Justin
El coche para y abro la puerta,
me coloco las gafas de sol que están colgando del cuello de mi camiseta y miro
al edificio que se encuentra delante de mí, sonrío, que recuerdos.
- ¿Dónde quiere que el deje las
maletas?
- Sígueme- le digo al chofer.
Voy hasta el portero, la calle
está un poco desértica menos por la gente que está durmiendo en la calle, hay
uno justo a mi lago agarrando una botella de ron como si fura su oso de
peluche. Pego al segundo botón del porterillo un par de veces. Antes de pegar
una tercera se escucha una voz de mujer.
- ¿Quién es?
- Justin.
- Mier…
Sonrío y observo mi reflejo en
cristal del portal.
- ¿Qué quieres?- dice de nuevo la
voz.
- Entrar- digo.
- Joder…
La puerta se abre y la empujo,
miro al chofer y le hago una señal para que me siga. Voy hasta el ascenso.
- Deja las maletas aquí- señalo a
mi lado.
El hombre las dejas y se va por
donde ha venido, yo bostezo mientras espero que el ascensor llegue. He tenido
que despertarme muy pronto para coger el tren y luego coger el coche para que
me trajera hasta aquí antes de que empezara la hora punta. El ascensor llega y
cojo las maletas para meterlas en él, pulso el botón dos y observo como las
puertas de metal se cierran. Me arreglo
el pelo en el espejo. Me las tendré que arreglar para que estas dos semanas
sean divertidas.
El ascensor llega a la planta y
cojo las maletas para salir, voy hasta la puerta de madera y pego al timbre. La
puerta se abre a los segundos una mujer vestida con un uniforme de sirvienta me
abre la puerta y yo entro dejando las maletas en la entrada. Nada más terminar
el pasillo veo por el rabillo del ojo como me van a pegar un puñetazo pero lo
consigo esquivar.
- ¡Kim!- digo y voy a abrazarla
pero ella me aparta.
- ¿Qué haces aquí? Solo traes
problemas, vete.
- Oh, venga ya, sé que me echas
de menos.
- ¿Quién te puede echar de menos
a ti?
- Todas las chicas que dejo
desnuda en la cama me echan de menos la mañana siguiente- le guiño un ojo y voy
hacia el sofá rojo que ocupa la mayor parte del salón.
- Asqueroso.
- ¿Dónde está Jordi?
- Ha ido a por algo de desayunar.
- Lo estas volviendo una mujer,
Kim.
- Cuando vuelva te va a echar.
- Sabes que no, Jordi me quiere a
diferencia de otras personas- digo mientras me bajo las gafas y la miro.
Ella se lleva las manos a la
cabeza.
- Señorita, ¿meto las maletas
dentro?- dice la mujer que me ha abierto la puerta.
- Si, llévalas a la habitación de
invitados- dice Kim.
- Sabía que tú también me querías.
- Muerto, muerto te quiero- Kim
suspira y luego se sienta a mi lado- ¿Qué tal te va todo? No nos habías
visitado desde…
- Ya.- le corto- Por ahora va
todo bien.
- ¿Algo que necesite saber?
Pienso en la vuelta de Tyler, en
el chico nuevo que no me da buena espina, que dispararon a Eddy, que Camille me
dijo hace unos días que la policía persiguió a Hugo hasta que consiguió
escaparse y que no sabe cómo sabían que iba a estar allí y que todo parece
estar conectado con Tyler y que quiero torturarlo hasta verlo morir pero que no
puedo. También pienso que le doy las gracias a Hayley por estas dos semanas de
descanso porque de verdad las necesitaba.
- Solo que quería ver a mi primos
que hacía mucho que no los veía y los extrañaba.
- Tú no extrañas a nadie- dijo
Kim mientras se levantaba acariciando unas arrugas en su blusa blanca.
- También es verdad.
Kim da unos cuantos pasos y se
vuelve a girar para mirarme.
- ¿Necesitas hablar de algo?
- Que no.
- Sabes que si necesitas algo…
- Déjalo ya- digo cortante.
