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Capítulo 29


Me encanta despertarme cuando mi cuerpo cree conveniente. Aunque siento la cabeza pesada y todo mi cuerpo dolorido he dormido como una niña pequeña, puedo notar la sabana tapando mi cuerpo o al menos parte de él porque noto el frio de la mañana en mi piel al descubierto. Mientras intento recordar lo que pasó ayer me muevo por debajo de las sabanas sin abrir los ojos para disfrutar del calor. Solo recuerdo como salí de aquí y Justin estaba fuera, recuerdo su mirada y todavía pone mis vellos de punta, sé que llegamos allí y al principio nos sentamos y luego fui con Tyler a bailar… Sé que bailé mucho porque me duele los gemelos, y de lo que estoy segura es que bebí todavía más porque después de cierto tiempo ya no recuerdo nada más, hasta cuando salimos y me recuerdo acostada sobre Tyler y él me abrazaba. Una sonrisa cubre mi cara pero a la vez me siento mal por sonreír, hay algo que debería recordar y no puedo.

- Te veo medio culo, bailarina.

Agarro las sabanas y me tapo al completo, mientras me siento sobre la cama veo como Justin está sentado en mi silla de estudio.

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?
- Las puertas no son un impedimento para mí.
- ¿Me puedes pasar la camiseta que hay en la silla?- Justin se gira y coge una camiseta que hay en el respaldo- Si, esa.
- Te reto a que vengas tu a por ella- dice guiñando un ojo.

Agarro la sabana fuertemente y cojo aire antes de levantarme e ir a por la camiseta.

- Ah, pero estas en ropa interior- dice cuando le arranco la camiseta de la mano-. Entonces eso es un tanga- gira se cabeza para ver mi culo antes de que me lo tape con la camiseta-. No me esperaba que tú usases de esos.
- No creo que hayas venido a hablar de mi ropa interior- digo mientras me hago una coleta con mi cabello de recién despertada-. Aunque de ti me esperaría cualquier cosa.

Cuando termino de hacerme la coleta noto como las manos de Justin van a mi cintura y tiran de mí hasta que acabo sentada en sus piernas, me intento levantar pero él no me deja.

- Me han dicho que te vas a colar en mi fiesta- dice cerca de mi oído.
- Me han invitado.
- ¿Abby? Lo hace porque no te quiere dejar sola, por ella incluso se ducharía contigo. No quiere que te acerques a los chicos malos- sus labios están tan cerca que rozan mi oreja-. Que pesadilla, ¿no?
- Gilipollas, es una buena amiga, no como otros.

Me apoyo en sus piernas y consigo levantarme, voy hasta la cama y me siento allí.

- ¿Yo? Yo no soy tu amiga, yo soy tu amigo con derecho a roce.
- Tú no eres ni un compañero.
- Soy tu amante- dice acercándose a mí en su silla.
- Vete a la mierda.

Justin llega hasta la cama y pone sus manos a cada lado de mis piernas y mientras se levanta se va acercando a mí. Coloca su cabeza en mi cuello y noto su respiración, yo tenía miedo de que él sintiese como mi corazón latía tan fuerte que casi se sale de mi pecho. Doblo mi cara y me aparto de él, Justin acaba sentado en la cama mirándome cara a cara.

- Pégate- le digo.
- ¿Qué?- dice extrañado.
- Que te reto que te pegues en la cara.
- ¿Qué reto es ese?- dice conteniendo la risa.
- Hazlo- digo firme.

Justin se llevó la mano abierto a la cara y se pegó en la mejilla, había sido fuerte, se notaba porque tenía la marca roja de su mano pero él ni se inmutó. Una pequeña sonrisa cubrió mi cara.

- Otra- dije.

