Content

Capítulo 49


Cuando abrí los ojos lentamente, sentí como si no hubiese dormido en toda la noche, como si una manada de elefantes hubiera pasado por encima de mi cuerpo aplastándome y dejándome moratones y huesos rotos. ¿Así iban a ser el resto de mis días? Noches sin poder dormir y por la mañana sin querer vivir. Me asustaba un poco la idea de no temer a la muerte, de tenerla en mi mente como un amigo no un enemigo, es algo inevitable, algo que está ahí y no se puede negar lo inevitable, todos morimos… tarde o temprano, pero nadie es inmortal.

Lo siguiente que sentí sobre mi cuerpo fue que me faltaba algo sobre mí que me diera calor. Faltaba el cuerpo de Justin sobre mí, su brazo sobre mi cintura pegándome a su cuerpo… yo entrando en calor. Eso sí era vida. ¿Dónde estaba? Me incorporé y todo empezó a girar de una manera muy brusca, apreté los dientes y cerré los ojos hasta que noté que las náuseas bajaban de nuevo. A mi lado no había nadie, ¿se había vuelto a ir? Normal, nadie quiere estar con un zombie. La persiana estaba levantada y entraban unos rayos de sol por ella, en la sol se podían ver como moléculas de polvo flotaban y se movían, daba un aspecto de paz a mi habitación, paz que yo no lograba encontrar en nada.

Cuando empecé a cuestionarme qué hacer para distraerme, una enfermera entró.

- La comida- dijo.
- ¿Y el desayuno? – pregunté
- Son las una, Grace.
- ¿Qué?
- Si, venga, te dejo la comida aquí, tomate la pastilla- cuando dejó la bandeja me miró- después de comer.
-No voy a- mi frase se vio interrumpida por un par de tosidos.

Me llevé la mano a la boca y cuando la aparté, había gotas de sangre, rápidamente cerré mi boca y me limpié la mano en el pijama. Miré a la enfermera que me estaba observando, ¿se lo tenía que decir? Ella suspiró, se dio meda vuelta y se marchó. ¿Cómo querían que les dijera algo si no me daban ni siquiera la oportunidad? Me dejé caer sobre la cama y mirando las musarañas me volví a dormir. Me desperté cuando escuché la puerta abrirse.

- Está durmiendo.- dijo mi padre- Deja que descanse.
- Estoy despierta- susurré.

Dejé de estar de lado para ponerme boca arriba y cuando fui a incorporarme, mi madre me ayudó.

- No hace falta- le dije.

Mi madre no contestó.


- ¿Sabéis dónde está Justin?- pregunté.
- Dijo que ahora venía- contestó mi padre.

Cuando lo miré, me quedé un poco impactada. ¿Desde cuándo mi padre había envejecido tanto? ¿Por qué tenía ojera debajo de sus ojos y las arrugas se le marcaban más? Sus ojos estaban rojos y se los rascaba como si no hubiese dormido, su cabello estaba cubierto de varias canas y llevaba el mismo jersey desde hace un par de días. ¿Por qué no me había dado cuenta de esto antes? ¿Tanto dolor les causaba yo? Miré a mi madre que se estaba poniendo un mechón tras la oreja, su cabello estaba encrespado y tenía las mismas ojeras que mi padre, no llevaba nada de maquillaje y su cara se veía más chupada de lo normal, llevaba un pantalón vaquero, una camiseta blanca básica y una rebeca encima que le quedaba grande. ¿Desde cuándo se descuida tanto mi madre? Me entraron ganas de llorar y me llevé las manos a los ojos.

- ¿Qué pasa cariño?- dijo la voz cansada de mi madre.
- Nada... nada… Me voy a duchar- dije mientras iba a bajar la pierna al suelo.

Cuando puse mis dos pies en el suelo y me fui a levantar, mi cuerpo pesaba mucho y tuve que apoyarme en un trozo de la pared para no caerme. Las manos de mi madre me agarraron rápidamente.

- ¿Quieres que te ayude?

No dije nada pero afirmé con la cabeza. Mi madre me dejó apoyada en la cama mientras ella iba al baño para llenar la bañera. Luego vino a por mi, cuando miré a mi padre antes de meterme en el baño pude ver como se le cerraban los ojos.

