- ¿Pero que hice?- le pregunto.
Tyler me lleva de la mano hasta
un banco de piedra y nos sentamos uno frente al otro, intento recordarlo pero
no encuentro nada en mi cabeza hay pequeñas manchas negras y recuerdos gritos y
una sensación de saber algo que no debía.
- ¿Qué hiciste?- me pregunta, sus
gestos suaves se van tensando- Me humillaste enfrente de mis amigos. Empezaste
a beber como una loca, una copa detrás de la otra. Yo no me separaba de ti
porque temía que hicieses una locura, tu bailabas restregándote por todo mi
cuerpo- Tyler para por unos segundos y me mira, quizás esperando que algo
cambie en mi expresión… Recuerdo haber bebido y me extrañó porque no me gusta
el sabor del alcohol pero aquel estaba muy dulce-. Y cuando te dije que me iba al baño- siguió
Tyler- te descontrolaste, al volver estabas bailando muy pegada a un chico y
estabas a punto de besarte con él. Podía notar como todo el mundo se reía de mi
Hayley, primero en el cuadrado… con Justin y después allí.
- Tyler…- susurré.
- Ya no sé qué hacer para volver
a confiar en ti.
Intenté recordar lo de aquella
noche, pero no podía, tenía un sabor amargo en la boca y un pinchazo en la
cabeza. Yo jamás sería capaz de aquello, jamás… Y hay algo que no me cuadra.
- No me acuerdo de nada Tyler-
dije mientras me llevaba las manos a la cabeza.
- Pero pasó, ¿qué crees que te
voy a mentir? ¿Voy a fingir que me pusiste en ridículo cuando todos mis amigos
estaban allí?
- No sé cómo pude hacer algo así,
yo no soy así Tyler, créeme.
- Yo también creía que no eras
así Hayley, pero últimamente es lo único que veo. Pero estoy dispuesto a olvidarlo,
borrón y cuenta nueva. Llámame tonto pero de verdad estoy interesado en ti-
dice cogiendo mis manos y me mira a los ojos-, te puedo dar una tercera
oportunidad, incluso una cuarta… Todo por ti.
- Hay veces que pienso que no te
merezco- digo mientras los recuerdos del día de hoy pasan por mi cabeza. No lo
quiero dejar ir, porque él me conviene y tarde o temprano yo también lo querré,
y me gustaría que él me dejase porque no lo merezco.
Tyler suelta mis manos y las
coloca en mis mejillas, haciendo que lo miré a los ojos.
- Eh, pequeña, no digas eso,
nadie es perfecto y sé que estas en un momento complicado y que apenas nos
conocemos y que ni tú eres fácil ni yo lo soy… Pero me gustaría intentarlo.
- Y a mí- digo en un susurro.
- Entonces no vayas esta noche,
quédate aquí conmigo. Veremos una película y hablaremos de cosas, te contaré de
dónde vengo y a donde planeo ir- un dedo de Tyler acaba en mis labios y se
acerca a mi hasta que nos besamos y me sabe a angustia porque no me enseñaron a
ser así pero ¿acaso puedo controlar yo esto?… Claro que puedo, y lo haré.
- Me quedo- dije en sus labios-
me quedo contigo Tyler.
- ¿Enserio?- dijo él mientras
empezaba a sonreír, yo afirmé con mi cabeza y él me estrechó entre sus brazos.
Había sido relativamente fácil decírselo a él, ahora tenía que ver como se lo
podía decir a Abby.
- Tengo que ir a decírselo a
Abby, ¿vale?- le dije.
- Claro. Iré a tu dormitorio
sobre las 5 y algo, ¿vale?
- Allí estaré y si no te abro la
puerta, entra, que estaré duchándome ¿vale?- digo mientras me levanto y le doy
un pequeño beso en la boca.
Él me despide con una sonrisa y
tan solo el pensar que le tengo que decir a Abby que no voy a ir esta tarde se
me quita el hambre. Subo hasta nuestra planta y me siento al lado de su puerta
esperando que ella vuelva de comer. Quizás necesite esto, darme una ducha
caliente y larga, quedarme aquí y hablar con Tyler, pasar un día tranquilo.
Pasan varios minutos y Abby aparece al principio del pasillo pero no está sola,
esta con Eddy. Quizás debía de haber tosido haber hecho alguna señal para que
supieran que estoy aquí pero me sale solo el quedarme callada.
- Entonces te veré esta tarde-
dice Eddy.
- Si- dice ella mientras sonríe
delicadamente.
- ¿Al final viene Hayley?-
pregunta.
Al escuchar mi nombre presto más
atención a la conversación.
- Creo que si-
contesta Abby.
- Va a ser
raro… -susurra Eddy por lo que apenas le oigo.
- Va a estar
bien.
Abby le agarra
del hombro y se pone de puntillas para darle dos besos pero se para cerca de su
oído. Cuando Abby vuelve a colocar al completo sus pies en el suelo Eddy mira
disimuladamente hacia mi dirección y yo intento ocultarme, ¿me habrá visto? ¿Se
habrá dado cuenta que estoy aquí? Eddy se va y Abby empieza a caminar hacia
aquí.
- Hola Hayley-
dice cuando se acerca a su puerta.
Mierda, pienso
mientras me levanto del suelo.
- ¿Cuándo te
diste cuenta?- pregunté.
- Desde el
momento en el que llegué, ¿no te han dicho que es de mala educación escuchar
conversaciones ajenas?- dice mientras abre su cuarto.
- No era mi
intención, enserio.