Miro a Kim de reojo, Kim tenía
una gran melena rubia cuando la conocí, yo tenía unos 14 y ella tenía 18, era
guapísima y muy sexy, luego conoció a Jordi que tenía 19 y este se enamoró de
ella… Después de que su padre muriera hará ya un par de años se cortó su melena
dejándola por los hombros y se tiño de morena oscuro, se alejó de todo este
mundo menos de Jordi. Veo cómo va a irse del salón pero antes de irse suena
como una llave está abriendo la puerta y una sonrisa cubre su cara, no sé cómo
una chica como ella puede estar con un chico como él. Bueno, en general no
entiendo por qué existe el amor para personas como nosotros. Yo me levanto y
dejo que Kim le salude primero, escucho un beso sonoro desde el salón y luego
oigo como Kim le está susurrando algo, se escuchan unas bolsas y luego Jordi
sale del pasillo y cuando me ve una sonrisa cubre su cara, viene hacia mí y me
abraza dando unas palmadas en mi espalda.
- ¿Qué haces aquí, Justin?
- Luego te cuento.
- ¿No tenías a otro sito al que
ir?- pregunta Kim.
- Deja al chavar, mujer, él sabe
que esta es su segunda casa y que puede venir cuando quiera.
Kim cruza sus brazos en su pecho
y se apoya en la pared.
- Venga…- susurra Jordi.
Mi primo va hacia ella y le
levanta la cabeza con un dedo para besarla, yo aparto la mirada y saco el móvil
de mi bolsillo. 20 mensajes de Eddy, 5 de Camille, 4 de Hugo… Se me olvidaba
que no les había avisado de que me iba.
- Me voy a mi cuarto.
Llego a la habitación de
invitados y empiezo a sacar unas cuantas cosas, pero las dejo sobre la cama, me
siento en un sofa y decido contestarle a todos. Envío un mensaje grupal a todos
diciéndole que volveré en dos semanas. Camille me dice “Espero que cuando
vuelvas seas el de antes, no el marica de estas semanas” no puedo evitar reír y
le contesto que no me eche mucho de menos y que vigile a los demás y que si la
cosa se pone difícil, voy. Ella me responde un solo “ok” y entonces la puerta
se abre y mi primo aparece en ella.
- ¿Te vas a quedar por mucho
tiempo?
- El que yo crea conveniente.
- Conmigo no hace falta que te
pongas borde.
Dejo el móvil a mi lado y lo
miro.
- ¿Cómo estáis?- pregunto.
- Bien, tirando, por ahora la
cosa está tranquila y… - él baja su tono de voz- Creo que le voy a pedir que se
case conmigo el jueves.
- ¿Casarte? Pero… ¿qué haces?
¿Qué te has fumado?
- Estoy enamorado Justin.
- No, tú estás loco.
Él sonríe y se sienta en la cama.
- Tú estás a punto de cumplir los
20, ¿no deberías de empezar a asentar tú cabeza?- me pregunta.
- ¿Para? Si mi vida es lo mejor
que hay.
- Yo también creía eso.
- Si tú vivieras mi vida ni siquiera
pensarías en el amor. ¿Para qué lo necesitas cuando hay alcohol, drogas y
putas baratas?
- Tú necesitas algo que te dé un
poco de cordura, Justin.
- No he venido aquí para que me
des sermones, Jordi. Para eso me voy.
- ¿Y por qué has venido aquí? No
hemos hablado desde que nos vimos en…
- Ya, por eso mismo, os quería
ver- le vuelvo a cortar igual que a Kim.
- ¿Y tú no tienes clase?
Los dos nos miramos y empezamos a
reírnos.
- Me alegra que hayas venido
aquí, enserio, pero ¿es por algo? ¿Estas huyendo de alguien?
- De una chica.
Él no puede evitar sonreír.
- Es por un juego, no
malinterpretes.
- El amor también es un juego,
Justin.
Él se levanta y me mira.
- Más tarde vengo a por ti, nos
vamos a visitar el club ¿vale?
- Vale.
Él se va de la habitación y
cierra la puerta, yo suspiro y me llevo las manos a la cabeza. Inmediatamente
busco en mis pantalones un cigarro y lo enciendo. ¿Qué podría hacer en estas
dos semanas?