- Déjale- me susurró mi madre-. Está muy cansado.
- ¿Por qué?- le pregunté.
- La preocupación no le deja dormir.
- ¿Es lo mismo que te pasa a ti?
- Si cielo, no saber si mañana podré ver tus preciosos ojos me quita el sueño.
- Pero…

Quise decirle que no se preocupara por mí, que cuando muera lograré encontrar la paz que no es nada malo… Pero no creía que fuese el momento. Simplemente me callé y mi madre me empezó a quitar la ropa para luego meterme en la bañera. Cuando observó mi tatuaje sonrió.

- Creo que no le he agradecido a Justin lo suficiente.
- ¿Por qué?
- Gracias a él ahora estas aquí… Yo no supe hacer el papel de madre pero el sí supo hacer su papel de héroe.
- No es así, tú fuiste una madre genial, no te permito que te eches las culpas cuando yo fui la que lo fastidió todo.
- No Grace. Yo tendría que haber apagado la televisión cuando salían modelos, yo tenía que haberte quitado de la cabeza el canon de belleza que hay ahora en la sociedad. Puedes ser guapísima por fuera pero si por dentro eres una mala persona cuando seas mayor nadie te querrá.  Podría haber hecho muchas cosas para que no estuviésemos aquí hoy, pero no la hice… solo porque no quería admitir que tenías un problema… Mi niña pequeña no podía estar pasándolo tan mal.

- Hiciste lo mejor que pudiste y te quiero mamá, que sepas que siempre lo hice.
- No más que yo a ti cariño, y es la pura verdad, te quiero de aquí al final del universo. Puede ser que hagas estupideces, pero lo que yo siento por ti no va a cambiar nunca.
- Pero alguna vez hice que no te sintieras orgullosa de mí. Cometí muchos fallos.
- Eres adolescente, estás en la época de cometer todo los fallos que quieras para luego aprender.

Mientras mi madre me aclaraba el pelo me relajé, noté como mis pulsaciones no iban tan aceleradas.

-¿Te has dado por rendida conmigo? –susurré.
- Jamás tiraré la toalla, jamás. Eres mi niña pequeña y lucharé por ti lo que haga falta.
- ¿Por qué nunca hablaste así conmigo?- pregunté jugando con el agua para no llorar.
- Fue una de las cosas que pude hacer y no hice. Espero que no sea demasiado tarde.

No respondí, mi madre terminó de bañarme y después me colocó el albornoz, me sentó en una silla y empezó a secarme el cabello.

- También quiero a papá- susurré.
- Él también te quiere mucho. Solo tiene miedo, entiéndelo.
- Lo hago mamá, lo hago… Pase lo que pase quiero que sepáis que nada de esto fue vuestra culpa. Que lo que me pasa a mi es cosa mía, que es por las estúpidas decisiones que he tomado.

Mi madre suspiró, me beso en la cabeza y luego siguió secando mi cabello. Cuando terminó, me levanté y fui hasta la cama, antes de subirme vi como mi padre estaba con la cabeza apoyada en la pared durmiendo. Cogí una manta que estaba a pies de mi cama y fui a echársela. Le bese en la frente, cuando estaba durmiendo volvía a tener la cara más relajada.

- Te quiero papá.
- Mi Grace, no me dejes…

Miré a sus ojos para comprobar que estaba durmiendo y cuando vi que estaban cerrados mis ojos se llenaron de lágrimas, me di media vuelta para ir a mi cama, pero la habitación empezó a moverse y mi visión borrosa no ayudaba, cuando iba a romper en llanto mis ojos se cerraron y me desmayé.
Abrí los ojos asustada, la voz de mi padre diciendo “Mi Grace” resonaba en mi cabeza. Al moverme algo me pinchó en el brazo y llevé mi mirada allí, volví a tener el suero enganchado a mí. Suspiré y puse los ojos en blanco, estaba cansada de todo esta porquería de hospital.


- Grace, ¿qué hemos dicho sobre desmayarnos? Que no se hace mientras yo no esté para sujetarte.