- Te creo, anda
pasa que me tendrás que contar cosas de esta mañana.
- ¿Lo sabes?-
pregunté.
- ¿Lo de
Justin? Claro, lo sé todo…- por un segundo se para al lado de su mesa y deja
con delicadeza las llaves- Aunque haya veces que eso sea malo- se gira y me
mira-. ¿Y? ¿Qué tal?
- Bien, ha sido
entretenido- digo encogiéndome de hombros mientras por mi cabeza pasan las
escenas del probador.
- No sé qué
ponerme, estoy nerviosa- dice ella abriendo su armario- Es una noche especial y
me alegra que vayas a estar ahí conmigo- por último me mira a los ojos.
- Sobre eso
quería hablarte- digo mirándome las uñas.
- ¿Qué?
- Abby no sé si
voy a ir…
- Pero… ¿Por
qué? ¿Ha pasado algo esta mañana? ¿Es por Justin? ¿Por mí?
- No, no, no…
No ha pasado nada, no es por vosotros, es por mí. Me tengo que quedar con
Tyler, se lo debo. Además, allí no pinto nada.
- Hayley pintas
más de lo que crees, te necesito allí.
- No puedo
Abby- digo sin poderle mirar a la cara.
- Por favor,
tienes que estar ahí. Va a sr una buena tarde.
- ¿Por qué
quieres tanto que vaya?- le pregunto.
Abby paró de
moverse, lo sé porque sus pies estaban quietos. Por como sonaba su voz creí que
se iba a poner a llorar en cualquier momento.
- Si estás aquí
no te puedo proteger- me dice.
- Yo puedo…-
empecé a decir.
- Me lo
prometiste- dijo ella.
- No lo hice
Abby- dije mientras levanté la cabeza, Abby se estaba mordiendo el labio
inferior.
- Sé que tienes
muchas dudas de cosas que yo no puedo decirte. Ven un rato y quizás se te
aclaren las ideas…
Mi corazón
latió fuertemente y luego paró, ¿respuestas? ¿Respuestas a las dudas que yo
tenía?
- ¿Solo un
rato?
- Si, luego
venimos y te quedas el resto del día con Tyler.
Me lo pensé por
unos minutos.
- De acuerdo,
pero solo un rato- me rendí, en el fondo yo quería ir, quería estrenar el
vestido que me había comprado y que Justin me viese con él. Abby me sonrió y
vino corriendo hacia mí y me abrazó con tanta fuerza que me tumbó en la cama-.
Por cierto, ¿por qué Eddy dijo que iba a ser raro que yo fuese?
- Es raro- dijo
ella-. Todos creían que ya te habías unido a la banda de Tyler.
- Yo no estoy
en ninguna banda, Abby, jamás estaré en una.
- Nunca digas
nunca, Hayley. Pero bueno, ayúdame a ver que me pongo.
Después de
elegir un conjunto a Abby fui hacia
mi cuarto y cogí las cosas para
ducharme. No fue la ducha larga que me había esperado pero la cosa es que iba
con el tiempo justo. Eran las cuatro y algo y a las cinco nos teníamos que ir.
Fui a mi habitación y arranqué un trozo de papel de algún lado.
“Tyler para
recompensarle a Abby me ha dicho de quedarme con ella dos horas por el pueblo
más cercano. Vendré sobre las siete, no tardaré.”
La dejé sobre
mi mesa ya que seguramente entraría creyendo que estaría en la ducha. Saque de
la bolsa mi vestido nuevo y crucé el pasadizo para ir al cuarto de Abby para
arreglarme justo cuando una mujer algo mayor se dirigía hacia mi dormitorio y
pegó en la puerta.
- Perdona,
¿busca a la chica de ese dormitorio?- le pregunté.
- Si, han
traído esto para ella- dijo señalando una bolsa que llevaba en la mano.
- Soy yo.
- ¿Es usted
Hayley Reeves?
- Si- afirmé.
- Tome. ¿Puede
firmar aquí?- dijo señalando en un papel. Firmé y ella me dio la bolsa-.
Gracias.
Yo agarré la
bolsa y en el momento que la mujer se dio media vuelta, la abrí. Era un vestido
de color beige y no me hacía falta verlo para saber que vestido era. Justo
encima del vestido había una tarjeta, la cogí.
“Te quedaba muy
bien el vestido como para dejarlo en la tienda- Justin.”
Cuando me quise
dar cuenta estaba sonriendo pero inmediatamente quite la sonrisa de mi cara y
miré a mí alrededor por si alguien me había visto, ¿enserio había pedido que me
mandaran el vestido aquí? Pegué en la puerta de Abby y espere a que me abriera.
- Necesito que
me ayudes a elegir cual me pongo- le dije nada más verla.
Ella me sonrió
y me dejo paso. Me probé primero el azul, Abby me dijo que le gustaba pero que
le parecía demasiado para el día de hoy pero que igualmente estaba guapa. Luego
a regañadientes me probé el beige, nada más que Abby me vio con él no me dejó
quitármelo.
- ¿Pero no te
gusta más el azul?- le pregunté.
- No, no, no,
este es el apropiado Hayley, enserio, estas guapísima.
Mierda. Justin se iba a salir con la suya.
Lo más gracioso
del día fue taparnos con un chaquetón que nos cubría los vestidos e ir con la
cabeza agachada por si Tyler o alguno de sus amigos nos viese. Eso sí que
parecía una misión encubierto y no las tonterías de las películas. Justo a la
entrada un coche nos estaba esperando con la puerta abierta, yo entre dentro y
detrás vino Abby. No pude contener la risa y Abby estalló conmigo, había sido
tan patético lo que acabamos de hacer que solo podíamos reírnos de nosotras
mismas.