Él volvió a hacer lo mismo, la marca se quedó esta vez más roja. Mordí mi labio inferior al ver que Justin ni parpadeaba ni se le ponían los ojos llorosos. Me gustaría saber cuánto habrá sufrido para que esto no sea nada para él, me entraron ganas de llorar por el simple hecho de pensar en eso. Justin no me daba pena, ni mucho menos, pero no soportaba saber que una persona había sufrido tanto. Él me miraba a los ojos esperando una respuesta, algo, pero yo no era capaz de hacer nada simplemente fui hacia él y apoyándome en sus hombros le besé en la mejilla.

- Lo siento, lo siento- le susurré en la mejilla sin apartarme.

Justin me apartó delicadamente y se levantó de la cama.

- Vístete que vamos a llegar tarde a un sitio.
- Yo contigo no voy a ningún lado.
- Es parte de tu entrenamiento- dijo mientras iba hacia mi armario.
- Que no, además ¿qué día es hoy?- cuando miré el calendario me levanté de golpe-. Que es marte y hay clase y son las 11 de la mañana. ¿Por qué no me ha sonado el despertador?- grito mientras busco mi uniforme por la habitación.
- Te sonó pero lo apagué- dice Justin tan normal mientras mira la ropa que tengo.
- ¿Cuánto tiempo llevabas en mi cuarto, Justin?
- Quería saber si habías llegado y luego pues me quedé en la silla hasta que te despertaras, no tenía otra cosa que hacer. Toma, ponte esto- dice mientras me tira unos pantalones vaqueros.
 - Que tú hayas mandado tus estudios a la mierda no significa que yo el año que viene no quiera ir a una universidad.
- No vas a tener problema para ir a una universidad, puedes ir a la que quieras, eres muy lista bailarina.
- ¿Y tú qué sabes?

Justin sacó un jersey fino y me lo tiró a la cama. Se puso de pie y fue hacia la puerta.

- Te doy quince minutos para asearte y vestirte, te espero abajo si alguien te ven diles que vas conmigo.
- ¿Tengo otra elección?
- La verdad es que no, además, si te portas bien te compro algo bonito para esta noche.

Cuando oí cerrarse la puerta solté un largo suspiro y empecé a desvestirme. Cuando bajé ningún profesor estaba por los pasillos y menos mal, porque no quería que me relacionasen mucho con Justin. Al llegar a la puerta Justin estaba apoyado en la pared fumándose un cigarro, lo que me recordó a la otra noche cuando me iba y él estaba ahí, mirándome. Justin se percató de mi presencia cuando estómago rugió de hambre, agarré mi barriga pero era demasiado tarde, él se giró y tenía una sonrisa burlona.

- No te rías. Ayer apenas cené y hoy no me has dejado desayunar.
- Anda venga, muévete.

Justin avanzó hacia la moto que estaba aparcada al final de las escaleras. Yo lo seguí y me apoyé en sus hombros para subirme en la moto.

- Agárrate fuerte bailarina.

Y por primera vez en todo este tiempo le hago caso, quizás es por el frio que se cuela en los agujeros de mi jersey que hace que quiera estar más cerca de él o quizás es por otra cosa que jamás admitiría. Pasó mis manos por su cintura y me acerco más a él, noto como su cuerpo se pone algo tenso… Quizás no se esperaba que me agarrase a él. Justin arranca la mato y rápidamente salimos de ahí y nos metemos en una carretera rodeada de árboles. Podía notar como el aire movía mi melena y me hacía cosquillas al rozarme en la cara. Había momentos en el los que podía ver como Justin quitaba su mirada de la carretera y miraba al retrovisor para observarme. Hubo una vez que lo pillé mirándome y lo miré por el retrovisor y no me quitó la mirada hasta que puso una sonrisa que para mí fue triste y miro de nuevo a frente. Había sido el gesto más humano de Justin hasta ahora. Aparcó la moto cerca del local al que fui la anterior vez con Abby donde vi pelear a Justin. Él se bajó de la moto y dejó que yo me las apañase.

Me recuerdo de la anterior vez que vine, estaba oscuro y las tiendas estaban cerradas, ahora era diferente, el sol estaba en mitad del cielo y las tiendas estaban abiertas y había personas que entraban y salían de ellas. Justin avanzó hasta el callejón donde estaba el sitio, y al llegar a la puerta sacó una llave de su bolsillo y la abrió. Me quedé un poco sorprendida al ver que tenía llaves de aquí.