Giré mi cabeza hacia donde venía esa voz y Justin se encontraba allí, se había cambiado de ropa y tenía el cabello un poco húmedo. Estaba sonriendo.

- Justin…- susurré, pero mi voz era animada.
- Hola escritora, ¿cómo te encuentra hoy?

Justin se agachó para darme un beso en los labios, algo lento, amaba sus labios blandos.

- Cansada.
- Yo igual, alguien se ha dedicado esta noche a darme codazos.

Él sonreía, como si se le hubiese olvidado todo, como si en vez de en un hospital estuviera en mi casa.

- Lo siento… no me he dado cuenta.
- Tranquila, si no me importa, me gusta ver que sigues v…

Justin, se apartó un poco de mí y cogió aire.

- Bueno, venga, tenemos que hacer una cosa.
- ¿Sabes que esto me dificulta los movimientos?- dije levantando mi brazo en el que estaba el suero sujeto.
- No es eso tonta, venga, ponte de pie.
- ¿Me ayudas?- dije sonriendo.
- Me ofende que me lo preguntes.

Justin fue hacia donde estaba el suero para ayudarme a ponerme de pie.

- ¿Quieres ir en una silla de rueda?- me preguntó.
- ¿Qué crees? ¿Qué soy una vieja?
- Más o menos- y acto seguido me dio un beso en la mejilla- me gusta cuando estás de buen humor.
- A mí me gustas tú.

Él sonrió y me ayudó a ponerme de pie y cambió el suero de la pared hasta un aparato en el que pudiera llevarlo conmigo.

- ¿Has pedido permiso a las enfermeras?- pregunté.
- Sí.
- ¿Y qué te han dicho?
- ¿Crees que alguien me va a decir que no a algo?

Yo sonreí y salimos de la habitación. Justin iba lento a mi lado porque sabía que no podía ir más rápido… Nos conocemos tanto que hay momentos en los que puede asustar, pero creo que solo una relación funciona cuando se sabe hasta los oscuros secretos del otro. Yo ahora sabía por qué Justin y yo encajábamos, él tenía un pasado oscuro y yo tenía un presente oscuro, él me podía entender mejor que cualquier otra persona. Puede sonar estúpido que ahora que tengo todo lo que una chica quiere este en mis últimos días. Seguimos por un pasillo largo hasta que llegamos a unas puertas grandes. Justin abrió una y me dejó paso.

- Vas más lenta que una abuela con un bastón cruzando un paso de cebra.
- Tú eres estúpido.
- Y tú quieres a un estúpido.
- Y tú a una vieja.

Justin me sonrió. Yo miré al frente mientras notaba como mis mejillas se iban poniendo rojos. Miré a la sala que era enorme, tenía grandes techos y grandes ventanas con los marcos de color de madera, el suelo era imitación a la madera lo que era una alegría porque hacía tiempo que solo veía cosas blancas. Algunas ventanas estaban medio cubiertas por una cortina de terciopelo color burdeos. Al fondo de la sala había un escenario y antes de llegar a él había velas puestas en el suelo y en medio de ellas una silla. Miré a Justin y él me agarró de la mano hasta llegar a las velas, pasamos por un sitio que no había y Justin me sentó en la silla.

- ¿Qué vas a hacer?

Justin se alejó de mí y empezó a subir las escaleras para ir al escenario.

- Un día mi abuelo nos reunió a mi abuela, a mi madre y a mí en su cuarto y nos dijo lo siguiente, “quiero que os vayáis cada uno a un sitio y no me veáis hasta mañana. Quiero que en ese tiempo que vais a estar a solas penséis en mí y escribáis que es lo que significó para vosotros. Como si fuera la última vez que me lo vais a decir. Vale todo tipo de ñoñerías e incluso alguna anécdota, no voy a poner pegas, solo quiero que salga de vuestro corazón y tenéis que escribirlo como si se lo fuerais a contar a una persona que no soy yo ni me conoce” Si, es lo que piensas, mi abuelo quería tener un funeral adelantado para estar en él… Y si, estaba en sus últimos días, no sé cómo lo sabía.
- ¿Qué me quieres decir con esto?

Justin sonrió y metió su mano en el bolsillo trasero de sus pantalones, de ahí sacó un papel bien doblado.


