Content

Capítulo 30



- ¿Pero que hice?- le pregunto.

Tyler me lleva de la mano hasta un banco de piedra y nos sentamos uno frente al otro, intento recordarlo pero no encuentro nada en mi cabeza hay pequeñas manchas negras y recuerdos gritos y una sensación de saber algo que no debía.

- ¿Qué hiciste?- me pregunta, sus gestos suaves se van tensando- Me humillaste enfrente de mis amigos. Empezaste a beber como una loca, una copa detrás de la otra. Yo no me separaba de ti porque temía que hicieses una locura, tu bailabas restregándote por todo mi cuerpo- Tyler para por unos segundos y me mira, quizás esperando que algo cambie en mi expresión… Recuerdo haber bebido y me extrañó porque no me gusta el sabor del alcohol pero aquel estaba muy dulce-.  Y cuando te dije que me iba al baño- siguió Tyler- te descontrolaste, al volver estabas bailando muy pegada a un chico y estabas a punto de besarte con él. Podía notar como todo el mundo se reía de mi Hayley, primero en el cuadrado… con Justin y después allí.

- Tyler…- susurré.
- Ya no sé qué hacer para volver a confiar en ti.

Intenté recordar lo de aquella noche, pero no podía, tenía un sabor amargo en la boca y un pinchazo en la cabeza. Yo jamás sería capaz de aquello, jamás… Y hay algo que no me cuadra.

- No me acuerdo de nada Tyler- dije mientras me llevaba las manos a la cabeza.
- Pero pasó, ¿qué crees que te voy a mentir? ¿Voy a fingir que me pusiste en ridículo cuando todos mis amigos estaban allí?
- No sé cómo pude hacer algo así, yo no soy así Tyler, créeme.
- Yo también creía que no eras así Hayley, pero últimamente es lo único que veo. Pero estoy dispuesto a olvidarlo, borrón y cuenta nueva. Llámame tonto pero de verdad estoy interesado en ti- dice cogiendo mis manos y me mira a los ojos-, te puedo dar una tercera oportunidad, incluso una cuarta… Todo por ti.
- Hay veces que pienso que no te merezco- digo mientras los recuerdos del día de hoy pasan por mi cabeza. No lo quiero dejar ir, porque él me conviene y tarde o temprano yo también lo querré, y me gustaría que él me dejase porque no lo merezco.

Tyler suelta mis manos y las coloca en mis mejillas, haciendo que lo miré a los ojos.

- Eh, pequeña, no digas eso, nadie es perfecto y sé que estas en un momento complicado y que apenas nos conocemos y que ni tú eres fácil ni yo lo soy… Pero me gustaría intentarlo.
- Y a mí- digo en un susurro.
- Entonces no vayas esta noche, quédate aquí conmigo. Veremos una película y hablaremos de cosas, te contaré de dónde vengo y a donde planeo ir- un dedo de Tyler acaba en mis labios y se acerca a mi hasta que nos besamos y me sabe a angustia porque no me enseñaron a ser así pero ¿acaso puedo controlar yo esto?… Claro que puedo, y lo haré.
- Me quedo- dije en sus labios- me quedo contigo Tyler.
- ¿Enserio?- dijo él mientras empezaba a sonreír, yo afirmé con mi cabeza y él me estrechó entre sus brazos. Había sido relativamente fácil decírselo a él, ahora tenía que ver como se lo podía decir a Abby.
- Tengo que ir a decírselo a Abby, ¿vale?- le dije.
- Claro. Iré a tu dormitorio sobre las 5 y algo, ¿vale?
- Allí estaré y si no te abro la puerta, entra, que estaré duchándome ¿vale?- digo mientras me levanto y le doy un pequeño beso en la boca.

Él me despide con una sonrisa y tan solo el pensar que le tengo que decir a Abby que no voy a ir esta tarde se me quita el hambre. Subo hasta nuestra planta y me siento al lado de su puerta esperando que ella vuelva de comer. Quizás necesite esto, darme una ducha caliente y larga, quedarme aquí y hablar con Tyler, pasar un día tranquilo. Pasan varios minutos y Abby aparece al principio del pasillo pero no está sola, esta con Eddy. Quizás debía de haber tosido haber hecho alguna señal para que supieran que estoy aquí pero me sale solo el quedarme callada.

- Entonces te veré esta tarde- dice Eddy.
- Si- dice ella mientras sonríe delicadamente.
- ¿Al final viene Hayley?- pregunta.

Al escuchar mi nombre presto más atención a la conversación.

- Creo que si- contesta Abby.                   
- Va a ser raro… -susurra Eddy por lo que apenas le oigo.
- Va a estar bien.

Abby le agarra del hombro y se pone de puntillas para darle dos besos pero se para cerca de su oído. Cuando Abby vuelve a colocar al completo sus pies en el suelo Eddy mira disimuladamente hacia mi dirección y yo intento ocultarme, ¿me habrá visto? ¿Se habrá dado cuenta que estoy aquí? Eddy se va y Abby empieza a caminar hacia aquí.

- Hola Hayley- dice cuando se acerca a su puerta.

Mierda, pienso mientras me levanto del suelo.

