Grace.
- No me voy a poner eso mamá.
Estoy sentada en la cama de mi madre, aunque parezca una
tontería ella puede tener más vestidos de fiesta que yo. Me acaba de enseñar un
vestido rosa con pompones, no sé mucho de estilo pero sé lo que es hacer el
ridículo.
Mi madre me mira y se vuelve a girar hacia el armario. Se
acerca la hora de ir a la casa de Elsa y
tengo el estómago en la boca, siento que si me presiono un poco la barriga
vomito.
- ¡Ya sé!- dice mi madre- ¿Te acuerdas que la tía te regalo
un vestido en tu cumpleaños pasado? Lo escogió tu prima, así que será moderno…
La cosa es que no sé dónde lo guardé…
Me llevo la mano a la cara, tengo el pelo recién secado y parezco
una leona. Estoy tan agobiada que estoy por echarme a llorar. Oigo como mi
madre me llama, cojo aire y levanto la vista. En sus manos hay colgando un
vestido negro, por la parte de delante
hay un escote en forma de triángulo y donde termina hay una especie de
tira negra que al aparecer continua en la parte de atrás. Mi madre gira el
vestido y veo como las tiras del tirante se cruzan en la espalda, dejando
espacios al aire y la tira que había en la parte de delante continua como si
fuera un cinturón.
- Es bonito- dice mi madre.
Es mejor que el vestido rosa de antes, eso seguro. Me encojo
de hombros y mi madre toma eso como un
si. Me lo tira a la cara.
- Venga, póntelo y luego te doy los tacones.
¿Taco… Tacones? ¿Qué? No, no. Pero no se lo digo, simplemente
me levanto de su cama y voy a mi cuarto. Me quito el pijama y me coloco el
vestido, entonces me miro en el espejo y veo que se me ve el sujetador, mierda.
Me lo quito y me siento incomoda. Me veo en el espejo, estoy blanca, pero blanca nuclear, de esos que se ven hasta
de noche. Me miro de los pies a la cabeza, solo hay grasa donde miro. Pero bien
claro me ha dejado mi madre que tenía que ir así cuando le dije que si podía ir
en pijama.
Cuando salgo de mi cuarto, mi madre me está esperando, lleva
unos tacones en la mano. Me mira de los pies a la cabeza, como yo lo hice, pero
ella sonríe no como yo. En su mirada creo ver signos de que está orgullosa de
mí, de vez en cuando está bien ver miradas así. Ella me da los tacones y se va,
creo que hasta se ha limpiado una lágrima. Me siento en la silla de mi cuarto,
me coloco unos tacones negros, mi madre y yo tenemos la misma talla. Me levanto
y por poco me caigo de boca al suelo.
Me sujeto a la cama y voy avanzando, apoyándome en todos los
muebles posibles. Salgo al pasillo y voy al salón, pillo a mi madre observando
una foto mía de pequeña, yo estaba sonriendo… Ahí me veo guapa.
- Mamá…- susurro.
- ¿Si?- ella deja la foto y se levanta, me mira- estas
preciosa.
Sé que miente, es mi madre y no me podría decir que estoy
horrorosa. Aun así sonrío, como si me creyera su mentira.
- Ahora toca el peinado.
Da unos golpes en el sofá para que me siente y le hago caso,
mi madre ya tiene peines en el sofá para cogerlos. Mi madre hace dos trenzas a
cada lado de mi frente y las une las dos en la parte trasera de mi cabeza,
luego recoge todo mi pelo y me hace un pequeño moño. Parece de esos peinados
que salen en la revista, ahora me doy cuenta de que a mi madre le hubiera
gustado hacerme peinados mucho antes, por eso siempre mi mira mi cabello,
siempre lo llevo en una coleta o suelto.
Mi madre me da un beso en la frente y me sonríe. No me he
dado cuenta que en una mesa había unas caja con cosas de maquillaje dentro, mi
madre empieza a echarme potingues en la cara. Cuando termina se separa de mí y
sonríe de oreja a oreja, ojala yo pudiera verme con los ojos que ella me ve.
Mi madre me ayuda a levantarme y me prepara un pequeño
bolso, me echo colonia y me miro en el espejo… lo que hace el maquillaje ¿esa
soy yo? Suspiro y me voy, me cuesta respirar y el tembleque de mis piernas no
me ayuda a caminar. Mi madre me espera
con una americana negra y un bolso plateado en la mano. Cojo las dos cosas y mi
madre se pone de puntillas para abrazarme, estoy a punto de llorar cuando mi
madre me frota la espalda y me dice al borde de las lágrimas:
- Estas preciosa cariño, has crecido muy rápido.
Yo sonrío mientras me aparto de mi madre, me voy de mi casa,
menos mal que la casa de Elsa está cerca. Voy caminando, intentando
acostumbrarme a las alturas. La gente me mira y estoy a punto de darme la
vuelta, pero ya he llegado a la casa de Elsa, no hay marcha atrás. Pego en el
portero, ella dice ‘bajo’ y al minuto esta abajo, ella lleva un vestido color
coral con un hombro descubierto y todo son pelo resta en el lado del hombro
cubierto. Ella me ve y abre los ojos como platos.
- Dios, Grace, ¿de dónde has sacado ese cuerpo?
No sé a qué se refiere, soy la misma foca. Me encojo de
hombros.
- Estas guapísima- me dice y me da dos besos.
- Y tú- digo sonriendo.
Cogemos un taxi y ella dice la dirección de donde es la
fiesta. Ella me mira y se echa en mi hombro.