- Quiero que tengas el privilegio de escuchar que diría en tu funeral si mueres.
- Justin…
- Por favor.- Justin se llevó la mano a sus ojos, cogió aire- Déjame hacerlo, lo necesito.

Yo asentí con la cabeza mientras mis manos empezaban a temblar. Justin aclaró su garganta y se sentó en el borde del escenario, desdoblo el papel y empezó a hablar.

- Posiblemente nadie conozca a Grace como yo lo hice y ya nadie lo hará, es una pena que nadie haya tenido el placer de conocerla como yo lo hice, de saber sus pequeños secretos hasta sus grandes manías. Ella es una de las mejores personas que he conocido, era misteriosa y a la vez sencilla, lo tenía todo y me pregunté todas las noche como ella no podía ver lo perfecta y hermosa que era, porque lo era, oh Dios, claro que sí, aunque no sé cómo ella no podía ver eso. Creo que la mejor forma de definir a Grace es diciendo que era de ese tipo de persona por el que merece la pena luchar y yo luche cada segundo que estuve a su lado por ella,- Justin paró un segundo y miró al techo- era una chica que había dejado que una enfermedad se apoderada de ella, había dejado que la sociedad mandara en su cuerpo y no su cabeza, y aun en sus últimos días en los cuales se podía ver el daño que había hecho la anorexia en ella yo la veía como en los primeros días, con más carne en sus mejillas y un aspecto saludable, esto era porque yo ya no veía su aspecto físico yo solo veía como ella era por dentro y era una magnifica persona por lo que jamás pudo ser fea. Recuerdo un día que me dijo que estaba en el hospital, todavía no la había visto en persona y lo único que pude hacer fue decirle que me pasara a su madre y la traté de convencer de que me dejara ir porque yo no podía seguir estando tan lejos de ella, su madre me dejo y todo empezó… Recuerdo que cuando su madre me dijo que si, empecé a saltar en mi cuarto con una sonrisa en mi cara, la iba a poder ver y le iba a poder decir lo mucho que yo sufría por ella.  Muchas veces me preguntaba si ella sabía lo importante que era para mí, porque de verdad lo era, lo raro  es que mientras ella quería morir a mí me estaba dando la vida. Es un poco irónico, ¿no? Pero así era ella, sin sentido pero perfecta. Me pregunto si alguna vez logró alcanzar ese estado de normalidad que anisaba, yo lo intentaba, hice lo posible para que pareciéramos dos adolescentes enamorados. Yo hubiera hecho todo lo que me hubiera pedido, hasta le hubiera bajado la Luna si eso significaría que ella siguiera aquí conmigo... Hay veces que la extraño tanto que me duele, noto como mi corazón se encoje y lloro, porque creo que quizás pude haber hecho algo que cambiara su mente, creo que lo hice lo mejor que pude pero no es así, porque si no… ella seguiría aquí con nosotros- Justin se llevó las manos a sus ojos y tras coger aire un par de veces, continuó- De verdad me da pena esa gente que no llegó a conocerla, como ya he dicho, me da pena que no hayan visto esa sonrisa tímida que cubría su cara,  ni que haya notado como era su mirada cuando se centraba en algo y como podías ver que estaba dando vueltas en su cabeza a un pensamiento. Me encantaban sus pequeños detalles, aquellos que nadie podía ver a no ser que estuviera tan cerca de ella como yo lo estuve. Sus manos temblando cuando algo no le gustaba… Aquel tembleque que yo le intentaba quitar apretando sus manos. No creo que jamás vaya a encontrar a otra persona como ella, porque Grace, has dejado el listón muy alto. Tú me decías que no eras lo suficiente buena para mí, lo que yo me podía reír cuando lo recordaba. ¿Qué no eras buena para mí? Fuiste como un ángel caído del cielo, fuiste mi propio ángel. Yo tuve la suerte de que alguien como tú se fijara en mí, me has ayudado en mucho y todavía, cuando pienso en ti, me sigues ayudando. Me hubiera gustado grabar un te quiero tuyo, porque sé que es el más sincero que jamás escucharé. Todo ha ido demasiado rápido: te hable, me hablaste, nos hablamos, nos conocimos, me fui, viniste, te abandoné, vine a por ti, me iba a ir pero volví y ahora tú eres quien se ha ido. ¿Lo ves? Siempre era yo quien te dejaba sola justo cuando más me necesitabas, tú eras demasiado buena para mí. Esa es Grace, señoras y señores, una persona que aunque estaba rota siempre volvía a mi aunque fuera a pedazos, fuera una persona que ni el amor la pudo recomponer, pero ¿sabes qué? No me arrepiento de los momentos que pasamos juntos, ni de haber marcado con mi letra tu cuerpo dejándote contigo la verdad más grande que jamás te ha dicho. Eres hermosa Grace, lo eras y eres. Espero que ahora, estés donde estés, hayas encontrado la paz que tanto te mereces. Te quiero mi escritora, fue un placer ser tu diario todo este tiempo y que sepas que jamás me importó que mojaras con tus lágrimas mis páginas. Espero que encuentres a mi abuelo y que juntos me esperéis. Mi niña, mi reina, mi pequeña, mi novia, mi escritora, mi todo… Como desearía que siguieras aquí porque sin ti yo ya no sé qué hacer, estoy perdido, ¿por qué me has dejado aquí? Llévame contigo…