- ¿Cuándo te diste cuenta?- pregunté.
- Desde el momento en el que llegué, ¿no te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?- dice mientras abre su cuarto.
- No era mi intención, enserio.
- Te creo, anda pasa que me tendrás que contar cosas de esta mañana.
- ¿Lo sabes?- pregunté.
- ¿Lo de Justin? Claro, lo sé todo…- por un segundo se para al lado de su mesa y deja con delicadeza las llaves- Aunque haya veces que eso sea malo- se gira y me mira-. ¿Y? ¿Qué tal?
- Bien, ha sido entretenido- digo encogiéndome de hombros mientras por mi cabeza pasan las escenas del probador.
- No sé qué ponerme, estoy nerviosa- dice ella abriendo su armario- Es una noche especial y me alegra que vayas a estar ahí conmigo- por último me mira a los ojos.
- Sobre eso quería hablarte- digo mirándome las uñas.
- ¿Qué?
- Abby no sé si voy a ir…
- Pero… ¿Por qué? ¿Ha pasado algo esta mañana? ¿Es por Justin? ¿Por mí?
- No, no, no… No ha pasado nada, no es por vosotros, es por mí. Me tengo que quedar con Tyler, se lo debo. Además, allí no pinto nada.
- Hayley pintas más de lo que crees, te necesito allí.
- No puedo Abby- digo sin poderle mirar a la cara.
- Por favor, tienes que estar ahí. Va a sr una buena tarde.
- ¿Por qué quieres tanto que vaya?- le pregunto.

Abby paró de moverse, lo sé porque sus pies estaban quietos. Por como sonaba su voz creí que se iba a poner a llorar en cualquier momento.

- Si estás aquí no te puedo proteger- me dice.
- Yo puedo…- empecé a decir.
- Me lo prometiste- dijo ella.
- No lo hice Abby- dije mientras levanté la cabeza, Abby se estaba mordiendo el labio inferior.
- Sé que tienes muchas dudas de cosas que yo no puedo decirte. Ven un rato y quizás se te aclaren las ideas…

Mi corazón latió fuertemente y luego paró, ¿respuestas? ¿Respuestas a las dudas que yo tenía?

- ¿Solo un rato?
- Si, luego venimos y te quedas el resto del día con Tyler.

Me lo pensé por unos minutos.

- De acuerdo, pero solo un rato- me rendí, en el fondo yo quería ir, quería estrenar el vestido que me había comprado y que Justin me viese con él. Abby me sonrió y vino corriendo hacia mí y me abrazó con tanta fuerza que me tumbó en la cama-. Por cierto, ¿por qué Eddy dijo que iba a ser raro que yo fuese?
- Es raro- dijo ella-. Todos creían que ya te habías unido a la banda de Tyler.
- Yo no estoy en ninguna banda, Abby, jamás estaré en una.
- Nunca digas nunca, Hayley. Pero bueno, ayúdame a ver que me pongo.

Después de elegir un conjunto a Abby fui hacia  mi  cuarto y cogí las cosas para ducharme. No fue la ducha larga que me había esperado pero la cosa es que iba con el tiempo justo. Eran las cuatro y algo y a las cinco nos teníamos que ir. Fui a mi habitación y arranqué un trozo de papel de algún lado.

Tyler para recompensarle a Abby me ha dicho de quedarme con ella dos horas por el pueblo más cercano. Vendré sobre las siete, no tardaré.”

La dejé sobre mi mesa ya que seguramente entraría creyendo que estaría en la ducha. Saque de la bolsa mi vestido nuevo y crucé el pasadizo para ir al cuarto de Abby para arreglarme justo cuando una mujer algo mayor se dirigía hacia mi dormitorio y pegó en la puerta.

- Perdona, ¿busca a la chica de ese dormitorio?- le pregunté.
- Si, han traído esto para ella- dijo señalando una bolsa que llevaba en la mano.
- Soy yo.
- ¿Es usted Hayley Reeves?
- Si- afirmé.
- Tome. ¿Puede firmar aquí?- dijo señalando en un papel. Firmé y ella me dio la bolsa-. Gracias.

Yo agarré la bolsa y en el momento que la mujer se dio media vuelta, la abrí. Era un vestido de color beige y no me hacía falta verlo para saber que vestido era. Justo encima del vestido había una tarjeta, la cogí.

Te quedaba muy bien el vestido como para dejarlo en la tienda- Justin.

Cuando me quise dar cuenta estaba sonriendo pero inmediatamente quite la sonrisa de mi cara y miré a mí alrededor por si alguien me había visto, ¿enserio había pedido que me mandaran el vestido aquí? Pegué en la puerta de Abby y espere a que me abriera.

- Necesito que me ayudes a elegir cual me pongo- le dije nada más verla.

Ella me sonrió y me dejo paso. Me probé primero el azul, Abby me dijo que le gustaba pero que le parecía demasiado para el día de hoy pero que igualmente estaba guapa. Luego a regañadientes me probé el beige, nada más que Abby me vio con él no me dejó quitármelo.

- ¿Pero no te gusta más el azul?- le pregunté.
- No, no, no, este es el apropiado Hayley, enserio, estas guapísima.
 Mierda. Justin se iba a salir con la suya.

Lo más gracioso del día fue taparnos con un chaquetón que nos cubría los vestidos e ir con la cabeza agachada por si Tyler o alguno de sus amigos nos viese. Eso sí que parecía una misión encubierto y no las tonterías de las películas. Justo a la entrada un coche nos estaba esperando con la puerta abierta, yo entre dentro y detrás vino Abby. No pude contener la risa y Abby estalló conmigo, había sido tan patético lo que acabamos de hacer que solo podíamos reírnos de nosotras mismas.