 - Este sitio es casi mitad mio- me dijo-. Gracias a mi ahora es reconocido.

Justin pasó para adentro y yo le seguí. Pasamos al lado de donde la anterior vez el hombre de la cicatriz me había puesto la coca cola y que no me dejó pagar, ahora lo entiendo, si Justin es casi el dueño todos le hacen caso. Él se paró de golpe haciendo que casi me chocara con él y se sentó en una de las mesas que había.

- Siéntate, ¿qué quieres de desayunar?- me preguntó.
- ¿Aquí? ¿Desayunar?
- Si, hay pocas cosas pero se puede desayunar.
- Con un batido de chocolate estoy bien- dije algo vergonzosa mientras me sentaba porque parecía una niña pequeña a su lado.

Justin mientras se levantaba le vi como sonreía. Yo aparté la mirada de él cuando traspasó unas puertas y justo cuando el entraba el hombre de la cicatriz salía. Miró la sala y cuando me vio movió 
su cabeza en modo de saludo, yo le respondí con una sonrisa. No me creía que con el montón de gente él podría acordarse de mí, quizás era porque estaba al lado de Justin. Me apoyó en el respaldo de la silla y fui consciente de donde estaba y que venía a hacer. Iba a ver a dos chicas pelear, pelear de una manera que yo tendría que hacer, notaba como se me ponía la piel de gallina. La puerta se volvió a abrir y Justin apareció con un vaso y un plato, llegó hasta la mesa y me los puso delante. Mi batido de chocolate y unas tostadas con mantequilla. Mientras yo bajaba la mirada él fue hacia el hombre y le pidió algo.  El hombre le sacó un pequeño platito y luego le sacó un vaso y le estaba echando algo. No sé como tenía estomago para beber tan pronto. Justin vino a la mesa y vi que en el plato había canela, él se sentó y cogió el plato y me echó un poco de canela sobre las tostadas.

- ¿Cómo lo sabes?- le pregunté.
- ¿El qué?
- Este es mi desayuno favorito, pero no lo tomo desde que me fui de casa.

Justin se encogió de hombros.

- A todo el mundo le gustan esas tostadas. Y no tardes mucho en desayunar que empieza la pelea.
- Vale.

Justin sostenía el vaso con su mano izquierda y apenas me miraba a los ojos, pasaba su mirada por la gente de nuestro alrededor y cuando pasaba una chica con una falda más corta de lo normal se quedaba un buen rato mirándola. Mientras todo eso yo podía notar como no dejaba de mover la pierna derecha. Como me estaba poniendo nerviosa empecé a comer más rápido y me bebí lo que quedaba del batido de un golpe. Me levanté de la silla.

- Ya- dije.

Justin se levantó y me señaló con la cabeza donde teníamos que ir. Yo fui detrás de él mientras Justin iba saludando a personas tanto chicos como chinas. Llegamos hasta el principio, donde se estaba más cerca del cuadrilátero y nos sentamos. Miré a mi alrededor y vi que había menos personas que cuando luchó Justin, no muchas menos pero se notaba la diferencia, sobretodo se notaba que había más chicas que chicos. Ya no había chicas bailando ni música de ambiente, solo se oían las voces de las personas que estamos aquí. Entonces todas las luces se apagaron de golpe y noté como Justin se pegaba a mí.

- Quiero que te fijes en las dos chicas, en sus actitudes en cómo se miran la una a la otra- dijo Justin mientras la voz que sonaba presentaba a cada chica-. La que va de azul luchó para mi durando unos meses.