Hayley
Ha pasado una semana desde que
fui a una fiesta con Abby, desde que bailé con Tyler y con Justin, desde que me
besé con Tyler y con Justin, desde que reté a Justin a que no me viera en dos
semanas. Hace una semana que no veo a Justin y en esta semana han pasado pocas
cosas. Me he visto con Tyler más veces, nos hemos besado unas cuantas más y hoy
viernes, me ha llevado a dar una vuelta al pueblo. Acabo de llegar y estoy
sobre mi cama mirando el techo pensando que no he hablado mucho con Abby esta
semana y que ha sido un poco aburrida.
Creo que lo peor de tener una
semana tan aburrida es que te da mucho tiempo para pensar y lo he hecho, he
pensado como nunca lo he hecho en estos días que llevo aquí. Me he dado un
tiempo para pensar en mi hermano y he llorado sin que nadie me consolara,
tampoco me preocupa no tener un hombro en el que llorar. También he pensado en
que hecho mucho de menos a mí hermano y que me gustaría verlo, también creo que
me estoy alejando de lo que soy por culpa de unos chicos y si, digo unos porque
no solo he pensado en Tyler he pensado en Justin y en el asco que le tengo,
sobretodo pensaba en él por las noches cuando me encontraba enfrente a un saco
y le daba puñetazos que después me dejaban los nudillos mal heridos.
He bailado mucho, sí, porque
ahora podía bailar sin que nadie me interrumpiese y puedo decir que he
disfrutado como una niña pequeña… También he estrenado las bailarinas que
alguien me dejo en una caja.
Me gustaría saber que va a pasar
con Tyler ahora, no somos nada serio y tampoco quiero serlo. Recuerdo que me
prometí a mí misma que no me importaría nada de aquí pero se me hace tan difícil
alejarme de estas personas. Siento que he vuelto a dejar a Abby de lado, he
estado comiendo con Tyler en una mesa aparte, él quería que me sentase con sus
amigos pero yo no quería y entonces nos sentábamos a solas y Abby se sentaba
sola. No me siento orgullosa ni nada, me gustaría volver atrás a la fiesta y no
haber ido o no haberme separado de Abby. Mis parpados empiezan a pesarme y me
pongo más cómoda sobre la cama e intento dormir.
Justin
- Justin…
La oscuridad en la que estoy
sumergido empieza a desparecer.
- Justin…
Me estoy despertando pero estoy
tan cómodo que no quiero moverme para ver si se va.
- No se despierta.
Bien, ya se va a ir.
- ¿No?
Esta voz ya es más grave, pero la
ignoro igual.
- JUSTIN, JODER, LEVÁNTATE, ¿QUÉ
TE CREES QUE ES ESTO? ¿UNA PENSIÓN COMPLETA?
El chillido entra en mi cabeza
como un martillo y abro los ojos.
- ¿Qué quieres?- digo sentándome en
la cama, o eso creía yo pero cuando miro a mi alrededor veo que estoy en un
sofá.
- ¿Qué que quiero?
Reconozco la voz de mi primo.
- Que te levantes de una puta vez
de mi sofá y recojas todo esto.
Me siento con las piernas en el
suelo y miro a mi alrededor, veo el salón destrozado, botellas por ahí y vasos
por allá. No puedo evitar la sonrisa que cubre mi cara cuando recuerdo lo que
ha pasado en el sofá en el que estoy ahora mismo.
- Toma.- mi primo me lanza un
pantalón- Vístete.
Me levanto del sofá y me coloco
el pantalón me estiro y noto como mis huesos crujen, me pregunto cuando se
habrán ido las chicas y si mi primo las habrá visto.
- ¿Por qué sonríes?- Jordi se
acerca hacia mí- Te digo que vamos a pasar un par de días fuera para celebrar
que nos vamos a casa y que cuides de la casa como un adulto que eres y cuando
llegamos la encontramos así.
- Cállate.- le digo mientras
remuevo las cosas de la mesa para buscar un cigarro. Cuando encuentro uno un
poco roto lo cojo, busco un mechero y antes de encenderlo Jordi me lo quita-
¿Qué haces?
- Estoy feliz de que estés aquí
pero te estás pasando.
