.

- ¿Y las veces que Justin pegó a Tyler?

Ella sonrió negando con la cabeza.

- Para lo que llegan a hacer, eso son caricias. Pero no es solo las peleas, no pueden hacer nada ilegal, por lo que apenas hay forma de ganar dinero y últimamente se estaban quedando sin fondos.

- ¿Y qué va a pasar a partir de mañana, Abby?

 Ella apartó la mirada de mí y miró al frente, noté como apretaba la mandíbula y cogía aire. Era como si se estuviese preparando para decirme que se iba a acabar el mundo o algo parecido.

- A partir de mañana verás como es verdad todo sobre lo que te he advertido.

Después de eso dejé de intentar averiguar más, por una parte la sed de saber más me pudo e iba a decirle que me contara todo pero no sabía si quería saberlo así que simplemente me levanté y le dije que volviésemos a los estudios. Después de una hora decidí ir ya a mi cuarto para que me diese tiempo para prepararme para esta noche. No sé qué iba a pasar esta noche y el pensamiento de encontrarme sola con tanta gente desconocida me asustaba, pero tenía que demostrarle que me importaba. Me dio tiempo a ducharme y a pensar un rato que ponerme, acabe poniéndome un vestido negro con lentejuelas doradas en la parte del pecho que me puse en una fiesta de año nuevo. Cuando me quise dar cuenta ya estaban aporreando mi puerta, fui a abrirla mientras me ponía los pendientes. Tyler estaba al otro lado de la puerta, llevaba un pantalón vaquero y una camisa blanca que resaltaba las fracciones de la cara y sus ojos se veían aún más claros.

- Preciosa- dijo nada más verme.

- ¿Seguro? Temía que fuese demasiado- dije mirándome.

- Ponga lo que te pongas siempre vas a destacar, Hayley.

Sonreí tímidamente y le miré, aún con los tacones él me seguía sacando varios centímetros.

- Tú también vas muy guapo.

- Intenté ponerme a tu altura- dijo y al terminar me guiñó un ojo-. ¿Lista?- me preguntó.

- Si.

Como último movimiento cogí la llave de la habitación, que la metí en el bolso, y una chaqueta negra que me puse. Apagué la luz y miré a Tyler mientras cerraba la puerta, él estaba mirando por el pasillo, no había nadie porque todos estaban preparándose para la cena. Cuando se oyó el ruido de la puerta Tyler me miró y me agarró la mano.

- Vamos, que nos esperan abajo.

Bajamos la escalera demasiado rápido para mis tacones pero intenté mantener la postura. Me centraba en su mano agarrando la mía, su gran mano dándome calor, quería saber que sentía al sentir su tacto pero no se asemejaba al cosquilleo que noto cuando Justin agarra mi cuerpo. Me sentía agradecida de que una persona como Tyler me agarrase la mano, me sentía cómoda, pero no es así como debería sentirme, ni mucho menos. Pro también quiero pensar que ese sentimiento vendrá con el tiempo, que no debo forzarlo, que ya lo desearé de esa manera también.

Cuando llegamos a la parte donde llegan los coches había ya tres coches negros con las puertas cerradas y uno más con la puerta trasera abierta. Me sentía como un famoso que van a recogerlo al hotel. Cuando atravesé la puerta para salir y miré a los lados juro que dejé de respirar por unos segundos, Justin se encontraba apoyado a la puerta todo vestido de negro fumándose un cigarro mirando a los coches atentamente. Cuando pasé a su lado, Justin giró su cabeza, me esperaba que se sorprendiera que hiciese algo pero simplemente me miró a los ojos y expulsó el humo que tenía en su boca. Sin decir nada, sin moverse.

Mis pies dejaron de moverse por unos segundos, pero Tyler tiró de mí con más fuerza que antes y tuve que reaccionar a tiempo para no caer de bruces al suelo. Fui hasta el coche que se encontraba todavía abierto pero sentía la mirada de Justin en mi nuca, vigilando cada movimiento que hacía. Me quedé al lado de la ventana y sabiendo de antelación que los cristales estaban tintados lo miré por última vez cuando el coche arrancó, Justin tiró el cigarro y miró el coche en el que estaba para después entrar dentro.