La chica que iba de azul se subió al cuadrilátero, era de piel tostada y el cabello de color negro estaba recogido en una larga trenza. Estaba dando pequeños golpecitos al aire y dio una patada al aire mientras la otra chica que iba de rojo se subía, las dos chicas tenían poca masa muscular pero se le notaba los músculos bien marcados hasta las dos tenían un poco de abdominales marcados. Las luces se centraron en ellas, dejando al resto a oscuras, y el hombre que estaba en medio dijo que se acercara las chicas y se apretaron las manos, no dejaban de mirarse a la cara como dos leonas que estaban a punto se sacar las garras. Sonó un pitido y empezaron los golpes. El primero de la chica de azul resonó en toda la habitación y me impresionó tanto que di un pequeño salto y puse mi mano en la pierna de Justin. Él estaba concentrado en las chicas  y pareció no darse cuenta, así que dejé mi mano ahí porque de una manera u otra sabía que si ocurría algo con él estaba más segura. Justin de repente se acercó a mi oído.

- Míralo como un baile- me susurró y por un segundo lo hice, veía como los movimientos cuadraban los uno con los otros y como los pies se movían con un ritmo marcado-. Con tus movimientos de bailarina serías muy buena, Hayley.

Una corriente electica pasó por mi columna y me aparté de él, miré a Justin a los ojos esperando que dijese algo más.

- ¿Ocurre algo?- me preguntó.
- No… Es que esa frase… No sé, me suena.

Justin iba a abrir la boca pero todo el mundo estalló en golpes cuando miré de nuevo la chica de rojo estaba en el suelo. La de azul le dio una patada en sus costillas y después escupió sobre ella.

- Yo no quiero que me escupan- le dije a Justin.
- Pues no dejes que te derriben.

Todo el mundo empezó a aplaudir y las luces se encendieron para todas y vi cómo se llevaban a la chica de rojo en brazos de alguien.

- Ven, voy a saludar Ronnie- me cogió de la mano y tiró de mi para que lo siguiese.

Fuimos pasando por toda la gente que estaban gritando hasta llegar a un pequeño túnel que acababa en una habitación. Justin pegó en la puerta y la abrió.

- Soy yo- dijo cuando pasó delante de mi.

La chica estaba mirando hacia Justin, no llevaba camiseta solo un sujetador color negro.

- ¡Justin! Ahora mismo me iba a ir a duchar- dijo mirándole mientras sonreía pero luego posó su mirada en mi- Ah. Hola.
- Hola- dije con una sonrisa.
- ¿Qué tal te va? ¿Y el bebé?- dijo Justin.
- La verdad es que estoy bien, después de que el capullo se fuera me quedé más tranquila y Kev están con mi madre. Le están empezando a salir los dientes y muerde todo lo que pilla- dijo y la mirada agresiva de antes se convirtió en una de una madre orgullosa.
- A ver si un día me pasó y lo saludo.
- Cuando quieras, mi casa es tu casa- dijo mientras se llevaba las manos a la espalda y se desabrochaba el sujetador- Y si no os importa me voy a duchar que huelo un poco mal.

Dejó el sujetador tirado en el suelo y antes de desaparecer por una puerta miró a Justin. Él me miró a mi y después miró por donde ella había desparecido.

- ¿Enserio?- pregunté sorprendida- Mira, vete, te espero arriba.

Abrí la puerta por la que habíamos entrado y salí de ella lo más rápido que pude, esa situación me estaba provocando arcadas. Mientras andaba noté como alguien me agarrada por atrás y me besaba el cuello repetidamente.

- No te pongas celosa, bailarina. Hay Justin para todas- me susurro en el oído.
- Yo no quiero ni un trozo de ti.

Justin paso su mano por mi barriga bajando hasta el principio del pantalón y empezó a desabrochar el botón. De un manotazo le aparté la mano.

- No vuelvas a tocarme si no quieres quedarte sin manos. Y si vas a estar con las hormonas revolucionadas vete con tu amiguita.
- Yo te quiero a ti no a ella- me susurro al oído antes de apartarse-. Venga, anda, que nos cierran las tiendas.

Salimos de allí y Justin empezó a andar dejando la moto atrás.