A Justin se le resbaló el papel de las manos y se las llevó a su cara, empezó a llorar, su cuerpo temblaba y su respiración era fuerte y agitada. Yo seguía en mi silla, notando como las lágrimas bajaban por mis mejillas una detrás de otra. La sala quedó en silencio y solo se podía escuchar su llanto, eso me rompía el arma en pequeños trozos, mi cabeza estaba dando vueltas intentando asimilar todo esto pero eran demasiadas cosas para mí, me levanté de la silla, cogí el aparato que tenía el suero y con mis poca fuerza salí corriendo de la habitación. Dejándolo a él solo.

Salí corriendo de allí y me metí en el pasillo por el que había venido, yo no sabía cómo podía correr tan rápido, oía gritos a mi espalda llamándome pero no me importaban porque no eran de Justin. Seguía corriendo, no sabía a donde ir pero quería ir bien lejos de todo esto, quería desaparecer pero no sabía cómo. Llegué a una habitación que se podía ver como tenía una pared llena de espejos, terminé de abrir la puerta que estaba entre abierta y entré dentro. Cerré la puerta detrás de mí y avancé hasta colocarme delante de la pared llena de espejos, me quité las zapatillas y me observé. Levanté mi mirada llevándola desde el reflejo de mis pies hasta el de mi cabeza, lo hice lentamente. Pies blanco y finos dedos, uñas perfectamente cortadas, seguía mirando mis piernas que estaban cubiertas por un pijama blanco con rayas horizontales de color verde, podía ver como si movía la pierna tardaba en tocar el pantalón, me quedaba grande, muy grande. Me agaché para remangarme la pierna de un pantalón y ver mi piel blanca, había mucho espacio entre mis piernas… ¿Esto era lo que yo siempre busqué? Bajé el pantalón de nuevo y seguí mirándome, levanté mi camiseta del pijama y observé como el hueso de mi cadera sobresalía y como mis costillas se notaban. ¿Esto es lo que yo ansiaba? Seguí mi mirada por el espejo para ver como mi clavícula estaba como en 3D estirando una piel sin color. Llegué a mi cabeza y me entraron ganas de llorar, podía notar los huesos de mi clavícula y mis ojeras eran peores que las de mis padres, mi mirada era oscura. Mi cabello no tenía brillo y si pasaba mi mano por él podía llevarme cuatro cabellos sin tirar. Miré mis manos como temblaban, parecían los dedos del esqueleto de mi clase de biología. ¿Era eso en lo que me había convertido?

¿Siempre quise ser un esqueleto? Yo solo quería verme guapa, pero no lo he conseguido, jamás o haré. Me sequé una lágrima que bajaba por mi mejilla, di unos cuantos pasos hacia atrás pero trómpese con un cable y caí al suelo, noté como mi cabeza se golpeaba contra el suelo y ya no tuve ganas de levantarme.