- No dejes que te amargue la noche- me dijo Tyler mientras ponía su mano en mi muslo.

- No, tranquilo, no lo va a conseguir.

Dije en voz alta con una voz muy clara, quizás era para intentar convencerme a mí también de que no dejaría que eso pasase.

- ¿Dónde vamos?- pregunté para pensar en otra cosa.

- A un local que acaban de abrir, tiene dos plantas y como ya te dije, un amigo va a poner la música y nos ha invitado a todo los que queramos. Tiene dos plantas- me miró y vio la cara de asustada que tenía en ese momento porque en dos plantas caben mucha gente. Él sonrió-. Tranquila, no te va a pasar nada, yo voy a estar allí. Te protegeré pase lo que pase.

Tyler apretó su mano y sonreí para tranquilizarle, no tenía por qué salir algo mal.  Hablamos de varias cosas en el camino, de cómo me iban los estudios y le conté que iba por las tardes con Abby a estudiar porque de verdad quería sacar buenas notas y él me dijo que se arrepentía de haber dejado los estudios y que ya era tarde para volver a retomarlos. Lentamente el coche empezó a bajar la velocidad hasta parar, Tyler abrió su puerta rápidamente y salió del coche. Cuando quise abrir la puerta esta se abrió sola y vi a Tyler ofreciéndome su mano, yo la cogí y salí del coche con una sonrisa en la cara. A la primera cara reconocida que vi fue a la chica de cabello pelirrojo del otro día pero que ahora parecía de un castaño cobrizo, creo que se llamaba Kat.

- Hola Hayley, soy Kat, ¿te acuerdas?- dijo acercándose a mí.

- Si, si- dije sonriendo y acepté el abrazo que ella estaba por darme.

 - Si necesitas algo esta noche, búscame.

- De acuerdo

Tyler pasó su brazo por mis hombros y me movió dejándome de espaldas a Kat, me giré como para pedirle disculpas pero ella había agachado su cabeza y se estaba alejando de nosotros.

- No hagas eso, estaba hablando con ella- le dije a Tyler mientras me intentaba separar de él.

- Ya, lo siento, es que hace tanto que no estaba contigo que quiero pasar todo el tiempo a tu lado.

 Dejé  de resistirme y me quedé bajo sus brazos. Tyler empezó a andar hasta la puerta que por la derecha se ubicaba la fila para entrar y a cada lado de la puerta había dos hombres vestidos de negro dejando pasar a las personas. Hasta que no me acerqué lo suficiente lo vi lo enormes que eran esos hombres, hasta me impresionaban. Tyler me soltó por unos segundos y fue hacia uno de ellos que no estaba pendiente de la cola, se acercó a su oído para hablarle ya que incluso aquí fura se podía escuchar la música. El hombre acabó chocándole la mano a Tyler y abrazándolo, después miró detrás de él mientras abría el cordel por donde estaba él y nos indicaba que entrásemos. Yo avancé y me quedé al lado de Tyler, por un segundo me quedé embobada mirando al hombre, viendo como la manga de la camiseta le apretaba el brazo que casi le cortaba la circulación.  Tyler me cogió de nuevo por los hombros y me empujó para que reaccionara y avanzara.

- ¿Te gustan así de cachas?- me preguntó riéndose.

- No, no- me reí-. Es solo que me impresiona.

- Muchos de mis amigos son así, estoy bien protegido si llegan a tocarme.

- Ya lo veo.

Mientras avanzábamos paramos en una ventanilla donde dimos nuestros bolsos y nuestras chaqueta, desde ahí se veía la gran sala, lo primero que destacaban eran las luces de varios colores moviéndose por el techo pero predominaba el azul, luego era una barandilla que había varios metros por delante mía y personas apoyadas en ella. Nos acercamos a la barandilla de color plata y si te asomabas podías ver la pista de baile en la planta de abajo, y en una esquina la mesa del que supongo sería el amigo de Tyler. Todas las personas estaban bailando al son de la música que ya estaba lo suficientemente fuerte como para que me resultase difícil escuchar mis pensamientos. Me giré a Tyler y le sonreí, me gustaba sentir la música tan fuerte, hay personas que la prefieren alta cuando están motivadas y baja cuando esta triste, pero yo no, cuanto más alta mejor.