- ¿Dónde vamos?- le pregunté.
- Si vas a venir a mi fiesta tienes que ir guapa así que vamos a una tienda de ropa.
- Si no quieres que vaya a tu fiesta solo dilo.
- No he dicho que no quiera que vayas a demás, Abby te quiere ahí y sé que estará más cómoda y no nos cortará el rollo si no es la única que no bebe.
- Me alegro de que sirva para algo- dije irónicamente.
- Cuando quieras ayudar vas a servir para mucho.

No entendí lo que quiso decir así que le pregunté lo que me moría de ganas de decirle.

- ¿Y cuando voy a poder preguntarte sobre el pasado?
- Cuando ganes tu primera pelea- dijo y se paró enfrente de una tienda que tenía vestidos en los escaparates. Entré detrás de él-. Pues venga, encuentra algo bonito con mi aprobación y yo lo pago. Te estaré esperando enfrente de los probadores.

Quería decirle que no iba a dejar que me comprara la ropa que yo tenía mi propio dinero pero Justin ya se había ido y estaba sentado en unos sillones. Cuando antes terminara esto antes estaría en mi cuarto tranquila.

Después de dar una vuelta por la tienda, que no era muy grande, acabé con cinco vestidos en el brazo: uno rojo, uno azul esmeralda, uno dorado, uno negro y otro beig. No me gustaba ir de compras, no me gustaba y jamás me iba a gustar sobre todo si Justin estaba observando cada paso que daba. Siempre que necesitaba comprarme ropa iba con mi madre, ella elegía casi prácticamente toda la ropa luego yo me la probaba y ya si me gustaba, me la llevaba. Pero las mayorías de las veces le robaba algo de ropa a mi hermano, camisetas anchas o sus sudaderas… Era mucho más cómodo. Con los cinco vestidos que tenía me dirigí hacia los probadores.

- Voy a entrar- le avisé a Justin.

Él movió su cabeza como afirmación mientras se miraba sus manos. Entré y deje los vestidos colgados y me desnudé. Si Justin esperaba que le hiciese un pase de modelos estaba equivocado, me probé primero el vestido dorado pero lo descarté a la primera porque era demasiado brillante para mi piel, el negro también lo descarté… Me recordaba al funeral de mi hermano, el rojo me lo pensé dos veces pero al final ni me lo probé porque me parecía demasiado. El beige me gusto y me lo probé, era pegado a mi cuerpo, por la mitad de los muslos y con algunas piedrecitas. Cuando fui a buscar la cremallera me di cuenta de que estaba detrás y por más que lo intentaba no llegaba… No quería hacerlo pero me gustaba el vestido, así que me asomé por la cortina.

- ¿Puedes entrar a subirme la cremalleras?- le pregunté a Justin, él sonrió de lado lo que hizo que mi rubor empeorara.
- Ya creía que te habías muerto o algo.

 Se levantó del asiento tan rápido que me hizo creer que estaba esperando esta pregunta desde hace tiempo. Vino hacia el probador.

Cuando entró me pareció el probador más pequeño de mi vida. Me di la vuelta y me cogí el cabello para que no molestara. Justin pasó un dedo por mi espalda pasando por el sujetador hasta llegar a la cremallera. Podía notar como se me ponían los bellos de punta. Empezó a subir la cremallera lentamente y cuando llegó al final sentí su respiración rozando mi nuca. Mis latidos aceleraron y mi cuerpo pedía algo que yo no era capaz de decir en voz alta.

- ¿Hay algo que te de más adrenalina que te toquen en un probador?