- No estoy como para escucharte
hablar, me molestas.
Le quito el cigarro de la mano y
lo enciendo.
- ¿Y cuándo vamos a hablar? Solo
hemos hablado en esta semana para que te llevara al club y para comer.
- ¿Para qué quieres hablar? No
remuevas la mierda seca, Jordi.
- Las cosas hay que hablarlas.
- He dicho que no- empiezo a
caminar hacia mi cuarto cuando Jordi me agarra del brazo.
Me giro, le miro a los ojos, le
cojo del cuello y lo llevo hasta una pared.
- Para- me dice, pudo notar como
le empieza a faltar el aire.
Cojo una calada de aire y le
expulso el humo en la cara, él empieza a toser.
- ¡Justin!- grita Kim.
Miro a los ojos de Jordi, su cara
se está empezando a poner roja y no está luchando por soltarse… sabe que no
puede contra mí. Miro a Kim, tan pequeña y con el anillo que destaca en sus
manos pálidas. Se siente impotente, como yo me sentí hace un tiempo.
- Sois familia- me dice Kim.
- ¿Y?
Sin mirar a Jordi lo suelto y pego
otra calada profunda a mi cigarro, camino al lado de Kim y expulso el humo. Por
el mitad del pasillo escucho la voz de Kim, dulce pero dura.
- Jordi…
Sé que algo va a pasar. Mi primo
se aclara la garganta y yo me paro, me giro y lo miro, su cara ya está de nuevo
con su color normal.
- Recoge tus cosas y vete de mi
casa.
No puedo evitar reírme y pego una
calada antes de tirar el cigarro al suelo sin apagarlo.
- Tranquilo ya me iba.
Hayley
Las mañanas siempre significan el
empezar de un nuevo día, en mi caso empezaba un sábado. Nada más que me levanté
quise volver a meterme en la cama porque por la ventana entraba un frío que me
dejó congelada la parte que se veía de mi espalda porque tenía la camiseta mal
puesta. Me puse una sudadera, la cual todavía conservaba el olor de mi hermano
aunque ya se estaba mezclando el mío. Cuando iba a ir hacia el armario para
vestirme, vi como delante de la puerta había un papel que supuse que era de la
mesa. Fui a cogerlo y vi una letra que no era la mía.
“Estaré fuera el fin de semana –Tyler”
No sé si la sonrisa que salió en
mi cara era una buena señal o mala, ¿estaba feliz de que Tyler fuera a estar
todo el fin de semana fuera? No sé si era lo que quería pero lo necesitaba. Me
puse unos vaqueros y me quité la sudadera y la camiseta del pijama para ponerme
unas mangas largas y de nuevo la sudadera. Me puse unas zapatillas bajas y salí
de mi cuarto. Fui a cafetería a desayunar, no vi a Abby y tampoco tenía ganas
de hablar. Cogí mi desayuno y me senté en una mesa. Cuando levanté la cabeza
para ver quien había a mi alrededor, vi como Abby entraba, miro a su alrededor
y cuando me vio sonrió. ¿Nunca se cansaría de estar conmigo? Ella cogió su
desayuno y se sentó enfrente de mí.
- Hola.
- Hola- dije.
- Hacía mucho que no hablábamos…
Después de la fiesta saliste corriendo a tu cuarto.
- No quería hablar mucho- tome
una cuchara de mis cereales.
- ¿Y ahora?
- Tampoco…
- Sé que es lo que está pasando.
- Abby…- la miré y ella me estaba
mirando atenta- ¿Por qué sigues hablando conmigo? ¿Por qué sigues ahí aunque no
te haga caso?
- Porque sé que va a llegar el
día en el que te des cuenta de los errores que has cometidos y no quiero que te
quedes sola.
- ¿Por qué?
- Te tengo cariño…
- Nos conocemos desde hace poco,
no puedes haberme cogido cariño tan fácil.
- ¿Me estás diciendo que yo a ti
ni te importo?- me dice.
- No quiero decir eso Abby… Es
solo que a veces creo que no entiendo que está ocurriendo.
- Es normal sentirse perdida
algunas veces.