- ¿Qué pasa?- dijo en mi oído cuando vio mi sonrisa.

- Gracias por traerme.

- Gracias a ti por haber venido.

Tyler besó en mi mejilla y yo sonreí, acto seguido giré un poco más mi cabeza y le di un pequeño beso, él bajó sus manos hasta acabar en mis caderas y me apretó más a él. Sus besos me ponían la piel de gallina por lo delicados que eran, sin prisa, con delicadeza y con una sonrisa entremedio. Me separé apoyando una mano en su abdomen cuando noté unos golpes en mi espalda, cuando me giré vi a Kat haciendo señales con la mano para que la siguiésemos, y eso hicimos. Llegamos a una zona que estaba repleta de mesas de cristal con sillones rojos, todos nos movimos hasta una que estaba vacía con un cartelito que ponía reservado. Nos sentamos y quedé entre Tyler y Kat, nada más que nos sentamos un hombre apareció con dos cubos y en cada uno dos botellas de alcohol. Un chico del que no me acuerdo el nombre abrió las botellas y echó en las copas.

- ¿Estas cómoda?- me dijo Tyler, yo afirmé con la cabeza-. Sé que hubieses querido que viniese Abby pero no estaría muy bien… Además, quiero que conozcas a mis amigos y te hagas amiga de ellos seguro que te acaban cayendo bien.

- Me hubiese gustado pero lo entiendo- dije encogiéndome de hombros-, además con ella estoy siempre y a ti te veo pocas veces.

- ¿Pero con ella no sales de fiesta?- me preguntó y cogió su copa de la mesa, yo le imité.

- Si, bueno, he salido una vez o dos, no me acuerdo exactamente.

- ¿Y vais a salir uno de estos días? Os lo merecéis, pasáis la tarde estudiando- dijo giñando un ojos y chocó su copa con la mía, después de beber un trago supe que era champagne cerré los ojos por el amargo sabor.

- Si, si, mañana me han invitado a una…- me quedé pensando la palabra exacta para decirlo, pero no sabía-, una fiesta un tanto extraña.

Él sonrió y se puso más cómodo en el sofá.

- ¿Rara?

- Si, es como un recordatorio a una persona, no sé es raro… Yo cuando murió mi hermano lloré, no monté una fiesta… Vale que mi hermano hubiese querido que estemos felices, pero no para tanto.

- Como cualquier persona normal- dijo Tyler-. Pero bueno, sus amigos no son muy normales que digamos. ¿Así que mañana no te voy a ver?

- No sé la hora todavía, pero supongo que después de las siete no me vas a ver- dije y le di un pequeño beso-. Así que aprovecha.

- Todavía queda noche, pequeña. ¿Y dónde es la fiesta?- dijo mientras yo bebía de mi copa, quizás en el cuarto trago ya se me dormiría la lengua y no sentiría más, o eso esperaba.

- No sé, creo que en un local.

- Ah, bueno, si necesitas que te saque de ahí simplemente tienes que avisar.

- Tranquilo, sé majar a esos.

Él sonrió y bebió lo que quedaba de su copa de un tirón mientras se levantaba.

- Al que no vas a poder controlar es a mi en la pista de baile- dijo Tyler y me agarró de mi mano libre para levantarme.

Procuré no tirar la copa y cuando estaba de pie le di dos buches más y la dejé, no podía acabarla. Dejé que Tyler me guiara hasta la pista y cuando me giré vi como Kat con su hermano y otra chica nos estaban siguiendo. Fuimos hasta unas escaleras que Tyler me ayudó a abajar y cuando estuvimos abajo lo primero que hicieron unas chicas fue ponernos unas pulseras en las cuales la palabra VIP estaba escrita y nos pusieron unos chupitos en la otra mano. Los bebimos y seguimos para adelante. Tyler me llevó hasta su amigo para presentarme, fue simpático pero no pudo hablar mucho porque estaba trabajando, dijo que luego ya nos buscaría. Fuimos hasta el medio de la pista y Tyler tiró de mi brazo para que me acercara a su cuerpo y empezásemos a bailar.