- ¿A la fiesta señoritas?- preguntó el conductor.
- Si- dijo Abby entre carcajadas.

Cuando el conductor arrancó el coche yo me giré hacia Abby. Desde que había entrado en su cuarto para decirle en un principio que no iba a ir la notaba diferente, emocionada podría ser la palabra. No paraba quieta en su cuarto y es una de las veces que la he visto más arreglada y me preguntó mil y una vez si iba bien, llegué a pensar que si allí había alguien a quien tenía que impresionar y no me lo había dicho.

- ¿Qué pasa?- me preguntó cuándo se dio cuenta de que la miraba.
- Estás muy guapa hoy- le dije.
- Gracias- sonrió tímidamente ocultando su cara-. Y tú también.
- Quien lo iba a decir, aquí me he puesto más vestidos que en toda mi vida. Las miles de faldas y de vestido que mi hermano me compró y todas o las devolví o se quedaron en el fondo de mi armario. Ahora estaría orgulloso de mi- dije sonriendo.
- Seguro que si- dijo mientras giraba su cabeza hacia la ventana.
- Y bueno, tú por qué te has arreglado tanto hoy. ¿Hay allí alguien especial?- pregunté.
- Puede ser.

Supe que no debía de seguir con ese tema por su tono de voz y su reflejo en el cristal. Giré mi cabeza para mirar por la ventana, ya habíamos dejado atrás el internado e íbamos bastante rápido, lo bueno de estas carreteras es que son largas y apenas hay coches por lo que fuera donde fuésemos no tardaríamos nada.

Y así fue, en menos de media hora el coche se paró y yo volví a la tierra dejando atrás recuerdos vagos míos de pequeña en  un bosque de acampada con mis padres y mi hermano. Había empezado a pensar en eso porque apenas había visto otra cosa n el trayecto que no fuesen o bien árboles larguísimos o prados enormes.

- Ya hemos llegado- dijo el conductor.
- Gracias- dijo Abby- ¿Puede estar aquí en una hora y algo?
- Como usted desee señorita.

Ella sonrió y volvió a dar las gracias, luego me miró para que saliésemos ya del coche. Cuando salí por completo del coche note que la temperatura había bajado mucho y me tapé lo más posible con el abrigo mientras notaba como mi cara se enfriaba poco a poco. Miré a Abby y ella me hizo señales con su cabeza para que la siguiese menos mal que hoy había logrado convencer a Abby para que me dejase ponerme unas bailarinas y dejar los tacones abandonados por una noche porque si no, no sé  cómo habría avanzado por este camino de cemento ya algo desgastado con pequeñas piedras, bueno, no sé cómo Abby lo estaba consiguiendo. Lo que me hacía gracia es que aun así ella no era más alta que yo. Mientras avanzamos un poco la carretera fue desapareciendo a nuestra espalda y local enorme empezaba a aparecer detrás de los árboles.

 - Está bien escondido- dije.
- Esa es la intención, se intenta que sea algo íntimo.

Cuando llegamos Abby pegó en la puerta un determinado número de golpes que me hizo recordar a las películas y no pude contener una risa, Abby me miró y me sonrió justo cuando abrían la puerta. Detrás de ella se encontraba una chica que no me sonaba de nada, pero saludó a Abby y la abrazó por varios minutos, mientras yo me estaba congelando fuera. La chica se apartó de Abby y me miró a mi, directamente a los ojos, me encontré tan incómoda que levanté mi mano y la saludé, la chica se dio media vuelta y se fue.

- No entiendo que tengo que saco el lado más arrogante de la gente- dije mientras me dirigía hacia donde estaba Abby.
- No eres tú, es este mundo que vuelve a todos arrogantes. Anda quítate el abrigo y déjalo aquí- dijo enseñándome un pequeño cuarto para dejar los abrigos.

Le hice caso y en el momento que pude observar donde estaba lo primero que vi fue a Justin, se había arreglado para la ocasión, tenía unos pantalones vaqueros de color negro y una camisa blanca con los dos primero botones abiertos, las mangas de la camisa estaban algo remangadas pero aunque se notaba que no estaba hecho a posta, le quedaba bien. Justin estaba con la mirada puesta en el cigarro que estaba a punto de encender, justo cuando aparta su mirada de ahí oigo como Eddy saluda a Abby y aparto la mirada de Justin.

- Hola, me alegro de que estés aquí- dijo mientras abría los brazos y abrazaba a Abby.

Pude notar como Eddy le susurraba algo que hacía que Abby sonriera. No… no podría ser él por el que se había arreglado hoy. Me quedé observándolos y poco a poco me fui enamorando de la pareja que hacían. Abby se apartó de él y entonces Eddy me vio, me sonrió.

- Hola Hayley, espero que te lo pases bien.
- Eso espero yo también.
- Con lo que sea estaré por aquí- dijo mirándome pero supe que ese mensaje iba hacia Abby porque antes de irse posó la mirada en ella y sonrió. Yo agarré del brazo a Abby y le susurré al oído:
- ¿Es él?- pregunté.
- ¿Eddy? Eddy es un buen amigo, se preocupa mucho por mi.
- Y tú por él, ¿te acuerdas del día que yo baile en el cuadrado? Cuando le dispararon…

Abby iba a abrir su boca para hablar pero mi atención hacía ella se fue cuando alguien choco con mi cuerpo haciendo que diera media vuelta. Norman estaba mirándome como si la causante del golpe había sido yo, después puso los ojos en blanco  siguió por su camino.