Negué con la cabeza, la verdad es que no creo que existiese algo pero que esto. Justin pegó su cintura a la mía y el vestido era tan corto que con nada que me moviese se empezaba a levantar. Di varios pasos para escapar de él pero solo conseguí acabar contra la pared del probador teniendo a Justin a mi espalda. Agarró mis brazos y los puso en la pared, cuando los soltó fue acariciando mi piel lentamente como si tocase los pétalos de una rosa con miedo a que se cayeran. Giró su cabeza mientras iba dando pequeños besos por mi nuca hasta llegar a mi cuello, yo movía mi cabeza para hacerle el camino más fácil, porque quería que siguiese, no que pasase. Sus manos llegaron al borde de mi vestido y empezó a levantarlo lentamente. Yo quité mis manos rápidamente de la pared y las puse sobre las suyas, él paro como esperando a ver que hacia yo... Apreté sus manos y tiré de ellas para que me subieran el vestido. Justin no dejaba de darme pequeños besos y cuando el vestido estaba ya por encima de mis caderas él agarró el elástico de mis bragas y la soltó de golpe, el elástico dolió un poco pero no me importó. Llevó la mano a mi muslo y lo apretó fuertemente, luego me acarició por encima de la braga. Mis ojos se abrieron de par en par y me aparté, pero Justin no me iba a dejar ir tan fácilmente. Me agarró de la cintura y me besó el cuello de nuevo.

 - Perdona, solo puede estar dentro una persona- se oyó la voz de la dependienta.

Justin se apartó de mí, cerrando sus ojos y mordiendo su labio inferior. Yo empecé a recuperar el aire que él se había llevado.

- Si, ahora sale- dije.
Yo tiré de mi vestido hacia abajo. Él cogió aire y salió del probador, ¿por qué me dejaba llevar?  ¿Por qué no podía coger el control de la situación? Y lo que era peor porque me tenía que gustar este vestido. Me lo quité como pude y cogí el vestido que quedaba, agradecí que fuese de elástico y sin cremallera. Me gustó, no tanto como el beige pero me podía apañar. Me volví a vestir y salí con el vestido azul en la mano. Justin estaba apoyado en una pared mirándome.

- Este- dije.
- Pero si el otro te quedaba muy bien- dijo y mordió su labio inferior.
- He dicho este- y fui rápidamente hacia la caja.

Cuando nos tocó, Justin sacó su tarjeta de crédito y pagó, apenas me sorprendió que tuviese una tarjeta. La cajera tenía unos cuantos años más que yo y me dio la bolsa que contenía el vestido pero no dejaba de mirar a Justin. Yo agarré el asa de la bolsa y la cogí de un tirón, la chica ni se inmutó, ni Justin. Así que me fui hacia la puerta y al ver que Justin no me seguía me fui hacia la moto. Allí me quedé viendo como la gente pasaba hasta que dos chicos me llamaron la atención, iban de negros vestidos y al parecer malinterpretaron que no dejase de mirarles… No podía dejar de mirarles porque me recordaban al chico del cementerio. Ellos empezaron a venir hacia mi.

- ¿Qué hace una chica tan guapa sola?- me pregunto el que era más morenito de los dos.
- Estoy esperando a alguien- dije mientras miraba a la tienda pero Justin no salía.
- ¿Quieres que te hagas compañía?- me pregunto el otro, el más blanquito mientras se acercaba a mi.
- No hace falta- dije nerviosa, me había quedado pillada ya que solo pensaba en el cementerio.
- No es molestia- el chico puso su mano en mi pierna.

Cuando fui a apartarla algo apartó al chico de mi. Justin se encontraba entre nosotros agarrando al chico por la sudadera.

- ¿Quién te crees que eres para tocarla? ¿Eh?- le preguntó Justin mientras lo soltaba de un empujón. Luego se giró para mirarme- ¿Estas bien?

No quería responderle porque a la vez que el chico no era nadie para tocarme, él… tampoco. Pero grité su nombre cuando vi que el chico, aprovechando que Justin me estaba mirando, preparaba su puño. Justin se agachó justo a tiempo y cuando se levanto estaba de cara al chico y le dio un cabezazo.

- Llévatelo de aquí- le dijo Justin a su amigo.

Y cuando este lo fue a agarrar del brazo para llevárselo se soltó y fue hacia Justin con las dos manos, pero Justin lo cogió de los hombros y le pegó con la rodilla en el estómago. El chico empezó a escupir sangre y el amigo de un tirón lo empezó a alejar de ahí. Justin miró la moto y con la manga de su camiseta le limpió unas cuantas manchas de sangre, luego me miró sonriendo.