La miré, quise gritarle que ella
no sabía cómo era sentirse perdida sin tener a nadie a quien acudir porque de
verdad no te queda nadie. Pero yo no sabía nada de su vida, así que no podía
decirle nada. Así que simplemente me levante de la mesa sin decirle nada,
recogí mi bandeja y antes de cruzar por la puerta, ella me llamó.
- ¡Hayley!
Giré mi cabeza para mirla, Abby
venía hacia mí así que volví a mirar hacia delante y empecé a correr. No sabía
hacia dónde pero solo quería alejarme de toda esta gente y lo único que tenía
en la cabeza era no tropezar con nadie. Llegué a una parte externa del edificio
en la que había unos bancos cubiertos
por un techo, desde allí pude ver como el cielo se llenaba de nubes, lo
más seguro era que empezara a llover en cualquier momento.
- ¿Has hablado con él?
La voz me asusto y recogí mis
pies encima del banco, reconocí la voz femenina de Camille, miré a mi alrededor
y no la vi por lo que supuse que estaría pasa la esquina que se encontraba a mi
izquierda.
- No coge el teléfono.
- Joder.
- Ya vendrá, Camille, sabes cómo
es Justin.
- Pero está solo, Eddy.
- ¿Y?
- ¿No lo sabes?
- ¿El qué?- pregunta Eddy.
- Tyler se ha ido y no solo, se
ha llevado a casi todos con él.
- ¿Qué?
Lo mismo que preguntó Eddy me lo
pregunte en mi cabeza, ¿qué tenía que ver ahora Tyler con Justin?
- ¿Por qué?- pregunto de nuevo
Eddy.
- ¿Por qué crees que va a ser?
Piensa, Justin fuera de aquí en casa de su primo sin nadie más pero con muchas
chicas a su alrededor.
- No me digas que…
- Sí. ¿Por qué mierda tuvo que
irse solo sin llevarse a nadie?
En mi cabeza se formó un puzle y
cuando coloqué la última pieza casi pude notar como mi cabeza explotaba. Tyler se
había ido en busca de Justin porque él ha hecho algo que no le ha hecho gracia
y Justin esta fuera, solo, por mi culpa. Miré al frente, solo se veía un gran
bosque, me levanté despacio del banco y empecé a correr hacia allí. Hoy tenía
la necesidad de correr lejos de todo, aunque lo principal era correr lejos de
todo lo que me recordaba ese internado. Sé que solté unas cuantas lágrimas pero
no me importaban, tuve que saltar unas cuantas veces para tropezar con las
ramas que había en el suelo. En cada paso podía oír como varias ramas se rompían
y creo haber pisado algún charco en mi huida. Mientras seguía corriendo, empecé
a oír unos pasos detrás de mí, me asuste y corrí más rápido. Aquí no estaba
segura.
Vi un gran árbol a lo lejos y fui
hasta él. Me apoyé en su tronco e intenté que no se escuchara mucho mi
respiración. Los pasos se empezaban a oír más cerca y más lentos, cuando los
notaba a mi espalda salí de detrás del árbol preparada para pegar un puñetazo
pero me cogieron de la muñeca.
- Soy yo.
Le miré a la cara y era Eddy, ¿y
qué me quería decir con eso? Era él ¿y qué? ¿Acaso con él estaba a salvo?
- ¿Qué haces aquí? – pregunté.
- Abby me ha pedido que te
buscara.
- ¿Desde cuándo Abby habla con
vosotros? Vosotros le caéis mal.
Eddy sonríe de lado y se sienta
en el suelo encima de una roca grande, yo cansada me siento a su lado.
- Eso intenta aparentar, pero
siempre acude a nosotros cuando ocurre algo malo.
- Eso es aprovecharse- digo
mientras cojo una rama y la rompo para no tener que mirarle a los ojos.
- Así funcionamos. ¿Se puede
saber por qué has salido corriendo?
- He oído lo que hablabas con
Camille.
- Lo supimos cuando saliste
corriendo, no le hizo mucha gracia a ella pero bueno- sonrió.
- ¿Va a estar bien Justin?
- ¿Desde cuándo te importa?
