Justin se impulso y se alejó de mí patinando hacia atrás,
dio media vuelta y empezó a patinar. Yo cogí aire, miré a todo el mundo, Justin
había desparecido de mi vista, me preparé y me lancé a patinar. Después de 5
minutos ya lo tenía todo controlado.
Ahora quería buscar a Justin, me sentía rara, era como cuando en
invierno estas al lado de alguien y estas calentito pero de repente esa persona
se va y notas como si te faltara algo, además de sentir frío, pues algo
parecido estaba sintiendo yo ya que Justin no estaba a mi lado.
No lo encontraba, no lo encontraba… Me había empezado a preocupar, quizás se
había salido para hacer la broma. Empecé a mirar por todos los lados de la
pista pero nada y no ayudaba que todo el mundo por ser 24 de diciembre
estuviera en la pista. Y justo cuando
iba a empezar a llamarlo por su nombre, una persona me cogió desde atrás y posó
sus labios en mi cuello.
- ¿Me extrañabas?- susurró Justin.
- Cabron, inútil, estúpido, gilipollas…- dijo mientras me
daba la vuelta y lo miraba- ¿Sabes el susto que me he pegado?
- - él sonrió orgulloso de saber que lo había extrañado-
Tranquila, jamás te dejaré sola.
- Pues a ver si me pillas.
NARRA JUSTIN.
Y Aly salió corriendo, toda la torpeza de antes se había
ido, ahora patinaba como si fuera un ángel. Yo dejé de observarla y empecé a
seguirla. Ella de vez en cuando giraba su cara para mirarme y me sonreía, no he
visto sonrisa más bonita que la suya, me encanta cuando sonríe y sus mejillas
se ponen redonditas y sus ojos se achinan un poco, es preciosa.
Empecé a ir más rápido, aunque no me estaba esforzando, me
gustaba ver como se sentía libre, me gustaba verla patinar, viendo sus
movimientos limpios y perfectos. Pero también quería tocarla, tocar su piel tan
suave como la de un bebe. Si es que es tan hermosa que hasta a veces dolía.
- Justin, Justin, al parecer soy más rápida que tú- dijo
como una niña pequeña presumiendo de su mejor juguete.
- No por mucho tiempo, pequeña.
Y ella giró su cabeza y sonrió al escuchar su mote, es que
en el fondo le gusta, lo sé, le encanta que le llame de una forma especial,
porque así jamás he llamado a nadie y nunca lo haré, solo si tengo una hija.
Así que apresuré el paso, acorté mucha distancia, tanta que
si estiraba un poco mi brazo la cogería, pero todavía no, todavía no quería
cogerla. Pero me estaba torturando a mi mismo, dicen que decir “no” aumenta tus
ganas de hacerlo y eso es lo que estaba yo haciendo, estaba aguantándome
demasiado.
¿Y qué pasa si la toco? ¿Y si la beso? ¿Qué pensará ella?
¿Le gustará? ¿Querrá más? Es que es tan pequeña… Pero la vuelvo a mirar, miro
su cuerpo de mujer que todavía tiene 16 años y yo tengo 18 años, tendría que
saber lo que es mejor para ella, tendría que comportarme como un adulto, pero
es algo imposible en mi. Soy como Peter Pan, jamás maduraré.
Lo hago, voy algo más rápido y cuando ella iba a doblar, me
lanzo sobre ella y la acorralo entre la barandilla y mi cuerpo. Respiro fuerte,
ella me mira a los ojos y luego me sonríe dulcemente, como una niña pequeña,
pero acompaña a esa mirada lamiéndose su labio inferior, noto como el pulso se
me acera. Es hermosa, es aquella niña pequeña que dejé pero más mayor. Era
perfecta y lo sigue siendo.
Suelto una de mis manos y la pongo en su espalda,
acercándola a mi. Ella se sorprende y coloca sus manos en mi pecho, agacha su
mirada tímida, pero se lo impido. Siempre soy un hombre decidido con las
chicas, sé como tratarlas, sé lo que quieren, pero con Aly es diferente, es
como si con un mal movimiento la pudiera romper.
- No soy una muñeca de porcelana, Justin- me dice ella.
Y yo le tomo la palabra, no se va a romper, me lo ha
asegurado. Le levanto la cara con mi otra mano y ella cierra los ojos y sonríe,
yo no puedo evitar sonreí y nuestro beso empieza con un dulce sonrisa.
NARRA ALYSSA.