- No, no me mires así esperando que yo te de las gracias por lo que acabas de hacer.
- Lo he hecho por ti- la voz de Justin se notaba confundida.
- Por mí no hace falta que hagas esas cosas. Así que la próxima vez que vayas a pegarte así con alguien no me pongas a mi como escusa cuando la verdad es que no sabes controlar tu ira y aún menos cuando parece que te van a quitar algo que es tuyo… Cuando encima ni es tuyo.

Justin no dijo nada y se subió a la moto, yo lo intenté mientras agarraba la bolsa con el vestido.

- Me han quitado muchas cosas en esta vida, Hayley, es normal que tenga algo de miedo.

No supe que decir porque la moto había empezado a rugir y cogimos mucha velocidad en poco tiempo, y porque, tenía razón. Yo soy de esas personas que suelo decir muchas veces que no juzgues a nadie si no sabes su pasado y eso era lo que hacía yo con Justin siempre. Puede ser que sea e mayor capullo del mundo entero pero eso no quita que tenga el pasado más oscuro… Quise decirle algo pero no sabía el que así que apoyé mi cabeza en su espalda y disfruté del viaje de vuelta. Cuando llegamos Justin me dejó en la misma puerta donde me había recogido y cuando puse un pie sobre el suelo un timbre tocó, estaba casi segura que era el timbre de la última hora antes de la comida. Miré a Justin que estaba en la moto mirando sus manos.

- Justin…- empecé.
- Ni lo intentes bailarina. Y ahora sube, que tendrás muchas cosas que hacer para esta tarde- dijo Justin con la misma sonrisa que siempre.
- Hasta luego- le dije mientras me giraba hacia la puerta.

De repente me invadió una sensación que me dejó vacía, Justin no me había intentado besar en todo el día de hoy, vale que en el probador había pasado algo… Pero no había sentido sus labios sobre los míos, y era extraño, pero claramente no iba a ser yo quien se lo pidiese… Y ni siquiera debería de estar pensando en esto porque Tyler me estará esperando en alguna parte y él me dará los besos que me merezco… No Justin, no, él no. Cuando estaba a punto de cruzar la puerta de entrada sentí como me tiraban de la mano que tenía vacía.

- No te podía dejar así nena- me dijo Justin a centímetros de mi cara.

Y como si estuviésemos bailado, mis pies se movieron seguidos de los suyos hasta que me encontré con una pared y Justin me acorraló allí. Oí como la bolsa chocó contra el suelo cuando él apoyó su frente contra la mía, me estaba tentando lo sabía. Me miraba a los ojos retándome a que lo besara. Coloqué mis manos sobre su cuello y me acerqué a sus labios hasta casi rozarlos y entonces, él no pudo más y los juntó haciendo que pudiese notar los fuegos artificiales estallar dentro de mí. Sus labios eran como el dulce veneno, mataban pero enganchaban. Pude notar su mano agarrándome por la espalda pegándome más a su cuerpo caliente. Algo me despertó de este sueño, o bien pesadilla depende de cómo lo mires, abrí los ojos de golpe al oír un murmullo de voces. Aparté a Justin de golpe y agarré la bolsa con el vestido antes de echar a correr.

- Hasta luego bailarina, no me eches mucho de menos.

Y no pude evitar la sonrisa en mi cara mientras huía de allí. Subí corriendo hasta mi habitación y me quité la ropa, colocándome el uniforme, y volví a bajar corriendo hasta la cafetería.  Justo antes de entrar me choqué con alguien.