- No me importa, pero siento que
es por mi culpa… No quiero que nadie salga herido por mi culpa…
- Demasiado tarde, Hayley…
Lo miré, esperando que dijera
algo que aclara lo último que ha dicho, pero él miró al bosque perdiéndose en
él.
Justin
- Otra copa.
- Ya es la sexta.
- He dicho que me rellenes la
copa, joder.
El camarero coge mi vaso y se va
hacia las botellas, yo apoyo mis codos en la barra y miro a mí alrededor. La
música me aturde, y me encanta que lo haga, miro a mi derecha y veo a una chica
en una barra con un tanga color negro y unas tiritas en su pecho, me mira
mientras se mueve por la barra. Le guiño un ojo y ella me sonríe. Aparto su
mirada de ella y veo a las demás chicas que están como ella. Casi todas menores
de edad trabajando para poder pagarse los estudios, las demás son personas que
ya han dado su vida por perdida. La gente baila en la pista, restregando sus
cuerpos, se puede oler el sudor desde aquí. En la parte de la izquierda se
puede ver como algunas chicas se llevan de la mano a unos chicos. Me giro de
nuevo hacia la barra para coger mi bebida lista y beber. El alcohol frío baja
por mi garganta dándome un escalofrío. Alguien toca mi espalda desnuda,
demasiada gente como para llevar camiseta. Me doy la vuelta para ver a una
chica oriental a mi espalda. Me encanta lo exótico. La chica va igual vestida que la que estaba en
la barra. Me coge de la mano y yo me bebo mi copa antes de que me araste hasta
la pista de baile.
Bailamos tan pegados que puedo
notar cada parte de su cuerpo y ella del mío, meto mi mano la parte de delante
de su tanga y la chica me agarra del cuello y me acerca su boca para darme
pequeños besos, pero ¿qué son los pequeños besos? Nada. Así que busco su boca
rápidamente y llevo mis manos hasta su trasero y la acerco hacia mí para que
pueda sentir mi cuerpo.
Entonces una persona me agarra
del brazo y me separa de ella bruscamente, me giro y sin que pueda reaccionar
un puño choca contra mi cara. Doy unos
cuantos pasos hacia atrás y levanto mi mirada. Está Tyler y justo detrás de él,
cuatro chicos más. Los cinco me miran como si hubiera cometido el mayor delito
que puede haber, y quizás lo haya hecho, pero no me importa.
- ¿Qué mierda haces aquí?- le
pregunto.
- Y tienes valor como para
preguntarme eso.
- ¿Me lo vas a decir?
- Antes de ayer te acostaste con
la novia de uno de mis chicos.
Me llevo la mano a la nuca, miro
a mi alrededor y veo el círculo que se ha formado a nuestro alrededor, que patético.
- ¿Cómo era?
- Gilipollas- susurra Tyler, sé
que se esté conteniendo.
- No, enserio, ¿cómo es? Es que
han pasado tantas por mi cama esta semana que no me acuerdo.
Uno de los cuatro chicos que
estaban detrás de él no aguanta más y se abre paso y llega hasta a mí, logro
esquivar su golpe pero me agarran desde atrás.
- No luchar uno contra uno es de
maricas- digo sonriendo.
- Cabrón, te vas a arrepentir de
lo que has hecho.
Sonrío, y esa sonrisa le pone
nervioso y me pega un puñetazo en la boca, yo le escupo a los pies y veo mi
sangre en sus zapatos blancos. No puedo dejar de sonreír porque no siento
dolor, quizás el alcohol ya haya hecho su efecto.
- ¿No te vas a defender?- me
pregunta Tyler que está a un lado.
Yo me encojo de hombros, o por lo
menos lo que puedo. El tío que está delante de mí me va a pegar un puñetazo de
nuevo pero cojo impulso y le pego una patada, del impulso la persona que me
tenía cogida me suelta y quedo libre de nuevo. Miro a mi alrededor, los cinco chicos
han formado un circulo y yo estoy en el medio. No me voy a poner a llorar por
que sea uno contra cinco, pero he dado esta pelea perdida desde el principio.