- ¿A la fiesta
señoritas?- preguntó el conductor.
- Si- dijo Abby
entre carcajadas.
Cuando el
conductor arrancó el coche yo me giré hacia Abby. Desde que había entrado en su
cuarto para decirle en un principio que no iba a ir la notaba diferente,
emocionada podría ser la palabra. No paraba quieta en su cuarto y es una de las
veces que la he visto más arreglada y me preguntó mil y una vez si iba bien,
llegué a pensar que si allí había alguien a quien tenía que impresionar y no me
lo había dicho.
- ¿Qué pasa?-
me preguntó cuándo se dio cuenta de que la miraba.
- Estás muy
guapa hoy- le dije.
- Gracias-
sonrió tímidamente ocultando su cara-. Y tú también.
- Quien lo iba
a decir, aquí me he puesto más vestidos que en toda mi vida. Las miles de
faldas y de vestido que mi hermano me compró y todas o las devolví o se
quedaron en el fondo de mi armario. Ahora estaría orgulloso de mi- dije
sonriendo.
- Seguro que
si- dijo mientras giraba su cabeza hacia la ventana.
- Y bueno, tú
por qué te has arreglado tanto hoy. ¿Hay allí alguien especial?- pregunté.
- Puede ser.
Supe que no
debía de seguir con ese tema por su tono de voz y su reflejo en el cristal.
Giré mi cabeza para mirar por la ventana, ya habíamos dejado atrás el internado
e íbamos bastante rápido, lo bueno de estas carreteras es que son largas y
apenas hay coches por lo que fuera donde fuésemos no tardaríamos nada.
Y así fue, en
menos de media hora el coche se paró y yo volví a la tierra dejando atrás
recuerdos vagos míos de pequeña en un
bosque de acampada con mis padres y mi hermano. Había empezado a pensar en eso
porque apenas había visto otra cosa n el trayecto que no fuesen o bien árboles
larguísimos o prados enormes.
- Ya hemos
llegado- dijo el conductor.
- Gracias- dijo
Abby- ¿Puede estar aquí en una hora y algo?
- Como usted
desee señorita.
Ella sonrió y
volvió a dar las gracias, luego me miró para que saliésemos ya del coche. Cuando
salí por completo del coche note que la temperatura había bajado mucho y me
tapé lo más posible con el abrigo mientras notaba como mi cara se enfriaba poco
a poco. Miré a Abby y ella me hizo señales con su cabeza para que la siguiese
menos mal que hoy había logrado convencer a Abby para que me dejase ponerme
unas bailarinas y dejar los tacones abandonados por una noche porque si no, no
sé cómo habría avanzado por este camino
de cemento ya algo desgastado con pequeñas piedras, bueno, no sé cómo Abby lo
estaba consiguiendo. Lo que me hacía gracia es que aun así ella no era más alta
que yo. Mientras avanzamos un poco la carretera fue desapareciendo a nuestra
espalda y local enorme empezaba a aparecer detrás de los árboles.
- Está bien escondido- dije.
- Esa es la
intención, se intenta que sea algo íntimo.
Cuando llegamos
Abby pegó en la puerta un determinado número de golpes que me hizo recordar a
las películas y no pude contener una risa, Abby me miró y me sonrió justo
cuando abrían la puerta. Detrás de ella se encontraba una chica que no me
sonaba de nada, pero saludó a Abby y la abrazó por varios minutos, mientras yo
me estaba congelando fuera. La chica se apartó de Abby y me miró a mi,
directamente a los ojos, me encontré tan incómoda que levanté mi mano y la
saludé, la chica se dio media vuelta y se fue.
- No entiendo
que tengo que saco el lado más arrogante de la gente- dije mientras me dirigía
hacia donde estaba Abby.
- No eres tú,
es este mundo que vuelve a todos arrogantes. Anda quítate el abrigo y déjalo
aquí- dijo enseñándome un pequeño cuarto para dejar los abrigos.
Le hice caso y
en el momento que pude observar donde estaba lo primero que vi fue a Justin, se
había arreglado para la ocasión, tenía unos pantalones vaqueros de color negro
y una camisa blanca con los dos primero botones abiertos, las mangas de la
camisa estaban algo remangadas pero aunque se notaba que no estaba hecho a
posta, le quedaba bien. Justin estaba con la mirada puesta en el cigarro que
estaba a punto de encender, justo cuando aparta su mirada de ahí oigo como Eddy
saluda a Abby y aparto la mirada de Justin.
- Hola, me
alegro de que estés aquí- dijo mientras abría los brazos y abrazaba a Abby.
Pude notar como
Eddy le susurraba algo que hacía que Abby sonriera. No… no podría ser él por el
que se había arreglado hoy. Me quedé observándolos y poco a poco me fui
enamorando de la pareja que hacían. Abby se apartó de él y entonces Eddy me
vio, me sonrió.
- Hola Hayley,
espero que te lo pases bien.
- Eso espero yo
también.
- Con lo que
sea estaré por aquí- dijo mirándome pero supe que ese mensaje iba hacia Abby
porque antes de irse posó la mirada en ella y sonrió. Yo agarré del brazo a
Abby y le susurré al oído:
- ¿Es él?-
pregunté.
- ¿Eddy? Eddy
es un buen amigo, se preocupa mucho por mi.