- Hayley, voy a saludar a todos, si eso puedes venir conmigo.
 - No da igual, ve tú, ahora nos vemos.

No tenía muchas ganas de empezar a dar vueltas y de conocer a gente de la cual cuanto menos supiese mejor. Justo cuando iba a dar varios pesos alguien coloca sus manos por mi cintura, sé que es Justin por su olor y por su mano con pequeñas cicatrices, además está sujetando un cigarro en su mano izquierda.

- Buena elección con el vestido- me susurra al oído.
- A Abby le gustaba más este- digo intentando permanecer firme.
- Y a mi también.

Me muevo un poco y él me suelta. Algo dentro de mí me dice que estoy aquí por él, porque cuando Abby me dijo que tendría respuestas a mis preguntas solo pensaba en las cosas que no me cuadraban con Justin, y ahora estoy aquí con este vestido enfrente de él mientras en mi cuarto un chico que me quiere me está esperando, y lo único que pienso ahora es la manera en la que sus manos se movían por mi cuerpo. Justin sonríe de lado y un pequeño escalofrío recorre todo mi cuerpo. Quería que el pequeño espacio que hay entre nosotros se esfume, quiero sentir su calor y que el sienta el mío. Pero todo esto se esfuma cuando detrás de él aparece una chica con mucho maquillaje y pecho operado que cuando se acerca detrás de Justin sube la mano que tiene el cigarro ya casi medio acabado y le da una calada mientras Justin la mira. Me empiezo a sentir incomoda por la maldita tensión y por los pensamientos de que habrán podido ocurrir entre estos dos.

Cuando ya empiezo a ver al resto de personas que están aquí me doy cuenta de que apenas conozco a nadie. Veo un sofá en una esquina de esta habitación y decido sentarme allí aunque hay una chica que no me suena, pero prefiero estar sentada. Cuando por fin me siento y la chica se da cuenta de que estoy ahí se tapa la cara y empieza a llorar. Pensé en levantarme e irme pero la chica parecía buena gente y de verdad estaba sufriendo.

- ¿Estas bien?- pregunté, la pregunta más tonta que se le puede hacer a alguien que esta llorando.

La chica negó con su cabeza.

-¿Es por lo del chico este que murió?- pregunté.
- Si, lo conocí mucho, me ayudo en muchas cosas- dijo apartándose las lágrimas de la cara-. Era muy buen chico.
- La verdad es que no sé quién es, nunca le conocí… No sé ni que hago aquí.
- Era lo mejor, enserio. Seguro que te habría caído bien, a todo el mundo le caía bien. No era como Justin, era totalmente diferente y por eso congeniaban tan bien.
- Pues Justin no está sufriendo para haber estado tan unido a ese chico.
- Eso es lo que tú te crees, dentro de él hay algo que jamás ha vuelto a ser lo mismo desde que murió y se hace el fuerte para que todos los demás no se derrumben, y no es fácil hacerse el fuerte cuando hay algo ahí que le recuerda constantemente a él.
- ¿Te puedo preguntar qué le pasó al chico?- le pregunto.

Noto como la chica aparta su mirada de mí y mira a Justin, que estaba hablando con la chica de antes y estaban demasiado cerca.

- Nadie sabe la verdad, yo creo que solo Justin la sabe o por lo menos sabe cómo conseguirla, y creo que está en ello- en ese instante me mira
- ¿Qué pasa conmigo?- le pregunto.

Entonces la chica aparta su mirada de mí y yo la sigo con la mirada, Abby se está acercando a nosotras. Abby la saluda con la cabeza y me tiende la mano para que me levante. Yo le agarra la mano y me levanto del sofá. Nada más que estamos algo más lejos de la chica me giro para mirarla y nos está mirando.

- Esa chica es muy rara, me miraba como si yo tuviera que saber algo.
- A mí no me preguntes, yo te estoy dando tu tiempo para que saques tus propias conclusiones. Si te juntas con la gente apropiada hoy saldrás sin dudas de aquí.
- ¿Enserio?- dije.
- Yo creo que sí, pero no te puedo ayudar- Abby miró detrás de ella y después me volvió a mirar a mí-. Lo siento pero me tengo que volver a ir, te prometo que esta es la última vez.
- Tranquila, aprovecha el tiempo que estés aquí. Yo iré a comer algo.

Abby despareció entre un grupo de gente y yo intenté averiguar si había alguna mesa con comida y no solo bebidas. Empecé a andar y descubrí una pequeña mesa con varias bandejas con comida. Fui a coger el último trozo de un sándwich pero justo otra mano fue a cogerlo, y fue más rápida. Miré de quien era la mano y era de un chico muy apuesto, iba con una camisa negra y unos pantalones negros también, tenía algo en la cara que me sonaba familiar pero no podía decir a quien se parecía.

- Perdona, pero me estoy muriendo de hambre- dijo antes de pegarle un bocado.
- No importa.