Uno viene contra mí y le empujo, pero otro me agarra y me pega una patada que
me derriba y se coloca encima de mí. Llevo mi mano al bolsillo mientras mi nariz
empieza a sangrar por los golpes y cuando encuentro el objeto afilado lo saco y
se lo hinco a la persona que está delante de mí, se lo saco y lo vuelvo a
hincar. Él se cae de encima mía y yo me incorporo para toser la sangre que hay
en mi garganta, encuentro al chico con la mano en su dorso y voy hacia él para
pegarle puñetazos hasta que el chico pierde la consciencia y a mí me agarran
desde el cuello para alejarme de él. Tyler se coloca encima de mí y con el filo
de su navaja me hace un arañazo en mi estómago después me pega un rodillazo en
mi entrepierna y caído de nuevo al suelo, mi cabeza golpea contra el cemento y
pierdo la consciencia justo cuando se escucha el sonido de la policía y la gente corriendo.
Hayley
- ¿Te puedo hacer una pregunta?-
me dice Eddy.
- Claro.
- ¿Tú sabes por qué Justin se ha
ido sin avisar? Estamos un poco preocupados por él y no nos coge el teléfono a
penas.
- Por una tontería- digo
desviando mi mirada de él para ver como unas pequeñas gotas de agua caen del
cielo.
- Te entiendo, hay cosas que es
mejor mantener en secreto.
- Sois unos expertos en mantener
las cosas en secreto- susurro.
- ¿Quiénes?
- Todos.
- No- dice él negando su cabeza y
poniéndose la capucha para cubrirse de la lluvia, yo le imito-. Nadie tiene
secretos solo es que no sabes hacer las preguntas adecuadas y no te van a dar
más información de la que preguntes.
- Me gustaría que todo fuese más
fácil.
- La vida no es fácil.
Sonrío dándole toda la razón.
- Eres con el primer chico que
tengo una conversación razonable desde hace un tiempo.
- Eso es muy triste.
- Lo es.
Eddy mira arriba cuando se oye el
sonido de una tormenta. Se pone de pie y me ofrece la mano para levantarme.
- ¿Sabes que vas a hacer el
próximo fin de semana? Se puede dormir fuera de aquí.
Me encojo de hombros y niego con
la cabeza.
- Posiblemente me quede aquí, no
tengo a ningún lado al que ir.
Hay unos segundos de silencio que
Eddy rompe.
- Oye…- Eddy mira al suelo y
después me mira- Lo siento por tu hermano.
- No importa.
Eddy se da la vuelta y empieza a
andar.
- Nos vemos allí- me dice, se
despide con la mano y sale corriendo.
Yo me quedo unos cuantos segundos
bajo la lluvia, pensando en mi hermano y en cómo la gente se ha enterado.
Cuando la tormenta aprieta un poco más empiezo a correr hacia abajo, esperando
no perderme. Salgo en el mismo lugar donde oí la conversación de Camille y
Eddy, me acerco más y veo la figura de una chica sentada en un banco, Abby.
- ¿Qué haces aquí? Ve para
dentro- le digo.
- Te estaba esperando- dice
sonriendo tímida y me tiende una toalla-. Me alegra saber que Eddy te encontró.
- Si, y yo de que me haya
encontrado.
Cojo la toalla y me seco la cara,
miro a Abby que va caminando a mi lado y sonrío. Quizás si tenga a personas en
las que confiar.
- Oye Abby… ¿Tú tienes el número
de teléfono de Justin? Tengo que hablar con él.
Abby me mira y suspira mientras niega
con su cabeza.
- ¿Cuándo vas a aprender?
- Abby… -susurro.
- Si, ahora cuando te cambies de
ropa te lo doy. Y hoy te subo la comida arriba.
Llegamos a mi habitación y me
cambio de ropa colocándome un pijama calentito, Abby viene a mi cuarto con una
sopa calentita y me sonríe. Quizás no la conozca de verdad, ni ella a mí, pero
si no hablamos difícilmente romperemos este muro. Cuando me termino la sopa,
Abby se levanta para irse y antes me da un papel con un número apuntado.
- Espero que no te vayas a arrepentir después de
lo que vayas a hacer.
- No creo- le digo sonriendo.
Abby deja mi habitación e
introduzco su teléfono en mi móvil. Le doy a llamar, empieza la llamada pero no
me lo coge, acaba la primera y decido volver a llamarle. Esta vez me lo cogen después
de unos segundos, el corazón se me sube a la boca.