- Y tú por él,
¿te acuerdas del día que yo baile en el cuadrado? Cuando le dispararon…
Abby iba a
abrir su boca para hablar pero mi atención hacía ella se fue cuando alguien
choco con mi cuerpo haciendo que diera media vuelta. Norman estaba mirándome
como si la causante del golpe había sido yo, después puso los ojos en
blanco siguió por su camino.
- Hayley, voy a
saludar a todos, si eso puedes venir conmigo.
- No da igual, ve tú, ahora nos vemos.
No tenía muchas
ganas de empezar a dar vueltas y de conocer a gente de la cual cuanto menos
supiese mejor. Justo cuando iba a dar varios pesos alguien coloca sus manos por
mi cintura, sé que es Justin por su olor y por su mano con pequeñas cicatrices,
además está sujetando un cigarro en su mano izquierda.
- Buena
elección con el vestido- me susurra al oído.
- A Abby le
gustaba más este- digo intentando permanecer firme.
- Y a mi
también.
Me muevo un
poco y él me suelta. Algo dentro de mí me dice que estoy aquí por él, porque
cuando Abby me dijo que tendría respuestas a mis preguntas solo pensaba en las
cosas que no me cuadraban con Justin, y ahora estoy aquí con este vestido
enfrente de él mientras en mi cuarto un chico que me quiere me está esperando, y
lo único que pienso ahora es la manera en la que sus manos se movían por mi
cuerpo. Justin sonríe de lado y un pequeño escalofrío recorre todo mi cuerpo.
Quería que el pequeño espacio que hay entre nosotros se esfume, quiero sentir
su calor y que el sienta el mío. Pero todo esto se esfuma cuando detrás de él
aparece una chica con mucho maquillaje y pecho operado que cuando se acerca
detrás de Justin sube la mano que tiene el cigarro ya casi medio acabado y le
da una calada mientras Justin la mira. Me empiezo a sentir incomoda por la
maldita tensión y por los pensamientos de que habrán podido ocurrir entre estos
dos.
Cuando ya
empiezo a ver al resto de personas que están aquí me doy cuenta de que apenas
conozco a nadie. Veo un sofá en una esquina de esta habitación y decido
sentarme allí aunque hay una chica que no me suena, pero prefiero estar
sentada. Cuando por fin me siento y la chica se da cuenta de que estoy ahí se
tapa la cara y empieza a llorar. Pensé en levantarme e irme pero la chica
parecía buena gente y de verdad estaba sufriendo.
- ¿Estas bien?-
pregunté, la pregunta más tonta que se le puede hacer a alguien que esta
llorando.
La chica negó
con su cabeza.
-¿Es por lo del
chico este que murió?- pregunté.
- Si, lo conocí
mucho, me ayudo en muchas cosas- dijo apartándose las lágrimas de la cara-. Era
muy buen chico.
- La verdad es
que no sé quién es, nunca le conocí… No sé ni que hago aquí.
- Era lo mejor,
enserio. Seguro que te habría caído bien, a todo el mundo le caía bien. No era
como Justin, era totalmente diferente y por eso congeniaban tan bien.
- Pues Justin
no está sufriendo para haber estado tan unido a ese chico.
- Eso es lo que
tú te crees, dentro de él hay algo que jamás ha vuelto a ser lo mismo desde que
murió y se hace el fuerte para que todos los demás no se derrumben, y no es
fácil hacerse el fuerte cuando hay algo ahí que le recuerda constantemente a
él.
- ¿Te puedo
preguntar qué le pasó al chico?- le pregunto.
Noto como la
chica aparta su mirada de mí y mira a Justin, que estaba hablando con la chica
de antes y estaban demasiado cerca.
- Nadie sabe la
verdad, yo creo que solo Justin la sabe o por lo menos sabe cómo conseguirla, y
creo que está en ello- en ese instante me mira
- ¿Qué pasa
conmigo?- le pregunto.
Entonces la
chica aparta su mirada de mí y yo la sigo con la mirada, Abby se está acercando
a nosotras. Abby la saluda con la cabeza y me tiende la mano para que me
levante. Yo le agarra la mano y me levanto del sofá. Nada más que estamos algo
más lejos de la chica me giro para mirarla y nos está mirando.
- Esa chica es
muy rara, me miraba como si yo tuviera que saber algo.
- A mí no me
preguntes, yo te estoy dando tu tiempo para que saques tus propias
conclusiones. Si te juntas con la gente apropiada hoy saldrás sin dudas de aquí.
- ¿Enserio?-
dije.
- Yo creo que
sí, pero no te puedo ayudar- Abby miró detrás de ella y después me volvió a
mirar a mí-. Lo siento pero me tengo que volver a ir, te prometo que esta es la
última vez.
- Tranquila,
aprovecha el tiempo que estés aquí. Yo iré a comer algo.
Abby despareció
entre un grupo de gente y yo intenté averiguar si había alguna mesa con comida
y no solo bebidas. Empecé a andar y descubrí una pequeña mesa con varias bandejas
con comida. Fui a coger el último trozo de un sándwich pero justo otra mano fue
a cogerlo, y fue más rápida. Miré de quien era la mano y era de un chico muy
apuesto, iba con una camisa negra y unos pantalones negros también, tenía algo
en la cara que me sonaba familiar pero no podía decir a quien se parecía.
- Perdona, pero
me estoy muriendo de hambre- dijo antes de pegarle un bocado.
- No importa.