- Lo siento por haber sido tan borde el martes… La verdad es
que te agradezco que me acompañes. Las cosas entre nosotras se han enfriado,
pero siempre seremos amigas. Cuando necesites algo, me avisas.
¿Cuántas veces dicen eso y luego nunca están ahí? Suspiro y
sonrío.
- Gracias, Elsa.
Llegamos a la casa donde es la fiesta, ya son las 7 y
cuarto, es de noche ya y se ve cómo sale luces de colores de dentro de la casa.
Ya hay gente en el césped tirada, también hay gente apoyada en coches besándose otras bailando, veo un sujetador.... Elsa está emocionada, se nota en como mira al
frente sonriendo, pero yo en cambio miro al suelo y suspiro. Entramos por la
puerta, tengo que entrar entre un mogollón de gente, huelo a sudor allá donde
voy y el suelo esta pegajoso, no sé qué diversión ve. En cada esquina hay
alguien liándose y la casa tiembla porque la gente está saltando mientras
baila. Veo como alguien vomita y a mí me entran ganas de hacer lo mismo, pero
Elsa se gira y se me corta todo.
- Hey, me voy a ver si encuentro a… bueno… si me necesitas
me buscas.
¿Qué? ¿Me va a dejar aquí? ¿Sola? ¿Entre gente que no
conozco? ¿Está loca?
- Vale- digo sonriendo.
Llevo como media hora sentada en una silla en una esquina,
observo como la gente baila y se meten mano. Tengo en la mano un vaso de coca cola,
o eso creo, miro el vaso, le he pegado dos tragos y había un sabor raro, lo
dejo en el suelo. Pero no dura nada en el suelo, una pareja esta buscando una
pared donde pegarse y empezar a besarse, no me ven y el chico golpea mi vaso,
cayendo sobre mis pies y al girarse, tira su propio vaso sobre mi vestido.
- Lo… lo siento- dice y su mirada va a mi escote.
La novia se da cuenta y te pega una hostia en su cara,
aprovecho ese momento para ir corriendo hacia la escalera para buscar un cuarto
de baño donde encerrarme. Mientras corro choco con unos chicos, se giran y me
gritan, yo estoy a punto de echarme a llorar. Subo corriendo hacia la planta de
arriba, aquí solo escucho gemidos y es asqueroso. Hay un cuarto de baño y está
vacío. Me encierro en él y nada más que oigo la puerta cerrarse empiezo a
llorar. Jamás volveré ir a una fiesta. Abro el grifo y mojo mi cara, al
levantar la mirada veo como el maquillaje se me ha corrido, mierda, se me
olvidaba. Cojo papel y me lo limpio como puedo pero siguen las manchas negras
alrededor de mis ojos. Luego mojo el papel y froto en mis pies y en mi pecho.
Alguien pega en la puerta.
- Ya salgo- grito.
Pero no, no puedo salir, todo mi cuerpo tiembla y todavía
tengo ganas de llorar. Vuelven a pegar a la puerta más fuerte. Miro mi móvil,
estoy a punto de llamar a mi madre para que venga a por mí, pero no sé dónde
estamos. No sé cómo lo hago pero acabo en twitter. Pongo un tweet.
“Por favor, que acabe ya. Me quiero ir.”
Mi twitter es como mi mente y allí pongo lo que quiero.
“La música es tan alta que tengo ganas de vomitar, ya que la
casa no deja de moverse. Quiero irme, no aguanto más aquí.”
Vuelven a pegar a la puerta y casi se me cae el móvil, lo
guardo y decido salir antes de que echen la puerta abajo. Al salir veo a dos
chicos, uno lleva una camisa blanca totalmente desabotonada y el otro lleva una
camiseta de tirantes negra. Me mira de arriba abajo, el de la camisa le pega
un codazo al otro y los dos ríen.
- ¿Me dejáis paso?
Ellos no contestas pero me siguen mirando, tiemblo aún más.
- Por favor…- suplico.
El de la camisa blanca da un paso hacia delante y coloca su
brazo derecho en mi cintura.
- ¿Te vas? ¿Por qué? Si ahora empieza lo bueno…
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Sé que dije que este iba a ser htvytjvyevvht pero al final calculé mal y es el siguiente. Espero que os esté gustando la novela (':
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Bueno, me he leído tus dos capítulos en una tarde y eso ASDFGHJKLÑ Me entiendes? JAJAJAJA Pue' eso. Me gusta mucho la novela, ya te lo he dicho antes, pero no me gusta un pelo los dos tíos esos que se han plantado en la puerta y no dejan salir a Grace, no sé porque me da que van a hacer algo. Lo peor esque Justin no está ahí para salvarla u.u Bueno espero el siguiente! Un beso<333
ResponderEliminar@fanii_JB
Jdlsjdhshjdjfkjdjdjdjdjdj seguro que el chico que le ha mirado el escote era Justin JEJEJEJE, okno no se jajajaja. Quiero el siguiente ya! Ldhdjksjfkdjshffj
ResponderEliminarEspero que los chicos esos no le hagan nada a Grace :/
Sube pronto, te quiero :')
-Y
AHJDKALSF. No sé porqué pero me da la espina de que Justin está ahí cerca... AYYYY, sube cuando puedas:3
ResponderEliminarY yo ahora es cuando empiezo a sospechar que el Justin está en esa fiesta, y supongo que fue el que le miró el escote. Es un presentimiento.
ResponderEliminarY ahora, CREO que alguien la salvará de esos dos, y será Justin... O simplemente ella se defenderá sola, con una fuerte patada en los huevos y una hostia al otro.... ¿No? Alguna opción tiene que ser, va. No me jodas D:
JAJAJA siguiente!