El tiempo pasó muy rápido, perdí la cuenta de las veces que Tyler me había besado y todo el mundo empezaba a verse muy borroso, todo esto fue gracias a esas chicas que pasaban por la multitud dando chupitos gratis a todo el mundo que tuviese nuestra pulsera. Lo peor era que el líquido empezaba sabiendo dulce y después explotaba, dejándote mareada por unos segundos que luego pasaba a un subidón de energía. Bailé con Tyler y con Kat, creo que también con su hermano y con la otra chica pero siempre acababa en los brazos de Tyler.

- Pequeña, te voy a dejar unos segundos sola porque necesito ir al baño.

- De acuerdo- dije sonriendo, pero sin ser consciente de ello.

Kat tiró de mis brazos y me acercó a ella mientras Tyler se alejaba.

- No bebas más- me dijo.

-  Pero si son gratis- dije riendo como una tonta, no había bebido tanto en mucho tiempo.

- Hayley, por favor.

- Vale, vale, ya está- dije soltándome de ella pero sentí como si no apoyara mis pies y me iba a caer, pero no pasó gracias a los brazos de alguien que me sostuvo-. Gracias.

- No hay de que guapa.

Cuando las luces lo alumbraban pude ver que era de piel tostada y de ojos y cabello castaño, algo más alto que yo. Yo le sonreí por el cumplido y volví a darme la vuelta para bailar con Kat, pero el chico me agarró por la cintura y puso su boca en mi oreja.

- Soy Álvaro- dijo-, encantado.

- Yo Hayley y más te vale dejarme sola.

- ¿Por qué? Yo quiero bailar contigo, igual que hiciste con el chico de antes.

Puse mis manos en sus brazos y con toda mi fuerza intenté apartalo, lo conseguí a duras penas y me giré para mirarlo.

- La próxima vez que me toques te quedas sin manos- dije mirándole a los ojos-. ¿Te enteras?

El chaval miró a mi derecha y antes de que yo pudiese reaccionar, porque tenía un poco lo reflejos lentos, él se lanzó a mis labios y me besó mientras me agarraba por la espalda. Yo cerré mis labios fuertemente y me intenté separar, lo siguiente que sentí fue como él se separaba de mi y me llevaba con él pero sus manos desaparecieron y yo me tambaleé hacia atrás pero Kat me agarró. Mi visión estaba un poco nublosa por tanto movimiento pero solo vi como un chico estaba cogiendo al tal Álvaro y le estaba pegando un puñetazo.

- ¿Justin?- susurré mientras intentaba centrarme en la persona.

- Es Tyler, Hayley… Tyler- me dijo Kat en mi oído.

En ese momento me avergoncé de haber dicho su nombre y que ella me hubiese escuchado, pero ella simplemente me agarró más fuerte. Cuando me fijé en el chico ya vi que era Tyler y un hombre vestido de negro lo estaba sujetando, a nuestro alrededor se había hecho un pequeño corro de personas.

- Todos fueras- dijo el hombre que agarraba a Tyler, él se movió bruscamente y se quitó del agarre del hombre, había salido sin ninguna herida de la pelea.

Tyler pasó por mi lado agarrándome de la mano y tiró de mi hacia las escaleras. Subí intentando no tropezar pero Tyler me tuvo que ayudar.

- No quería que te metieses en una pelea- dije.

- No me importa pelear por ti, Hayley… Es lo mínimo que haría pero tú tienes que controlarte, no puedes dejar que cualquier chico te toque. No siempre voy a estar ahí para protegerte.

- Lo sé, yo no soy así, he bebido mucho- dije llevándome la mano a la cabeza-. Lo siento, no volverá a pasar.

- Confío en ti- dijo cuando ya estábamos en la entrada-. Ve con Kat, que yo voy a despedirme y nos vemos fuera.

- De acuerdo.