Me apoyé en la
mesa y miré el local, todo el mundo estaba hablando con alguien y apenas podía
identificar a la gente. Pude observar a Camille hablar con Hugo, Eddy estaba con
ellos pero era como si tuviese la cabeza en otro lugar y cuando me fijé en un
pasillo Justin salió por ahí y detrás de él la chica de antes sonriendo y
lamiéndose los labios, aparté la mirada de allí poniendo los ojos en blanco.
Escuché una risa a mi lado, el chico que me había robado el bocata seguía ahí.
- ¿Tú también
te mueres de deseo por el gran Justin?
- ¿Yo? Oh, por
favor, no.
Él empezó a
reír y se le formaron unas cuantas arrugas, era más mayor que yo, podría rondar
los 20 años y pasarlos.
- Por favor,
eres una muchacha de unos ¿17 años?- afirmé con la cabeza-. Es normal que tus
hormonas se revolucionen por un chico así, seguro que te ha besado y no me iría
muy lejos si te digo que sus manos han tacado partes de tu cuerpo. Seguro que
cuando lo miras solo piensas en eso y si se volverá a repetir mientras que
intentas odiarle con todas tus ganas. ¿Me equivoco?- me miró pero no podía
decirle nada porque había dado en el clavo- Cuando más te empeñes en odiarlo
más tiempo malgastaras pensando en él. ¿Quieres un consejo? Nadie de aquí
merece la pena, nadie, así que huye ahora que todavía estas a tiempo si no
luego será demasiado tarde. Cuando menos te lo esperes estarás enamorada de
alguno de aquí darás todo por esa persona, se te olvidaran tus principios más
básicos: no matar, no robar... Todo eso te dará igual si haciendo eso
conseguirás hacer feliz a esa persona.
- Jamás haría
algo así por alguien, yo no soy así- le dije.
- Eso se cree
todo el mundo hasta que ocurre sabes, hasta que te encuentras las manos
manchadas de sangre que no es tuya. Eso es lo que te espera si te quedas aquí
Hayley.
Lo miré
mientras él le daba el último bocado al sándwich.
- ¿Cómo sabes
cómo me llamo?
- Todo el mundo
sabe cómo te llamas. Hasta esa chica con la que estabas hablando en el sofá.
- ¿Me estabas
vigilando?- le pregunté.
- Es que eres
interesante, eres como un animal fuera de su hábitat, asustado por los demás
animales que crees que en cualquier momento te pueden atacar.
- ¿Y tú quién
eres?
El chico miró a
su muñeca donde se encontraba un reloj de oro.
- Uy, qué tarde
es. Ha sido un gusto conocerte Hayley, ya nos volveremos a ver y no olvides mis
palabras. Ah, y en el otro extremo hay más sándwiches.
Cuando dejé de
mirar donde estaba apuntando para volver a mirar donde había estado, aquí a mi
lado, ya no estaba y tampoco había resto de él. No sé si al final iba a tener
más preguntas o respuestas, lo único que tenía claro es que al parecer todo el
mundo me conocía y yo no sabía nada de ellos. Fui hasta el otro extremo cogí un
sándwich y me alejé de allí. Ahora no sabía si había sido buena idea venir
aquí, me estaba empezando a hartar esto de que todos me conocieran, ¿Justin les
había habado de mí? ¿Les habrá dicho que nos hemos besado? ¿Tendré ya mala
fama?
- ¿Te has
estado escondiendo de mi bailarina?- escuché detrás de mí.
- Me has
pillado- dije dándome la vuelta.
- No puedes
escaparte de mí.
- ¿No?
Él negó con la
cabeza mientras seguía avanzando hacia mi, lo primero que noté fue una marca de
un beso en su cuello. Acerqué mi mano a su cuello y la borré un poco.
- Te lo has
pasado bien eh- dije.
- ¿Algún
problema bailarina?
- Ninguno, es
solo que no me parece normal que en un día como este tu estés tirándote a una
tía en el baño.
- Que voy a
hacer, la carne es débil, si no que te lo digan a ti- dice y me acaba
acorralando contra la pared.
- Aléjate de
mi, no tengo ganas ahora mismo de aguantarte. Quiero buscar a Abby e irnos ya.
- ¿Tan pronto?
¿Qué te ha pasado?- preguntó.
- Todo el mundo
me conoce aquí, y no sé porque. Bueno, creo que si, porque tú eres un mujeriego
y le vas contando a todos si haces algo con una chica.
Justin se pone
tenso de un momento a otro y mira a su alrededor y después fija su mirada en
mi.
- Primero, no
hemos hecho nada solo dos o tres besos tontos y segundo, si tú y yo hiciésemos algo,
bailarina, no saldría de aquí.
- No me lo
creo.
- Bueno, ya haz
lo que tú quieras yo no te puedo obligar a que me creas. Pero hace mucho que no
jugamos a algo ¿no?
- ¿Qué quieres?-
pregunté.
- Date la
vuelta y quita la tela que hay ahí.
Le hice caso y
quité la tela dejando al descubierto un gran piano de cola color negro, todavía
brillaba, era como si nunca lo hubieran tocado, no tenía ningún arañazo ni un
mota de polvo.
- ¿Qué quieres
que haga con esto?
- Siéntate.
Y lo hice, esto
me recordó a aquel día que fui con Justin y conocí a sus amigos y en una
habitación había un piano y Norman me regañó. Hacía mucho que no tocaba, y lo echaba
de menos sobretodo porque me recordaba a mi hermano. Al sentarme en un pequeño
banco que había justo enfrente de las teclas acaricie el piano y me fijé que
había algo escrito en el piano justo arriba de las teclas: “hermanos para
siempre”. Justin se había sentado a mi lado.
