Justin se alejó de mí sonriendo, su sonrisa ocupaba media
parte de su hermosa cara. Empezó a patinar hacia atrás. Llevó su mano a su boca
y me lanzó un beso, luego giró y empezó a patinar más deprisa. Yo me espabilé y
me impulse para intentar alcanzarlo. Esta vez tenía mi mirada puesta en él, no
se me iba a escapar. Fui más rápido, jamás había ido más rápido. Va a ser
cierto eso de que si tienes algo que te motive puedes hacerlo. Ahora mismo
tendría que verme mi profesor de educación física para que viera lo tanto que
podía correr.
Entonces Justin paró de golpe, yo no lo vi venir y casi me
lo como. Él se puso de lado para evitarme, intenté parar pero Justin llegó a
cogerme de la mano y me hizo girar en el hielo. Acabe pegada contra él, su
cuerpo contra el mío. Su respiración era
agitada como la mía, pero esta vez se lo achaqué al esfuerzo físico. Creo que
hoy es el día en el que he visto más veces sonreír a Justin, es una de esas
sonrisas que se te contagian y es perfecta. Fui a besarla, pero justo antes de
rozar sus labios Justin aprovechando que tenía una mano agarrada a la mía, me
hizo girar de nuevo y a continuación empezó a patinar tirando de mí.
- ¡Justin!- le chillé.
Él no me hizo caso, siguió patinando y decidí poner a tu
altura. Mis ojos iban de él a delante de mí para no chocarme con nadie, él en
cambio no me miraba.
- ¡Déjame que te bese!- le pedí.
- No, no- dijo Justin riendo.
Y dimos una vuelta a la pista entera. La gente nos miraba,
los niños chicos nos miraban y nos señalaban con la boca abierta y fue ahí
cuando me di cuenta de lo bien y rápido que estábamos patinando. Justin dejó de
cogerme con su mano derecha y me cogió con la izquierda, se giró poniéndose de
espalda y volvió a hacer que diera una vuelta completa, esta vez volví a quedar
contra él, pero esta vez era mi espalda la que estaba cerca de su cuerpo.
- Ahora ten cuidado, tenemos mucho público- me susurró al
oído.
No supe a que se refería con lo de que tuviera cuidado hasta
que empezó a patinar hacia atrás y yo tuve que imitarlo para no caerme. Justin
tenía sus brazos abrazándome por delante y yo tenía mis manos sobre sus manos.
Todo el mundo nos dejaba espacio, otros nos aplaudían y yo me ponía cada vez
más roja. Justin me beso la mejilla.
- Lo estás haciendo perfecto, pequeña.
Y sonreí. Justin volvió a hacer que yo girara y esta vez
quedé delante de su cara, aminoramos la carrera, puse mis manos sobre sus
mejillas y Justin sobre mis caderas. Yo patinaba hacia atrás pero me fiaba de
Justin, me estaba dejando guiar. Pero yo notaba como Justin se estaba
distrayendo con algo, lo miré a los ojos y vi como él miraba a mis labios y a
la pista. Tomé yo la iniciativa, me acerqué a él y lo besé, cerré los ojos.
Volví a notar algo en mi espalda, no me dolió ya que el
placer de besar a Justin apartaba todo el dolor. Todo el mundo nos aplaudía
pero no le prestaba atención, ahora lo que me preocupaba es que no hubiera
espacio entre Justin y yo. Noté la textura del guante de Justin levantando mi
camiseta y ahí me olvide del resto, solo estábamos Justin y yo. Bajé mi mano de
su mejilla a su cuello.
Lo que había empezado como un beso sin malas intenciones se
había vuelto en un beso más caluroso. Nuestros cuerpos chocaban el uno contra
el otro con el deseo de permanecer más cerca, yo sentía el latido de mi corazón
en cada parte de mi cuerpo con ganas de salir. Justin mordió mi labio inferior
y un gemido salió de mi boca.
- Justin, Justin- dije con los ojos cerrados porque no
quería ver cómo la gente nos miraban.
- Aly…- susurró el en mis labios.
- Salgamos de aquí.
Tuve que empujarle para que se alejara un poco de mí, abrí
los ojos y Justin me miraba y negaba con la cabeza.
- Eres la única chica que me ha parado.
- Un chico llega hasta donde una chica le deja- le cogí la
mano y empecé a patinar hasta la salida- Y ahora vayámonos que no quiero ser el
centro de atención.
Salimos de la pista y nos pusimos los zapatos, Justin estaba
distante y ponía poses raras. Cuando ya estuvimos fuera me acerqué a él.
- Justin… ¿Te molesto que te para? Es que... yo… todo el
mundo nos miraba.
- No, no, ¿por qué lo dices?
- No sé… Estas distante y pones poses raras.
Justin se sonrojó y sonrió.
- Pequeña… ¿tú sabes lo que una chica produce en un hombre
si se le besa tan bruscamente?
Entonces desvié mi mirada hacia abajo y me empecé a reír.
Qué situación más incómoda, por Dios.
- Yo… Yo… Lo siento, Justin- dije riendo.
- Si, si, tú ríete.
Justin me miró de reojo, pero no pudo aguantar y empezó a
reír. Entonces empezó a sonar mi teléfono.
- Un segundo- le dije a Justin y lo cogí- ¿Si?
- Hola hija, soy mamá.
- Ah, hola mamá ¿qué pasa?
- Nada cariño, era para decirte que me voy a ir a casa de
Pattie a tomar algo y recuperar el tiempo perdido. Que si no habéis cenado
todavía tú y Justin ir a casa y pedid una pizza, te he dejado dinero en el
mueble de la entrada. Nos llevamos a
Rocky.
- Vale, vale. Tened cuidado y pasarlo bien.
- Lo mismo digo, cielo.
Colgué la llamada y guardé el teléfono.
- ¿Pasa algo?- me preguntó Justin.
- No, nada- volvimos a andar- Que mis padres se han ido a
casa de tu madre y que si quieres ir a mi casa a cenar pizza.
- Por supuesto.
Justin me sonrió de lado y puso su brazo sobre mis hombros.
- Pero sin cosas malas ¡eh!- le dije.
- Por supuesto, por supuesto- dijo riendo.
Por fin llegamos a casa. Estaba nerviosa y no sabía por qué.
Me había quedado muchas veces a solas con Justin cuando éramos pequeños, pero
ahora es diferente, muy diferente. No sé si es que la llave había encogió o fue
la cerradura, pero era como si la llave no entrara. Justin estaba detrás de mí
y colocó sus manos en mi cintura y se acercó más a mí.
- ¿Pasa algo?- me susurró.
- No, no, nada.
Justin colocó una mano en mi mano que temblaba que sostenía
la llave y consiguió meter la llave en la cerradura. Reí tímidamente. Justin no
separó su mano de la mía, la acarició con cuidado y su respiración daba en mi
nuca. Tuve que cerrar los ojos y me dio un escalofrío, torcí la llave y abrí la
puerta. Pero Justin no me dejó entrar. Bajó su mano hasta mi cadera y empezó a
levantarme la camiseta, su mano estaba caliente cuando toco mi estómago.
- Justin…- susurré.
- Tranquila- dijo separándose- pidamos la pizza.
Yo tragué aire y entre dentro de mi casa.
Continuará... (subiré el 11)
esta geniaaaaal me encanta
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