Justin baja su mano de mi barbilla a mi espalada y la
entrelaza a su otra mano. Yo coloco mis brazos alrededor de su cuello y ya nada
nos separa. ¿Cuándo había deseado este momento? Ahora que lo pienso puede que
desde que era pequeña, siempre pensé que mi primer amor sería Justin, él era
como mi príncipe azul, él era aquel chico que mataba monstruos por mi porque
tenía que defender a su princesa, yo.
Y no puedo dejar de sonreí, pero sé que un beso no se basa
en sonrisas, acomodo mis labios en los suyos y justo cuando Justin va a abrir
sus labios se separa, me deja bruscamente. Me asusto y abro los ojos.
- ¿Qué ha pasado? Yo… yo no sé besar pero mejoraré…
perdóname- digo avergonzada.
- No, no, no, no eres tú, soy yo. Esto no esta bien… yo
tengo 18 años tú 16, no conocemos desde que éramos renacuajos, tú eres mi Aly,
tú eres mi pequeña.
- Que sea tu pequeña no significa que no me puedas besar.
Las cosas cambian Justin ¿y quieres que te diga la verdad? He estado esperando
este beso desde que llegaste, desde que me elevaste por los aires y no vengas
ahora con las tonterías de que somos los mejores amigos, que si tienes 18 años…
Y hazlo.
- ¿Qué quieres que haga? ¿Qué tengo que hacer, Aly? – me
pregunta Justin.
- Besarme.
Y sé que en su mente hay dos voces, una que dice que se deje
llevar y otra que dice que se comporte como un adulto, lo sé porque así estaba
yo hasta que entramos en la pista, pero la batalla la gano la voz que me decía
que me dejara llevar. Justin sonríe, con una mano remueve su cabello. Si no lo
hace él lo hago yo. Llevo mis manos hasta sus mejillas y agacho su cabeza para
poder besarle. Lo noto tenso, preocupado, así que me acerco a su oído.
- Déjate llevar, ¿te acuerdas lo que me decías cuando
aprendí a patinar? Me decías: “Venga Aly, déjate llevar, si de verdad lo
quieres hacer… lo puedes hacer” Así que ¿tú lo quieres hacer? ¿Me quieres
besar, Justin?
Justin no tarda en responder.
- No hay otra cosa que desee más en este instante.
- Pues hazlo.
Justin pone sus manos en mis hombros tan bruscamente que lo
tengo que mirar los ojos fijamente y siento esas miles de hormiga trepando por
todo mi cuerpo haciéndome cosquillas. Justin apoya su frente contra la mía,
respira por la boca y es como si fumara, una nube blanca se forma delante de
mi, cierro los ojos y sonrío. Justin baja sus manos por mis brazos hasta
cogerme de las manos.
Me coge las manos con cuidado, con delicadeza, coloca sus
dedos entre los míos y los vuelve a quitar, acaricia mi mano y por fin coloca
sus dedos entre los míos, me aprieta fuerte la mano y luego la relaja. Besa mi
nariz, besa mi labio de arriba y luego coloca su labio inferior entre mis
labios. Instintivamente yo abro mis labios y noto como Justin se acerca más a
mi, suelta una de mis manos y coloca su mano en mi cintura.
Y después de un hermoso beso, coloca su cabeza en mi hombro
y me abraza como si no hubiera mañana.
- Jamás te haré daño, pequeña.- me susurra.
- Lo sé- digo segura de mi misma.
- Jamás- me vuelve a repetir.
Continuará...
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Joe, precioso;)
ResponderEliminarJoe, precioso;)
ResponderEliminarsigueeee
ResponderEliminarme encanta!! jeje
ResponderEliminarOMG..!!!!!!!!!!!! el beso. lindo *-* Justin Justin ashdgadgadsfdjsf SIGUELA . Atte. Marcia
ResponderEliminarAwww que monos al fin se besaron me emociono y todo :''D que bonito esta este capitulo BSVDKJHDKS
ResponderEliminaradoro la novela trixie
PUES MUY MAL AHORA ME ENFADO Y NO RESPIRO ¿PERO COMO ME LO DEJAS ASÍ? ¿TU QUIERES QUE MUERA DE INTERES? SUBE YA QUE ME MUEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
ResponderEliminarBESOS TE QUIERO A TI Y A TU NOVELA LOL.
@thesrbieber
No es sano para tus lectoras que nos dejes con esta angustia de saber qué va a pasar, aunque lo recompensa este gran capítulo <3 -P
ResponderEliminarhaber esque quiero que la termines porque no me puedo quedar así, tengo lagrimas en los ojos joder, necesito los siguientes capitulos.
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