- ¿De quién es
el piano?
- Mío- dijo él.
- ¿Tienes un
hermano?
- Soy hijo
único pero hay veces que la sangre no es lazo más fuerte para unir a personas.
Bueno, toca algo.
- Sola no, te
reto a que toques conmigo y tú empiezas.
Justin sonríe y
destapa las teclas, es como si no estuviese nervioso mientras yo no puedo dejar
mis manos quietas.
- ¿Lista?- me
dijo.
- Venga,
empieza.
Él coloca sus
manos en las teclas y es como si siempre hubiese hecho esto, como si desde el
primer día con vida lo hubiesen puesto enfrente de un teclado. Al levantar mí
mirada noto como todo el mundo se está callando y a mí me empieza a entrar el
pánico.
- Piensa que
estamos los dos solos- susurra Justin sin dejar de tocar una melodía simple que
fue una de las primeras que mi hermano me enseñó.
Intento hacer
eso, estamos los dos solos y cierro los ojos por un momento y escucho solo la melodía
de Justin y si es verdad eso de que tocando música enseñamos nuestra alma
entonces la de Justin no es tan horrorosa como me lo imaginaba, es hermosa.
Abro los ojos, mis pulsaciones se han relajado y coloco las manos en las teclas
poco a poco nuestras melodías empiezan a congenia. Ya no se escucha ningún murmullo
y es como si de verdad solo estuviésemos los dos solos. Estoy compartiendo con
Justin un momento muy íntimo para mi y no sé hasta qué punto me importa, porque
me siento cómoda y no me importaría seguir tocando toda mi vida. Justin y yo
terminamos a la vez y cojo aire justo cuando el silencio es rompido por aplausos.
Justin ni se inmuta mientras que mi cara se pone cada vez más roja, él se gira
hacia mí.
- Hay una
canción que era mi favorita pero jamás llegué a aprenderla que empezaba así- me
dijo y empieza a tocar varias teclas.
- Repite- le
dije.
Justin vuelve a
hacer lo mismo de antes y un vago recuerdo viene a mi mente es de hace mucho
tiempo y la melodía viene hacia mi cabeza, me giro de nuevo hacia el piano y
dejo que todo fluya por mis manos, no sé porque la sé, no sé qué canción es
pero la estoy tocando y suena hermosa. Abro los ojos pero no aparto la mirada
de mis manos, aun así noto como Justin no me quita la mirada, ni él ni todo el
mundo. Noto una pequeña tensión en la habitación y no sé porque mis ojos se están
aguando, pero tengo que terminarla. Al terminar lo primero que oigo es como
alguien rompe en un llanto y después un portazo. Levanto la mirada, no me
equivocaba, todo el mundo me estaba mirando, nadie aplaude, nadie se mueve solo
veo como Eddy se va hacia la puerta corriendo.
- ¿Qué he hecho
mal?- le pregunto a Justin.
- Le has puesto
mucha pasión, eso no es malo. Es solo que la música a veces toca parte de la
gente que nadie más puede.
- ¿De quién es
la canción?- le pregunté.
- No sé, la oí
tocar una vez y desde ahí no me la he podido sacar de la cabeza.
Justin baja su
cabeza y sin poder yo decir nada, se levanta y se va, eso hace que todo vuelva
a la normalidad, la gente se vuelve a juntar en grupos y empiezan a hablar. Yo
me levanto, para ir a buscar algo de beber porque tenía la boca seca cuando al
pasar al lado de un grupo de personas escucho “es como si él hubiera estado aquí”
entonces alguien me coge del brazo, me giró y veo a Norman que me ofrece un
vaso.
- Toma- me
dice. Yo lo cojo y lo huelo-. Es solo agua tranquila. Bien tocado
- Gracias, por
las dos cosas- digo dando un sorbo.
- ¿Quién te enseño
a tocar?
- Mi hermano.
Él bebe de su vaso,
que seguro que no es agua y se da la vuelta como si fuese a ir pero antes me
vuelve a mirar.
- No me caes
mal Hayley. Es solo que hay algo en ti que no me cuadra.
Y se va, dejándome
sola yo busco a Abby con la mirada
cuando vi que fue Eddy el que se fue temí que fuese ella la que se había ido
corriendo. La encuentro, está hablando con Justin y tiene los ojos algo rojos,
lo sabía. Entonces los dos m miran y Justin afirma con la cabeza a Abby y ella
viene hacia mí con un paso muy rápido. Me coge del brazo y tira de mi.
- Nos vamos.
- No, no,
todavía no. Tengo que hablar con Justin o con el chico de antes, aquí hay algo
que no me huele bien Abby. Tengo más preguntas que respuestas.
- No hay tiempo, nos tenemos que ir- noto la
impaciencia en su voz pero no sé a que viene.
Abby empieza a
tirar de mi hasta el pasillo por el que apareció Justin y su amiga, y empieza a
oírse un gran murmullo en la habitación, me giró y veo como todos se mueven rápidos
y sacan cosas de cajones lo último que llego a ver antes de desaparecer por el
pasillo es como la chica del sofá tiene en la mano una pistola y le mete el
cartucho con las balas.
- ¿Qué ocurre?-
le pregunto a Abby.
Antes de darle
tiempo a responder escucho como algo muy pesado cae al suelo, por instinto me
paro y miro por la esquina para ver como la puerta principal está en el suelo y
Tyler estaba avanzando sobre ella. Abby me tiró del brazo.