Abrí los ojos y estaba de nuevo en mi habitación, como si nada había pasado, pero ya nada se veía igual de siempre. Abrí los ojos y mis padres estaban delante de mi, mi madre se mordía las uñas, algo que siempre a mí me prohibió y mi padre movía su pierna izquierda nervioso. Mis padres…

- Hola- susurré

Los dos me miraron y fueron hacia mí, cada uno a mi lado.

- Hola cielo, ¿estás bien?- me preguntó mi madre.
- Tropecé con unos cables- susurré.
- Fue porque no te podías sostener de pie.

Y era verdad, ¿qué había hecho que pudiera estar de pie tanto tiempo mirando mi reflejo? ¿Cómo podía haber corrido desde el salón donde estaba Justin hasta el de los espejos? ¿Cómo?

- Grace, ¿estás bien? ¿Quieres que llame a alguien para que vea si te has dañado algo a caerte?
- No, no, no hace falta. ¿Me podéis dejar unos segundos a solas?- pregunté.
- Si- dijo mi padre sonriendo y fue hacia mi madre para cogerle la mano e irse de mi cuarto.

Me senté en la cama y miré lentamente a mí alrededor para no hacer movimientos muy bruscos. Vi que ya me habían traído la merienda, un plátano y un tazón con cereales. Mi mano temblaba, como ya era normal, mientras iba hacia el plátano. Lo cogí y empecé a pelarlo, le pegué un bocado no haciéndole caso a las náuseas de mi estómago. Mastiqué el trozo y me lo tragué, había olvidado lo bueno que estaba el plátano. Pegué un segundo bocado sonriendo, disfrutando del sabor que dejaba en mi boca y cuando fui a pegar un tercer bocado las nausea subió rápido por mi boca y solo tuve tiempo de coger un cuenco que había al lado mía y vomitar ahí. Podía notar por mi nuca como estaba sudando y me ardía el estómago y todo mi esófago, mi respiración se empezó a tranquilizar y solté el plátano en la bandeja y el cuenco a su lado. Busque a mi lado un botón rojo y lo pulsé, no sabía que estaba haciendo pero lo hacía. A los cinco segundos una enfermera entró en mi cuarto. Si las enfermeras no me dejaban que yo les dijera como me sentía les obligaría que me escucharan.

- ¿Qué ocurre?-dijo mientras iba hacia el suero para ver si estaba bien.
- ¿Puedo ver a la doctora?
- ¿Para qué?
- Tengo unas cosas que decirles- dije mientras me limpiaba las comisura de los labios.
- En unos minutos vengo a por ti.
- Vale.
Justin

La busqué por todas partes cuando logré contener mi llanto, yo solo esperaba que esto no hubiera sido una pésima idea. Cuando encontré a sus padres me dijeron que una enfermera la acababa de encontrar y que se había desmayado, que se acaba de desertar pero que quería estar unos segundos a solas. Fui a tomarme un refresco y cuando me lo acabé fui a su habitación, estaba vacía, ¿se había vuelto a escapar? Busqué a su alrededor algo que me diera una señal y solo vi un cuenco con vómito y medio plátano. No sabía que pensar sobre eso así que salí de la habitación rápido y fui por los pasillos mirándola. La encontré, ella me vio. Una enfermera la estaba sujetando y estaba yendo dirección a una puerta, la enfermera la abrió y ayudó a Grace a entrar, ella no me quitaba la mirada de encima y yo por primera vez no supe si su mirada era buena o mala, no sabía que estaba pasando, no sabía por qué estaba entrando a una habitación con una enferma y no sabía si tenía que alimentar a mis esperanzas o matarlas.


La puerta se cerró y yo me apoyé en una pared para deslizarme al suelo y esconder mi cabeza en mis piernas. Lloré en silencio, como siempre hacía por la noche.