Me apoyé en la mesa y miré el local, todo el mundo estaba hablando con alguien y apenas podía identificar a la gente. Pude observar a Camille hablar con Hugo, Eddy estaba con ellos pero era como si tuviese la cabeza en otro lugar y cuando me fijé en un pasillo Justin salió por ahí y detrás de él la chica de antes sonriendo y lamiéndose los labios, aparté la mirada de allí poniendo los ojos en blanco. Escuché una risa a mi lado, el chico que me había robado el bocata seguía ahí.

- ¿Tú también te mueres de deseo por el gran Justin?
- ¿Yo? Oh, por favor, no.

Él empezó a reír y se le formaron unas cuantas arrugas, era más mayor que yo, podría rondar los 20 años y pasarlos.

- Por favor, eres una muchacha de unos ¿17 años?- afirmé con la cabeza-. Es normal que tus hormonas se revolucionen por un chico así, seguro que te ha besado y no me iría muy lejos si te digo que sus manos han tacado partes de tu cuerpo. Seguro que cuando lo miras solo piensas en eso y si se volverá a repetir mientras que intentas odiarle con todas tus ganas. ¿Me equivoco?- me miró pero no podía decirle nada porque había dado en el clavo- Cuando más te empeñes en odiarlo más tiempo malgastaras pensando en él. ¿Quieres un consejo? Nadie de aquí merece la pena, nadie, así que huye ahora que todavía estas a tiempo si no luego será demasiado tarde. Cuando menos te lo esperes estarás enamorada de alguno de aquí darás todo por esa persona, se te olvidaran tus principios más básicos: no matar, no robar... Todo eso te dará igual si haciendo eso conseguirás hacer feliz a esa persona.
- Jamás haría algo así por alguien, yo no soy así- le dije.
- Eso se cree todo el mundo hasta que ocurre sabes, hasta que te encuentras las manos manchadas de sangre que no es tuya. Eso es lo que te espera si te quedas aquí Hayley.

Lo miré mientras él le daba el último bocado al sándwich.

- ¿Cómo sabes cómo me llamo?
- Todo el mundo sabe cómo te llamas. Hasta esa chica con la que estabas hablando en el sofá.
- ¿Me estabas vigilando?- le pregunté.
- Es que eres interesante, eres como un animal fuera de su hábitat, asustado por los demás animales que crees que en cualquier momento te pueden atacar.
- ¿Y tú quién eres?

El chico miró a su muñeca donde se encontraba un reloj de oro.

- Uy, qué tarde es. Ha sido un gusto conocerte Hayley, ya nos volveremos a ver y no olvides mis palabras. Ah, y en el otro extremo hay más sándwiches.

Cuando dejé de mirar donde estaba apuntando para volver a mirar donde había estado, aquí a mi lado, ya no estaba y tampoco había resto de él. No sé si al final iba a tener más preguntas o respuestas, lo único que tenía claro es que al parecer todo el mundo me conocía y yo no sabía nada de ellos. Fui hasta el otro extremo cogí un sándwich y me alejé de allí. Ahora no sabía si había sido buena idea venir aquí, me estaba empezando a hartar esto de que todos me conocieran, ¿Justin les había habado de mí? ¿Les habrá dicho que nos hemos besado? ¿Tendré ya mala fama?

- ¿Te has estado escondiendo de mi bailarina?- escuché detrás de mí.
- Me has pillado- dije dándome la vuelta.
- No puedes escaparte de mí.
- ¿No?

Él negó con la cabeza mientras seguía avanzando hacia mi, lo primero que noté fue una marca de un beso en su cuello. Acerqué mi mano a su cuello y la borré un poco.

- Te lo has pasado bien eh- dije.
- ¿Algún problema bailarina?
- Ninguno, es solo que no me parece normal que en un día como este tu estés tirándote a una tía en el baño.
- Que voy a hacer, la carne es débil, si no que te lo digan a ti- dice y me acaba acorralando contra la pared.
- Aléjate de mi, no tengo ganas ahora mismo de aguantarte. Quiero buscar a Abby e irnos ya.
- ¿Tan pronto? ¿Qué te ha pasado?- preguntó.
- Todo el mundo me conoce aquí, y no sé porque. Bueno, creo que si, porque tú eres un mujeriego y le vas contando a todos si haces algo con una chica.

Justin se pone tenso de un momento a otro y mira a su alrededor y después fija su mirada en mi.

- Primero, no hemos hecho nada solo dos o tres besos tontos y segundo, si tú y yo hiciésemos algo, bailarina, no saldría de aquí.
- No me lo creo.
- Bueno, ya haz lo que tú quieras yo no te puedo obligar a que me creas. Pero hace mucho que no jugamos a algo ¿no?
- ¿Qué quieres?- pregunté.
- Date la vuelta y quita la tela que hay ahí.

Le hice caso y quité la tela dejando al descubierto un gran piano de cola color negro, todavía brillaba, era como si nunca lo hubieran tocado, no tenía ningún arañazo ni un mota de polvo.

- ¿Qué quieres que haga con esto?
- Siéntate.

Y lo hice, esto me recordó a aquel día que fui con Justin y conocí a sus amigos y en una habitación había un piano y Norman me regañó. Hacía mucho que no tocaba, y lo echaba de menos sobretodo porque me recordaba a mi hermano. Al sentarme en un pequeño banco que había justo enfrente de las teclas acaricie el piano y me fijé que había algo escrito en el piano justo arriba de las teclas: “hermanos para siempre”. Justin se había sentado a mi lado.