- ¿Diga?- dice una voz femenina.
- ¿Esta Justin?
- Ahora mismo no puede ponerse-
la chica parece nerviosa y con ganas de cortar, ¿habré interrumpido algo?
- Es importante.
- Es que no se puede poner…
Cuando pueda le digo que te llame, ¿cómo te llamas?
- Hayley- susurro nerviosa.
La chica se queda unos segundos
en silencio.
- ¿Cómo? No te he oído, ¿puedes
decirlo más fuerte?
- Hayley- digo un poco gritando.
- Oh Dios… No puede ser- dice la
chica tras la línea.
- ¿Qué pasa?- pregunto asustada.
- Hayley…- dice ella.
- Sí, soy yo. Me puedes pasar con
Justin, joder, le tengo que decir una cosa.
- Eres tú…
- ¿Qué mierda pasa?- pregunto ya
un poco enfadada.
- Yo… Yo… Lo siento por lo que ha
pasado…- dice la mujer nerviosa, apenas susurrando y como si fuera a llorar.
Entonces oigo como el teléfono se
mueve.
- ¿Qué mierda ibas a decir?-
escucho de lejos- Lo siento, Justin no se puede poner, llámalo mañana- dice tras el teléfono una voz de hombre.
Y me cuelgan, me quedo mirando el
teléfono confusa por lo que acaba de pasar. ¿Dónde estaba Justin? ¿Quién eran
esos dos? ¿Por qué la mujer se ha disculpado? ¿Ha pasado algo con Justin? Miro
en mi lista de contactos y busco el teléfono de Tyler, lo llamo dos veces pero
no me lo coge. Rechisto y dejo el móvil sobre la mesita de noche. Empiezo a
tener frío y me tapo con las sabanas, pero la voz de la mujer diciéndome “lo siento“
no desparece de mi cabeza.
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PODRÍA DECIR LO SIENTO EN TODO LOS IDIOMAS Y TODAVÍA NO OS LO HABRÍA DICHO LO SUFICIENTE. Quizás esté capitulo a primeras os pueda parecer un poco aburrido y que no os he recompensado, pero hay cosas muy importantes y tranquilas, que pronto subiré más seguido espero Espero que os haya gustado y muchas gracias a todas esas personas que se preocupaban por cuando iba a subir y demás.
PD: si hay faltas tell me.
Si leíste pulsa el botón Tweet Los comentarios me motivan a subir pronto... MIL GRACIAS POR LEERME Y POR TODO, GRACIAS. <3
Ay ay ay, que pena me da Abby, con lo mona que es y Hayley tratándola así :(
ResponderEliminar¿QUÉ COJONES LE HA PASADO A JUSTIN? ¿QUÉ HA PASADO AL FINAL? ME HAS DEJADO TO' LOCA. Necesito el siguiente soooooon (pero no el soon de Justin e.e)
Por cierto, será puto el Justino que hace con las guarras esas, que él tiene que ser para Hayley.
Y Tyler djsahgjlkhdsjghjsdhgsjdh lo odio (en realidad no) ¿Por qué hace eso?
Voy a contarte lo que me imagino que ha pasado, que después de la pelea ha llegado la poli y eso y se han llevado a Justin al hospital y la del teléfono era Kim y Jordi, que estaban con él en el hospital, aunque esto último no lo tengo muy claro ,porque como le ha hablado el chico a la chica me ha hecho dudar mmm.
POR FAVOR SUBE PRONTO, necesito Justin y Hayley juntos, ahora, YA.
Y con Abby tiene que hablar más, que ella solo intenta que Hayley este bien y no le pase nada...
Love u <3 -Y
Cada día odio mas a Tyler.
ResponderEliminarQue ha pazaooooooo', ay pobre Jusssssssssssssstin
ResponderEliminarAyayaayayayay sooos. Perfecto. Odio a Tyler y Hayley es tan tonta, o sea, qur no entiendo porque no quiere ver al Shastem si fuera yo habría perdido el juego a posta solo pa' tirarmelo y que me diera duro. Sube pronto pls.
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