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Capítulo 10



Grace

Hoy es uno de esos días en los que deseas quedarte en casa, pero no puedes porque tus padres no se creen que estés mala. Vale, quizás no tengo fiebre, ni tos, ni estornudos, pero… ¿acaso no se puede estar enferma mentalmente sin esas cosas? Yo creo que sí, y esa enfermedad tendría que tener un nombre, algo como “monstruitis”, porque los monstruos de tu cabeza son los culpables.

La última vez que hablé con Justin fue el lunes, estamos a miércoles. Lo último que le dije fue adiós, él me dijo que tenía que irse a entrenar y que el martes tenía que estudiar. Lo extraño y no debería hacerlo. No debería porque cuando quiera morir, esas personas por las que yo tenga afecto, serán un impedimento…

Hoy estoy muy negativa, hoy solo veo nubes negras, aunque no haya ni una en el cielo… Estoy de camino a casa después de clase, hoy ha sido una mierda de día y no había nadie con quien comentarlo. Elsa ya se ha olvidado de que le ayudé y Sabrina ha estado besándose con el novio, aunque si hubieran estado conmigo ¿acaso me hubieran ayudado a relajar los monstruos? Yo intento pelear contra ellos, porque no quiero que me controlen, yo quiero tener el poder de mi mente.

No quiero que me vuelvan a llevar al hospital y después a un centro de recuperación. No quiero que mis padres pierdan el dinero intentando ayudar a una causa perdida. Los centro de recuperación son de lo peor, todo es blanco, no hay nada afilado y hay miles de personas alrededor tuyo mientras comes. ¿No ven que eso no ayuda? Pero eso no es lo peor… Pero no creo que hoy sea un buen día para recordar todo lo ocurrido allí. Simplemente no quiero volver.

Al ir por el parque. Algo me asustó, donde siempre estaba la pareja de ancianos, solo vi al hombre… ¿Dónde estaba su amada? ¿Dónde estaba su mujer? El hombre miraba al suelo, no pude ver si había lágrimas en sus ojos. ¿Se había muerto? No, no podía ser… Yo ayer la vi. Esta vida es tan frágil. Me entraron ganas de ir, de darle mi pésame y decirle que yo también la apreciaba, aunque no supiera su nombre, aunque jamás le hablé… Pero la apreciaba porque formaba parte de mí día a día. El anciano sostenía entre sus manos una margarita, la cual iba dando vueltas gracias a que el hombre giraba el tallo. ¿Sería la margarita la flor preferida de su mujer?  

Mis ojos se aguaron y avancé, esperando que el perro de siempre me ladrara por el bocata en mi maleta junto al hombre de 27 años más o menos. Pero no está, veo al hombre, cabizbajo, con una barba de tres días. Es cierto que ayer el perro no ladró con todas sus fuerzas y que estaba mayor, pero no puede haber muerto. No puede haber muerto todo el mundo del día a la mañana. El hombre levanta la cabeza, hoy está más solitario que nunca. Me mira y vuelve a bajar la cabeza. Ya no volverá a venir por aquí, porque yo le recordaré a su difunto perro.

Y no sé por qué, casi corro hasta el banco donde siempre está la mujer con ese libro que lee una y otra vez. Mi corazón late una vez y luego se para cuando veo el banco vacío. Y en ese momento en mi ipod suena Won't go home without you de Maroon 5 ¿Por qué tiene que ser tan oportuno el aleatorio? “Pero ahora es muy muy tarde, ella ya se ha ido.” Mis lágrimas se preparan. No hay nadie en el banco, no está el perro, no está la anciana. Hoy he tenido gimnasia y me he tenido que cambiar cuando todo el mundo lo había hecho y he llegado tarde a clase, el profesor me regañó porque siempre llego tarde. “Todas las noches lloras hasta quedarte dormida pensando: ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué tienen que ser todos los momentos tan difíciles?” Las lágrimas salen de mis ojos, acarician mi mejilla y acaban, unas en mi boca y otras chocan contra el suelo.

Miro a mi alrededor, no hay nadie y ese es el problema, en tus peores días no hay nadie, hasta tu sombra si pudiera se iría para no tener que soportarte. Empiezo a correr lo más rápido que puedo, me empieza a faltar el aliento. “Solo dame una oportunidad para hacer lo correcto” Corro. Respiro. Lloro. Los monstruos ganan, yo pierdo. Llego al portar de mi casa, cojo aire, me limpio las lágrimas con mi manga del jersey y cojo aire contando hasta 6 y expulso el aire contando hasta 10. Unas cuantas veces. Sacó las llaves, mi mano tiembla pero logro meterlo en la cerradura.

Se abre la puerta y espero en la oscuridad al ascensor, en la oscuridad soy más accesible a las sombras, allí soy toda suyas. Noto como me acarician la pierna. No, Grace, no. El ascensor llega, me muerdo la mano para no gritar. Entro en él, hoy parece más pequeño que nunca, las paredes se van cerrando, me van a apretujar, voy a morir. Noto las paredes, las noto y no me he movido. Grace, son paranoias tuyas, me digo, pero no me creo, las noto. El ascensor llega a mi planta y salgo, justo antes de ser aplastada. Cojo aire, había dejado de respirar sin yo decidirlo. Estoy perdiendo el control.