- ¿De quién es el piano?
- Mío- dijo él.
- ¿Tienes un hermano?
- Soy hijo único pero hay veces que la sangre no es lazo más fuerte para unir a personas. Bueno, toca algo.
- Sola no, te reto a que toques conmigo y tú empiezas.

Justin sonríe y destapa las teclas, es como si no estuviese nervioso mientras yo no puedo dejar mis manos quietas.

- ¿Lista?- me dijo.
- Venga, empieza.

Él coloca sus manos en las teclas y es como si siempre hubiese hecho esto, como si desde el primer día con vida lo hubiesen puesto enfrente de un teclado. Al levantar mí mirada noto como todo el mundo se está callando y a mí me empieza a entrar el pánico.

- Piensa que estamos los dos solos- susurra Justin sin dejar de tocar una melodía simple que fue una de las primeras que mi hermano me enseñó.

Intento hacer eso, estamos los dos solos y cierro los ojos por un momento y escucho solo la melodía de Justin y si es verdad eso de que tocando música enseñamos nuestra alma entonces la de Justin no es tan horrorosa como me lo imaginaba, es hermosa. Abro los ojos, mis pulsaciones se han relajado y coloco las manos en las teclas poco a poco nuestras melodías empiezan a congenia. Ya no se escucha ningún murmullo y es como si de verdad solo estuviésemos los dos solos. Estoy compartiendo con Justin un momento muy íntimo para mi y no sé hasta qué punto me importa, porque me siento cómoda y no me importaría seguir tocando toda mi vida. Justin y yo terminamos a la vez y cojo aire justo cuando el silencio es rompido por aplausos. Justin ni se inmuta mientras que mi cara se pone cada vez más roja, él se gira hacia mí.

- Hay una canción que era mi favorita pero jamás llegué a aprenderla que empezaba así- me dijo y empieza a tocar varias teclas.
- Repite- le dije.

Justin vuelve a hacer lo mismo de antes y un vago recuerdo viene a mi mente es de hace mucho tiempo y la melodía viene hacia mi cabeza, me giro de nuevo hacia el piano y dejo que todo fluya por mis manos, no sé porque la sé, no sé qué canción es pero la estoy tocando y suena hermosa. Abro los ojos pero no aparto la mirada de mis manos, aun así noto como Justin no me quita la mirada, ni él ni todo el mundo. Noto una pequeña tensión en la habitación y no sé porque mis ojos se están aguando, pero tengo que terminarla. Al terminar lo primero que oigo es como alguien rompe en un llanto y después un portazo. Levanto la mirada, no me equivocaba, todo el mundo me estaba mirando, nadie aplaude, nadie se mueve solo veo como Eddy se va hacia la puerta corriendo.

- ¿Qué he hecho mal?- le pregunto a Justin.
- Le has puesto mucha pasión, eso no es malo. Es solo que la música a veces toca parte de la gente que nadie más puede.
- ¿De quién es la canción?- le pregunté.
- No sé, la oí tocar una vez y desde ahí no me la he podido sacar de la cabeza.

Justin baja su cabeza y sin poder yo decir nada, se levanta y se va, eso hace que todo vuelva a la normalidad, la gente se vuelve a juntar en grupos y empiezan a hablar. Yo me levanto, para ir a buscar algo de beber porque tenía la boca seca cuando al pasar al lado de un grupo de personas escucho “es como si él hubiera estado aquí” entonces alguien me coge del brazo, me giró y veo a Norman que me ofrece un vaso.

- Toma- me dice. Yo lo cojo y lo huelo-. Es solo agua tranquila. Bien tocado
- Gracias, por las dos cosas- digo dando un sorbo.
- ¿Quién te enseño a tocar?
- Mi hermano.

Él bebe de su vaso, que seguro que no es agua y se da la vuelta como si fuese a ir pero antes me vuelve a mirar.

- No me caes mal Hayley. Es solo que hay algo en ti que no me cuadra.

Y se va, dejándome sola  yo busco a Abby con la mirada cuando vi que fue Eddy el que se fue temí que fuese ella la que se había ido corriendo. La encuentro, está hablando con Justin y tiene los ojos algo rojos, lo sabía. Entonces los dos m miran y Justin afirma con la cabeza a Abby y ella viene hacia mí con un paso muy rápido. Me coge del brazo y tira de mi.

- Nos vamos.
- No, no, todavía no. Tengo que hablar con Justin o con el chico de antes, aquí hay algo que no me huele bien Abby. Tengo más preguntas que respuestas.
 - No hay tiempo, nos tenemos que ir- noto la impaciencia en su voz pero no sé a que viene.

Abby empieza a tirar de mi hasta el pasillo por el que apareció Justin y su amiga, y empieza a oírse un gran murmullo en la habitación, me giró y veo como todos se mueven rápidos y sacan cosas de cajones lo último que llego a ver antes de desaparecer por el pasillo es como la chica del sofá tiene en la mano una pistola y le mete el cartucho con las balas.

- ¿Qué ocurre?- le pregunto a Abby.

Antes de darle tiempo a responder escucho como algo muy pesado cae al suelo, por instinto me paro y miro por la esquina para ver como la puerta principal está en el suelo y Tyler estaba avanzando sobre ella. Abby me tiró del brazo.

- Vámonos.
- No, ahí está Tyler. Viene a por mí, sabe que estoy aquí

Abby dijo algo pero no le presté atención ya que Justin había hablado.