- Lo siento, lo siento- dije y cuando le miré a la cara vi que era Tyler.
- ¿Dónde vas tan rápido, pequeña?- él me sonrió. La culpabilidad de lo que había hecho hace minutos me dejó la cara blanca- Parece que acabas de ver un fantasma… Si es por lo de ayer, tranquila, bebiste demasiado, no importa.
- ¿Ayer?- noté como un pinchazo en mi cabeza cuando intentaba recordar.
- Si, pero ya hablaremos de eso… Te quería decir que no puedes ir con Abby esta tarde.
- ¿Qué? ¿Por qué?- pregunté.
- No me fio de Justin, y si yo te importase aunque fuese un poco…- Tyler colocó su mano derecha en mi mejilla y me obligó a mirarle a los ojos- lo harías por mí, me lo debes Hayley.

¿Acaso era cierto que se lo debía? Vale que no me había comportado como debía pero…


- ¿Qué me dices? ¿Lo harás por mí?- me preguntó.

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Un poco más y el blog empieza a coger polvo. 
Antes de nada quería agradecer al grupo de wa de las lectoras de la novela, por siempre estar ahí diciéndome que suba y a la vez apoyándome, sois un amor. Y os pediría perdón mil veces y lo sabéis, pero tampoco tengo escusas que daros... Sigo con esta novela porque la quiero terminar, porque me gusta y os gusta pero sé que necesito un largo descanso. 


  LOS COMENTARIOS SON BIEN RECIBIDOS <3

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8 comentarios:

  1. AYYY PUTO TYLER, siempre jodiendo.
    Y Justin, dios me da una adrenalina cuando hace cosas como las del probador *_*
    Y cuando ha dicho que el no quería a la tia esa que la quería a ella. Muero ahsbdnfn
    A mi me da igual lo que diga Tyler, Hayley tiene que ir a esa fiesta.
    Por cierto Tyler hace bien en desconfiar de Justin ;)

    PD: muy bien, escritora, has cumplido tu reto JAJAJAJA
    -@WithoutUImLost_

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  2. no no no no no, me niego. Hayley tiene que ir a la fiesta sí o sí.
    Aghhhhh maldito Tyler, le odio muuuuuucho.
    Me encanta que cada vez haya más acción entre Justin y Hayley, me encantan ellos en general xdddd.
    que se vuelvan a besar en la fiesta porfiiiiiiiiii

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  3. Mira como Hayley haga caso al estupido de Tyler la MATO!! Odio a tyler nanananananana. Me encanto este cap porque Jusgin y Hayley pasan tiempo juntos donde el le dice que a quien quiere es a ella y la defiende *ains* pero cuando Hayley dice que no la defienda yo estaba como: WTF??? Eres tonta o que? (0@0) pero luego en el probador era como asdffghjll *bailando* Y lo que mas me mató fue:me han quitado muchas cosas bailarina es normal que tenga miedo. *-* Tiene miedo de perderla!! Xai!!!! Y el beso fue genial. Creo que justin era amigo del hermano de Hayley ya que conoce cosa s de ella y eso. Quiero que Hayley deje a Tyler ya! Jajaja es que le odio ( esta en mi lista negra xD)
    gracias por subir y seguir escribiendo eres un amor. Espero con muchas ansias el próximo capitulo (*_~)
    Pd: Amo los momentos de Justin y Hayley *llorando*
    *L

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  4. Oh dios mio, tengo el corazon a mil por hora en serio, esta novela me altera muchisimo. Jo der. Este Justin ne trae loca, con sus besos y sus caricias y akdjahwkwvwldb AY POR DIOS

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  5. NOOOO QUE NO LO HAGA POR EL NO PUEDE FALTAR!!!. Me gusta cada vez mas lo juro.

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  6. Si Hayley no va a la fiesta,la mato!y tú deberias estar escribiendo a todas horas esta perfecta novela porque lo necesito jooo
    Además creo,que si sigues tomandote descansos largos vas a perder muchas lectoras....a mi no,por supuesto pero te lo quería advertir porque yo lo veo así...
    Sube en cuanto puedas,esto esta demasiado interesante,un besazo guapaaa ��

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  7. Illa sube ya, que tardas la enternidad. En tanto tiempo te ha dado tiempo ha escribir una novela entera tsssss

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Gracias.

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