------------------------------------------------------------------------------------------
¿Cómo puedo pedir perdón? Creo que no se puede, pero bueno... Solo quiero que quede claro que no he subido no porque no quisiera si no porque no podía...  Espero que este capítulo os haya gustado y os haya hecho llorar como a mi me hizo. QUE ALGUIEN ME DE A UN CHICO ASÍ Y YO ME CASO Y TENGO 10 HIJOS PARA APROVECHAR SUS GENES. Enserio, gracias a todas esas personas que me comprenden y perdonarme por no subir.
PD: Esta novela está en sus últimos días *muchas cara del grito en wa* 

Si leíste pulsa este botón     ¡APROVECHA Y COMENTA QUE YA MISMO NO PODRÁS! Pulsa el botó de "Lo he leido" si lo has hecho. GRACIAS POR LEERME<3

10 comentarios:

  1. AYUDAAAA, ME AHOGO, necesito un momento para limpiarme las lágrimas y tranquilizarme.
    *Unos minutos después* Ya está, ya estoy un poco mejor.
    ¿CÓMO ME HACES ESTO? YO CON ESTÁS COSAS SUFRO MUCHO *snif, snif*
    Como Grace muero yo no se que voy a hacer (después de matarte,obviamente)
    Los padres de Grace me dan mucha pena, enserio, y Justin pff mi Justin, él no se merece eso, él se merece ser feliz con Grace, y ella por supuesto que ella también se lo merece, Y ya que estamos yo también me lo merezco, que he sufrido mucho con esta novela e.e
    La carta de Justin me ha matado enserio, yo solo quería meterme en la novela y abrazarlo ;_;
    Me has tenido TODO el capitulo llorando como una tonta, desde que ha empezado la primera canción has el final.
    Ay, una cosa, por ahí has puesto que "se me rompía el arma" JAJAJA como se nota que eres de Málaga e.e
    Definitivamente ha merecido la pena quedarme despierta hasta tan tarde (son la 1) para leer el capitulo, y si mañana voy con cara de zombie al instituto da igual, que no me miren jajajaja.
    Y por último, muchas gracias por este capítulo Trix, y mucho mas por subirlo hoy, lo necesitaba, llevo todo el finde encerrada en mi casa estudiando como una loca y necesitaba despejarme un poco, gracias enserio.
    Y espero que tus problemas por lo que no podías subir se hayan solucionado, o por lo menos estés mejor, porque tu no te mereces estar mal.
    PD: ¿Por qué las teclas del ordenador tienen que hacer tanto ruido por la noche? ¿POR QUÉ? Si sigo voy a conseguir que se despierte mi madre :O
    Bueno y no me puedo ir de aquí sin decirte que te quiero (aunque te odie por hacerme sufrir con tus novelas) <3 -Y

    ResponderEliminar
  2. Me está encantando tu novela, en serio, con cada capítulo te superas. Haces que me meta en el papel de Grace y no sabes cuantísimo la entiendo.
    Cuando me recomendaron leerla pensé que iba a ser la típica fanfic, y sinceramente estoy bastante cansada de esas, pero esta es diferente. Hay algo más allá de los personajes, tienen historia y los hechos cambian repentinamente, haces que quien la lea se enganche. En serio, muy buena. @youmylifesaver

    ResponderEliminar
  3. Dios, tu quieres matarme a mi o que? Estoy temblando, muchíssimo. Joder, es que me encanta. La historia, como la cuentas, los personajes, todo. La carta de Justin me mata, sobretodo cuando dice: Mi niña, mi reina, mi pequeña, mi novia, mi escritora, mi todo...Esa parte me ha matado.
    Cuando me pasaron esta novela no creí que seria así, es genial. Te metes dentro de la historia. Eres Grace y de alguna manera has hecho que me parezca a ella. Creo que esta novela me está cambiando.
    En serio, gracias por escribirla. No me la esperaba para nada así pero pf... perfecta. Gracias de nuevo.
    -J

    ResponderEliminar
  4. INCREÍBLE! INCREÍBLE! INCREÍBLE! En serio, eres una artista. Como escribes.. Me dejas de piedra. Es un placer leer tus novelas! Y siempre lloro a moco tendido, son geniales cada uno de los capítulos que escribes, felicidades. Nunca dejes de escribir, por Dios

    ResponderEliminar
  5. Echo de menos esta novela, siguela ya o me muero *-*

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. Leer la parte del entierro con 'not about angels' es muerte.

    ResponderEliminar

Gracias.

Con la tecnología de Blogger.