- ¿Qué haces aquí?
- Vengo a por lo que es mío- dijo Tyler, jamás lo había visto tan serio.

Yo me giré y mire a Abby que estaba nerviosa y seguramente deseaba irse ya.

- Ves, habla de mí- le dije susurrando.
- No Hayley, no es por ti- me respondió.
- No sé dónde está y si lo supiera, no te lo daría, no te pertenece.
- Es mi dinero cabrón, claro que me pertenece. Ya te lo has gastado ¿a qué si? En putitas caras. Como Hayley no te da lo que quieres tiene que buscarte a otras.

Noté como me estaba quedando sin fuerzas y me apoyé en la pared, me giré a Abby y su mirada era la de “te lo dije”

- Vámonos- susurré.

Abby afirmó con la cabeza.

- No hables así de ella- dijo Justin.
- Me importa una mierda, yo solo quiero mi jodido dinero y lo conseguiré sea como sea.

Fue lo último que oí antes de que Abby abriera una puerta trasera y me tirara del brazo para que saliésemos. Abby se quitó los tacones y los cogió con una mano, con la otra me agarró a mí. Estábamos en mitad del boque todo a oscuras y seguramente a bajo cero.

- Sé que no estás en estado de correr, pero hazlo.

Y ella tiró de mi  mientras corría, cuando ya nos habíamos alejado un poco ya que yo no iba muy rápido, escuché el sonido de una pistola que hizo que se oyera el sonido de unos pájaros al dejar un árbol y que yo abriese los ojos rápidamente y me diese cuenta de que mi vida estaba en peligro, no sé si el disparo sonó dentro o aquí fuera pero igualmente yo me quería ir ya de aquí. A lo lejos observé una luz intermitente.

- Allí- dijo Abby.

Cuando llegamos allí estaba el mismo coche de antes, yo entre primero después Abby.
El coche arranco rápidamente sin que Abby dijese nada. No hablé en todo el trayecto, no sabía que decir, simplemente estaba congelada ya que nuestros abrigos estaban allí pero me daba igual, apenas sentía nada. Cuando llegamos al internado Abby le pidió algo al conductor y además tuvo que guiar lentamente hacia mi cuarto ya que apenas reaccionaba.

- Me he dejado la llave en el abrigo- dije.
- No importa.

Abrió la mano en la cual tenía lo que le había pedido al conductor y tenía dos llaves. Cogió una y abrió mi puerta, justo cuando di un paso para entrar pise algo que hizo que casi me resbalase. Era un papel, me agaché y lo leí en voz alta.

- “Hayley te lo quería decir a la cara pero no me abres la puerta, al final no puedo quedar hoy me ha surgido una cosa lo siento por fastidiarte los planes. Ya te recompensaré -Tyler” Él no sabía que yo estaba ahí- susurré.
- Y así tiene que seguir- dijo Abby y me cogió la cara con sus pequeñas manos-. Hayley tu nunca has estado allí, ¿vale?
- Vale.
- Si te pregunta que hiciste estuviste conmigo viendo una película que echaron por la tele. Es muy importante que actúes normal con él Hayley y ojala te pudiese ayudar con lo que ha pasado pero no sé nada, te lo prometo. Mañana hablaré con alguien e intentaré sacar algo, pero por ahora no puedo hacer nada más. Solo vete a la cama ponte algo abrigado e intenta dormir.

Fue lo que hice, o por lo menos lo que intenté. Me puse el pijama más gordito y me escondí bajo las sabanas después de quitarme el maquillaje y todo. Me quede en la cama dando vueltas sin poder dormir porque me sentía insegura, cada vez que cerraba los ojos recordaba la mirada de Tyler queriendo su dinero, diciendo que yo no le importaba. Y cuando la puerta de mi cuarto se abrió me tapé con las sabanas entera y cerré los ojos fuertemente, notaba como estaba a punto de llorar.

- Bailarina, soy yo.

Bajé mis sabanas un poco solo para ver por la luz que entraba por mi ventana que Justin estaba de pie al borde de mi cama. Se arrodilló a mi lado y me puso una mano en mi cara noté el tacto de una venda.

- ¿Estas bien?- le pregunté.
- He estado peor ¿y tú?

No sé porque no me resultaba raro que Justin hubiese abierto la puerta de mi habitación y que estuviese allí invadiendo mi espacio personal.

- Estoy asustada.
- ¿Escuchaste algo?- me preguntó.
- Hoy he escuchado muchas cosas que me han resultado extrañas, pero si te refieres a lo que Tyler dijo, sí y no sé porque no me siento segura ya aquí. Quiero irme con mis padres, quiero que mi hermano vuelva.
- Te lo creas o no, aquí es el único sitio donde vas a estar segura.
- ¿Por qué estas hoy amable?- le pregunté.
- Ha sido un largo día, cargado de recuerdos bailarina. Bueno, te dejo que tienes que descansar.
- No quiero dormir, no quiero tener que mañana mirar a Tyler a la cara y hacer como si nada.
- Sé algo que podemos hacer para que no duermas- dijo guiñándome un ojo.
- Cabrón- dije, pero me había sacado una sonrisa.

Él se levantó del suelo y se fue hacia la puerta.

- Justin…- lo llamé y él se dio la vuelta, me iba a arrepentir pero no había vuelta atrás- ¿Podrías quedarte aquí?
- ¿Es un reto?
- Si es la única manera en la que te quedes conmigo esta noche, sí.