- Vámonos.
- No, ahí está
Tyler. Viene a por mí, sabe que estoy aquí
Abby dijo algo
pero no le presté atención ya que Justin había hablado.
- ¿Qué haces
aquí?
- Vengo a por
lo que es mío- dijo Tyler, jamás lo había visto tan serio.
Yo me giré y
mire a Abby que estaba nerviosa y seguramente deseaba irse ya.
- Ves, habla de
mí- le dije susurrando.
- No Hayley, no
es por ti- me respondió.
- No sé dónde
está y si lo supiera, no te lo daría, no te pertenece.
- Es mi dinero
cabrón, claro que me pertenece. Ya te lo has gastado ¿a qué si? En putitas
caras. Como Hayley no te da lo que quieres tiene que buscarte a otras.
Noté como me
estaba quedando sin fuerzas y me apoyé en la pared, me giré a Abby y su mirada
era la de “te lo dije”
- Vámonos- susurré.
Abby afirmó con
la cabeza.
- No hables así
de ella- dijo Justin.
- Me importa
una mierda, yo solo quiero mi jodido dinero y lo conseguiré sea como sea.
Fue lo último
que oí antes de que Abby abriera una puerta trasera y me tirara del brazo para
que saliésemos. Abby se quitó los tacones y los cogió con una mano, con la otra
me agarró a mí. Estábamos en mitad del boque todo a oscuras y seguramente a
bajo cero.
- Sé que no
estás en estado de correr, pero hazlo.
Y ella tiró de
mi mientras corría, cuando ya nos habíamos
alejado un poco ya que yo no iba muy rápido, escuché el sonido de una pistola
que hizo que se oyera el sonido de unos pájaros al dejar un árbol y que yo
abriese los ojos rápidamente y me diese cuenta de que mi vida estaba en
peligro, no sé si el disparo sonó dentro o aquí fuera pero igualmente yo me
quería ir ya de aquí. A lo lejos observé una luz intermitente.
- Allí- dijo Abby.
Cuando llegamos
allí estaba el mismo coche de antes, yo entre primero después Abby.
El coche
arranco rápidamente sin que Abby dijese nada. No hablé en todo el trayecto, no
sabía que decir, simplemente estaba congelada ya que nuestros abrigos estaban
allí pero me daba igual, apenas sentía nada. Cuando llegamos al internado Abby
le pidió algo al conductor y además tuvo que guiar lentamente hacia mi cuarto
ya que apenas reaccionaba.
- Me he dejado
la llave en el abrigo- dije.
- No importa.
Abrió la mano
en la cual tenía lo que le había pedido al conductor y tenía dos llaves. Cogió
una y abrió mi puerta, justo cuando di un paso para entrar pise algo que hizo
que casi me resbalase. Era un papel, me agaché y lo leí en voz alta.
- “Hayley te lo
quería decir a la cara pero no me abres la puerta, al final no puedo quedar hoy
me ha surgido una cosa lo siento por fastidiarte los planes. Ya te recompensaré
-Tyler” Él no sabía que yo estaba ahí- susurré.
- Y así tiene
que seguir- dijo Abby y me cogió la cara con sus pequeñas manos-. Hayley tu
nunca has estado allí, ¿vale?
- Vale.
- Si te
pregunta que hiciste estuviste conmigo viendo una película que echaron por la
tele. Es muy importante que actúes normal con él Hayley y ojala te pudiese
ayudar con lo que ha pasado pero no sé nada, te lo prometo. Mañana hablaré con
alguien e intentaré sacar algo, pero por ahora no puedo hacer nada más. Solo
vete a la cama ponte algo abrigado e intenta dormir.
Fue lo que
hice, o por lo menos lo que intenté. Me puse el pijama más gordito y me escondí
bajo las sabanas después de quitarme el maquillaje y todo. Me quede en la cama
dando vueltas sin poder dormir porque me sentía insegura, cada vez que cerraba
los ojos recordaba la mirada de Tyler queriendo su dinero, diciendo que yo no
le importaba. Y cuando la puerta de mi cuarto se abrió me tapé con las sabanas
entera y cerré los ojos fuertemente, notaba como estaba a punto de llorar.
- Bailarina,
soy yo.
Bajé mis
sabanas un poco solo para ver por la luz que entraba por mi ventana que Justin
estaba de pie al borde de mi cama. Se arrodilló a mi lado y me puso una mano en
mi cara noté el tacto de una venda.
- ¿Estas bien?-
le pregunté.
- He estado
peor ¿y tú?
No sé porque no
me resultaba raro que Justin hubiese abierto la puerta de mi habitación y que
estuviese allí invadiendo mi espacio personal.
- Estoy
asustada.
- ¿Escuchaste
algo?- me preguntó.
- Hoy he
escuchado muchas cosas que me han resultado extrañas, pero si te refieres a lo
que Tyler dijo, sí y no sé porque no me siento segura ya aquí. Quiero irme con
mis padres, quiero que mi hermano vuelva.
- Te lo creas o
no, aquí es el único sitio donde vas a estar segura.
- ¿Por qué estas
hoy amable?- le pregunté.
- Ha sido un
largo día, cargado de recuerdos bailarina. Bueno, te dejo que tienes que
descansar.
- No quiero
dormir, no quiero tener que mañana mirar a Tyler a la cara y hacer como si
nada.
- Sé algo que
podemos hacer para que no duermas- dijo guiñándome un ojo.