Tyler se fue y yo iba a avanzar pero me acordé de mi chaqueta y mi bolso y di media vuelta hacia la ventana donde los había dejado. Andaba mirando al suelo para estar pendiente de donde pisaba, además la música provocaba que perdiese el control aún más. Me sentía muy mal por Tyler, siempre tiene que verme en mi peor momento, como cuando Justin me obligó a besarme… Yo no soy así, no dejó que todos los chicos me toquen, ni mucho menos. Le pedí a la mujer mi bolso y mi chaqueta y mientras lo buscaba me apoyé en la pared mirando al frente, viendo como todas las personas andaban de un lado para el otro. Cuando me fijé por varios segundo creía distinguir a Tyler y a Álvaro hablando, lo primero pensé es que Tyler lo iba a matar y cuando iba a avanzar hacia la imagen borrosa para detenerlos vi como Tyler sacaba algo del bolsillo y se lo ponía en la mano de otro y después se daban un abrazo. Di varios pasos hacia atrás, hasta apoyarme en la pared de nuevo sin estar muy segura de lo que había visto, cuando pestañé y volví a mirar, allí ya no había nadie.

- ¿Chica?- preguntó la mujer del guarda ropa.

Yo me giré para aparecer y con una sonrisa le cogí mis cosas y salí de ahí. Todo se estaba viniendo encima de mí, el creer haber visto a Tyler pagando a Álvaro, el que nadie me hubiese defendido cuando Álvaro me estaba agarrando y que Tyler me hubiese tenido que volver a verme besándome con otro tío aunque yo no participarse. También se me vino encima el que hubiese dicho el nombre de Justin, porque solo de él me esperaba que me defendiese, y que Abby no estuviese allí para sonreírme con los ojos no solo con la boca. Abrí la puerta de cristal que estaba cerrada con las lágrimas al borde de los ojos, Kat fue la primera que me vio y me abrazó.

- No dejes que te vean llorar, Hayley- me susurró-. Inténtalo, sé que es difícil, pero no te beneficia nada que ellos te vean débil.

- Ya me importa una mierda todo- dije tapándome los ojos.

- Hayley, escúchame yo puedo intentar ayudarte pero tienes que poner de tu parte.

Yo me aparté de ella porque me sentía incomoda, ¿qué quería decir?

- ¿Qué?- pregunté.

- Ten cuidado.

Ella me miró a mí y después miró detrás de mí, yo me giré para ver de quien habla y vi como Tyler acaba de salir por la puerta y estaba sonriendo. Él me estaba buscando con la mirada y abrió sus brazos cuando nuestros ojos se cruzaron. Fui lentamente hacia él y cuando apoyé mi cabeza en su pecho los ojos volvieron a llenarse de lágrimas. El camino de vuelta a casa fue el más lento y costoso, yo simplemente me apoyé en Tyler y no hablé, quizás era por el olor a un perfume de mujer o por la marca de pintalabios en su cuello que no era mi color, quizás fue el conjunto de todo el que hizo que yo quisiera olvidar esta noche cuando me despertase.

Tyler me dejó en el principio de las escaleras de mi habitación que yo lentamente subí ya con los tacones en mi mano. Fui a abrir mi cuarto cuando vi una nota en el suelo, me agaché para cogerla y mientras abría la puerta leí.

“Espero que no te lo hayas pasado muy mal esta noche, bailarina.”

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HOLA DE NUEVO A TODOS. No sé que puedo decir, simplemente que este descanso me ha sentado genial, que ha sido uno de los mejores veranos que he tenido en mucho tiempo y que gracias por aguantar y por volver a leerme, gracias por esperarme. No sé que fue lo que me pasó, quizás fue el agobio, ver que no daba lo mejor de mi... No sé, no sé lo que fue pero vengo con muchas ganas de continuar esta historia y como veis CON NUEVO DISEÑO, me gustaría que me dijeses que os parece porque a mi me parece muy practico, las imágenes que se mueven irán cambiando cuando vea que hay algo que os interesa por ejemplo: horario de subida, fecha de maratón.... Todavía no sé nada de eso, pero lo habrá. Uno de mi deseos para este nuevo "curso" es ser más serie con lo que prometo pero me va a costar, como veis en los apartados del principio de la página tengo nuevos planes y uno en el que podrías participar. Bueno, no hablo más, solo que quizás este capítulo no ha sido una buena recompensa con este tiempo (tenía pensado subir dos hoy, pero ya me conocéis) pero el próximo sé que será más de vuestro gusto.

LOS COMENTARIOS SON BIEN RECIBIDOS <3

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