Justin fue  hacia mi cama de nuevo, mientras se quitaba los zapatos. Ahora me acaba de dar cuenta que se había cambiado y llevaba un chándal. Justin se metió dentro de la cama mirándome a mí directamente, como no pude contenerle la mirada me di la vuelta y Justin aprovechó para abrazarme.

- Conmigo no te va a pasar nada bailarina, nunca. Cumpliré mi promesa.
- ¿Qué promesa Justin?- le pregunté.


Pero no recibí respuesta y poco a poco me fui quedando dormida, con el calor de su cuerpo y su respiración relajada, porque pasase lo que pasase él siempre estaba tranquilo. 
Eddy

La encontré donde siempre, en las escaleras de entrada con una taza en su mano, y es que hiciese 20 bajo cero ella estaba allí. Es fuerte, más fuerte que muchos hombres que he conocido.

- ¿Cómo estás?- le pregunté.

Abby se giró hacia mí, sus grandes ojos estaban cansados.

- Cansada. ¿Y tú? ¿Algún rasguño?

Me senté a su lado y le señalé la ceja izquierda para que viese los puntos.

- ¿Los demás bien?
- Ha muerto Donna.
- ¿Ella? ¿Cómo?
- Fue la primera que disparó porque estaba harta de cómo estaba hablando Tyler. La cosa esta mal Abby, cuando hay dinero de por medio la gente se pone tensa.
- ¿Qué dinero Eddy?
- Te lo tiene que decir Justin… ¿Cómo esta Hayley?
- Bueno, duele cuando te abren los ojos de golpe, pero por lo menos ya los ha abierto.
- ¿Sospecha algo?- le pregunté, Abby afirmó con la cabeza.
- Si y no es tonta, Eddy. Ya mismo va a empezar a unir todo y tendrá la respuesta, otra cosa es que se la crea.
- Bueno, cuando sea el momento, allí estarás tú como siempre haces- dije, y pasé mi brazo izquierdo por sus hombros y le besé en la sien- Ha tenido que ser un día duro para ti.
- Todo los días son difíciles Eddy, pero especialmente por eso tengo que permanecer fuerte.

-----------------------------------------------------------------------------------------
No sé que decir, simplemente que espero que hayáis disfrutado el capítulo y que hayáis estado atentas a todo detalle porque cada momento ha sido importante para los siguientes capítulos. Más de una ya ha unido los puntos más rápido que Hayley pero ella no va a tardar mucho más, aunque ahora vienen momentos duros para ella.

GRACIAS A TODAS LAS QUE SEGUÍS LEYÉNDOME Y OS SEGUÍS INTERESANDO POR LA NOVELA. 

Si leíste pulsa el botón: 

10 comentarios:

  1. Me encanta esta novela enserio espero q no tardes mucho en subir! Metienes super intrigadaa

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, me ha encantado bc esta novela es impresionante wno. El caso es que yo ya tengo mis conclusiones y estoy casi segura de que acierto woahaajahajahajahajaha xdxd
    PORFAVOR NO TARDES TRES MESES EN SUBIR, HAZLO LO ANTES POSIBLE Y SI PUEDE SER SUBE UN PAR DE CAPITULOS PERO TODOS ASI DE INTERESANTES BC ME PUTO MUERO OK, ME-PU-TO-MUE-RO.

    ResponderEliminar
  4. Dios mio pedaso capítulo en serio estoy buf.. yo ya desde hace dos capítulos saque mis conclusiones y cada cap que pasa mas convencida estoy de lo que pensaba y dioooos porfavaaaah no tardes en subiiir opto por un MARATÓN jijiji♥♡

    ResponderEliminar
  5. Si senyor!!! Se dió cuenta de que tyler es un hijo de la gran ****. Yo ya tengo mis conclusiones.. Muajajajajajja(risa malvada) (•_~). Yo quiero mas retos entre Justin y Hayley!! Es que me hacen gracia. Y me gusto mucho el momento en que tocan el piano, fue muy íntimo. ¿Cuando volverán las clases de boxeo y los bailes de Hayley? Pero esta muy emocionante!! Amo tu nove es muy adictiva ;) .
    Sigue la pronto.
    Un abrazo *L

    ResponderEliminar
  6. Madre mía, ahí lo dejo, en un gran madre mía. Menudo capítulo, espero el próximo ansiosa. Gracias a ti ♡.

    ResponderEliminar
  7. Mil gracias por subir, la verdad es que ya era hora,ahora,pedazo de capitulo eh,pero necesito más, esto esta demasiado interesante,yo también voto MARATÓN para la próxima vez que subas,un besito mooooolt gran��

    ResponderEliminar
  8. Me matas. Espero volver a leerte pronto porque ya sé lo que pasa aquí y LLORO ¿¡VALE!? xx.

    ResponderEliminar
  9. Vas a seguirla?
    @consutorres

    ResponderEliminar
  10. Ojalá puedas seguirla, es increíble, leí eso de que si piensas dejar la novela, espero que no sea definitivamente, porque sería como si te lees un libro que te gusta mucho y es único y se te pierde, leo esta novela desde febrero, me quedé sin ordenado y hoy que vuelvo a tener uno, creía que iba a tener que leer mucho, pero bueno, ojalá que la sigas en algún futuro

    ResponderEliminar

Gracias.

Con la tecnología de Blogger.