- Cabrón- dije,
pero me había sacado una sonrisa.
Él se levantó
del suelo y se fue hacia la puerta.
- Justin…- lo
llamé y él se dio la vuelta, me iba a arrepentir pero no había vuelta atrás-
¿Podrías quedarte aquí?
- ¿Es un reto?
- Si es la
única manera en la que te quedes conmigo esta noche, sí.
Justin fue hacia mi cama de nuevo, mientras se quitaba los zapatos. Ahora me
acaba de dar cuenta que se había cambiado y llevaba un chándal. Justin se metió
dentro de la cama mirándome a mí directamente, como no pude contenerle la
mirada me di la vuelta y Justin aprovechó para abrazarme.
- Conmigo no te
va a pasar nada bailarina, nunca. Cumpliré mi promesa.
- ¿Qué promesa
Justin?- le pregunté.
Pero no recibí
respuesta y poco a poco me fui quedando dormida, con el calor de su cuerpo y su
respiración relajada, porque pasase lo que pasase él siempre estaba tranquilo.
Eddy
La encontré
donde siempre, en las escaleras de entrada con una taza en su mano, y es que
hiciese 20 bajo cero ella estaba allí. Es fuerte, más fuerte que muchos hombres
que he conocido.
- ¿Cómo estás?-
le pregunté.
Abby se giró
hacia mí, sus grandes ojos estaban cansados.
- Cansada. ¿Y
tú? ¿Algún rasguño?
Me senté a su
lado y le señalé la ceja izquierda para que viese los puntos.
- ¿Los demás
bien?
- Ha muerto Donna.
- ¿Ella? ¿Cómo?
- Fue la
primera que disparó porque estaba harta de cómo estaba hablando Tyler. La cosa
esta mal Abby, cuando hay dinero de por medio la gente se pone tensa.
- ¿Qué dinero
Eddy?
- Te lo tiene
que decir Justin… ¿Cómo esta Hayley?
- Bueno, duele
cuando te abren los ojos de golpe, pero por lo menos ya los ha abierto.
- ¿Sospecha
algo?- le pregunté, Abby afirmó con la cabeza.
- Si y no es
tonta, Eddy. Ya mismo va a empezar a unir todo y tendrá la respuesta, otra cosa
es que se la crea.
- Bueno, cuando
sea el momento, allí estarás tú como siempre haces- dije, y pasé mi brazo
izquierdo por sus hombros y le besé en la sien- Ha tenido que ser un día duro
para ti.
- Todo los días
son difíciles Eddy, pero especialmente por eso tengo que permanecer fuerte.
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No sé que decir, simplemente que espero que hayáis disfrutado el capítulo y que hayáis estado atentas a todo detalle porque cada momento ha sido importante para los siguientes capítulos. Más de una ya ha unido los puntos más rápido que Hayley pero ella no va a tardar mucho más, aunque ahora vienen momentos duros para ella.
GRACIAS A TODAS LAS QUE SEGUÍS LEYÉNDOME Y OS SEGUÍS INTERESANDO POR LA NOVELA.
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Me encanta esta novela enserio espero q no tardes mucho en subir! Metienes super intrigadaa
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBueno, me ha encantado bc esta novela es impresionante wno. El caso es que yo ya tengo mis conclusiones y estoy casi segura de que acierto woahaajahajahajahajaha xdxd
ResponderEliminarPORFAVOR NO TARDES TRES MESES EN SUBIR, HAZLO LO ANTES POSIBLE Y SI PUEDE SER SUBE UN PAR DE CAPITULOS PERO TODOS ASI DE INTERESANTES BC ME PUTO MUERO OK, ME-PU-TO-MUE-RO.
Dios mio pedaso capítulo en serio estoy buf.. yo ya desde hace dos capítulos saque mis conclusiones y cada cap que pasa mas convencida estoy de lo que pensaba y dioooos porfavaaaah no tardes en subiiir opto por un MARATÓN jijiji♥♡
ResponderEliminarSi senyor!!! Se dió cuenta de que tyler es un hijo de la gran ****. Yo ya tengo mis conclusiones.. Muajajajajajja(risa malvada) (•_~). Yo quiero mas retos entre Justin y Hayley!! Es que me hacen gracia. Y me gusto mucho el momento en que tocan el piano, fue muy íntimo. ¿Cuando volverán las clases de boxeo y los bailes de Hayley? Pero esta muy emocionante!! Amo tu nove es muy adictiva ;) .
ResponderEliminarSigue la pronto.
Un abrazo *L
Madre mía, ahí lo dejo, en un gran madre mía. Menudo capítulo, espero el próximo ansiosa. Gracias a ti ♡.
ResponderEliminarMil gracias por subir, la verdad es que ya era hora,ahora,pedazo de capitulo eh,pero necesito más, esto esta demasiado interesante,yo también voto MARATÓN para la próxima vez que subas,un besito mooooolt gran��
ResponderEliminarMe matas. Espero volver a leerte pronto porque ya sé lo que pasa aquí y LLORO ¿¡VALE!? xx.
ResponderEliminarVas a seguirla?
ResponderEliminar@consutorres
Ojalá puedas seguirla, es increíble, leí eso de que si piensas dejar la novela, espero que no sea definitivamente, porque sería como si te lees un libro que te gusta mucho y es único y se te pierde, leo esta novela desde febrero, me quedé sin ordenado y hoy que vuelvo a tener uno, creía que iba a tener que leer mucho, pero bueno, ojalá que la sigas en algún futuro
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