Mi mano tiembla más que nunca, pero logro meter la llave, nada más que entro, el olor de un filete rebozado en aceite, grasiento, me da en la cara, produciéndome nauseas. Sigo avanzando hasta el salón, en la mesa veo: queso cortado, coca cola, filetes y una ensalada de pasta. ¿Por qué hay tanta comida? Mis padres están hablando, mirándose unos a otro. ¿No me ven? ¿No saben que estoy aquí? ¿Quizás he muerto en el ascensor y ahora soy un fantasma? No, no es así, porque mi madre gira su cabeza y me sonríe.

- Hola cariño, ¿qué tal las clases?

Clases. Gimnasia. Cuerpos de chicas perfectos. El mío no lo es. Quiero gritar, pero simplemente asiento, sonriendo y voy a mi cuarto a dejar mi maleta. Hace calor, mucha calor, abro la ventana, mi cuarto empieza a dar vueltas y me tengo que agarrar a mi cama.

- Grace, deja el ordenador y ven a comer. Que se enfría- grita mi padre.

Eso es lo que sabe hacer, gritar y dar órdenes, a la vez. Voy al baño, echo agua a mi cara, la refresco y cuando levanto la mirada en vez de verme a mí, veo un monstruo de un solo ojo y gran boca. Parpadeo, se ha ido, por ahora. Voy a mi sitio en la mesa, ellos están terminando de comer. Me siento. Cojo el cuchillo, aquí si hay cosas afiladas… Empiezo a partir mi filete, en un millón de trozos, hago tiempo para que se vayan… pero no sé si estoy haciendo tiempo para que se vayan mis padres o los monstruos. Miro a mis padres, hoy sonríen, hoy se llevan bien.

Que corte el filete no significa que vaya a comerlo, pero eso mis padres no lo saben. Me echo ensalada de pasta en un lado del plato y pongo dos trozos de queso en una esquina. A mis padres les gustaría que me comiera todo eso y tiene muy buena pinta, si, la ensalada de pasta me llama y el filete grita mi nombre. Pincho un trozo de filete cuando mis padres empiezan a recoger. Nada más que los dos se han ido a la cocina, cojo dos servilletas y  en una meto cinco trozos de filete en ella, la guardo entre mis piernas. La otra servilleta la dejo a mi lado, por si acaso mis padres han oído el ruido, que vean que la utilizo para limpiarme.
Mis padres vuelven, mi padre al baño y mi madre a su cuarto para terminar de arreglarse de nuevo para ir al trabajo. Otra vez estoy sola, cojo la servilleta de entre mis piernas y meto dos trozo más. Cuando mi padre sale del baño y me mira, tengo el tenedor en mi boca, como si comiera. Me sonríe y yo lo miro.

 Cuando se vuelve a ir, guardo un trozo de queso. Entonces viene lo que yo deseaba. Mis padres me dicen que se van a ir, mi padre me besa la frente y mi madre me da dos besos, uno en cada mejilla.

- Acábatelo todo- dije mi madre.
- Claro- digo sonriendo e hincando el tenedor en la ensalada de pasta que me he echado.

Ellos se van hacia la puerta, la abren, ellos se van y la cierran. Estoy sola con mis monstruos. Una pareja un poco peculiar. He tenido que comer dos trozos de filete y un poco de ensalada para que se crean mi teatro. Cuando me levanto, voy corriendo a por una bolsa, tiro toda la comida de mi plato, incluida la servilleta con mi comida. Ahora la bajare. Mis manos se llenan de aceite cuando tiro el filete. Me entran ganas de llorar. Voy hacia el cuarto de baño para lavarme las manos antes de que esto vaya a peor. Pero mi cabeza se gira, veo el retrete. Mis rodillas se flexionan solas. Los dedos van solos a mi garganta. La comida empieza a salir sola.

Cuando acabo me hago pequeña, empiezo a llorar y me cojo las rodillas, reprimo dos gritos que me hacen daño en la garganta. Me tumbo en el suelo del baño, lloro porque eso es lo único que sé hacer, llorar, soy una llorica. Me levanto, con el poco coraje que me queda. Voy hasta mi cuarto y empiezo a rebuscar en los cajones y la encuentro, brilla de lo limpia que está. Me levanto la camiseta, mis costillas no se notan. Son feas, yo soy fea. Una, dos, tres, cuatro veces pasa la cuchilla por mis costillas. Presiono los cortes cuando empieza a salir sangre. Al parecer, mis padres solo creen que me puedo cortar en los brazos, ingenuos.
Voy al cuarto de baño, limpio la cuchilla y mis dedos, el agua se tiñe de rojo. Presiono mis cortes de nuevo y escocen bajo el tacto del agua.

- Soy- toco un corte-. Una- toco otro-. Jodida- toco otro-. Estúpida- toco el último corte.

Me miro al espejo y me sale una risa que hace que me asuste de mi misma. Vuelvo a mi cuarto, escondo la cuchilla y cojo el móvil. Me conecto en twitter mientras me subo a mi cama.

“Soy un monstruo. Que alguien venga a matarme.”

Pongo la canción Mumford & Sons de Hopeless Wanderer en mi ipod. Vuelvo a ponerme en twitter.

“¿Dónde está el interruptor para apagar los monstruos?”

No voy a mis menciones. Estoy cansada de falsos “No estás sola, estoy aquí cuando me necesites.” Porque nadie está y hace que te hagas falsas ilusiones.

“Pero yo estaba segura de que podríamos ver un nuevo comienzo…”

Esa es una frase de la canción. Yo ya no estoy segura de que pueda ver un nuevo comienzo. Me giro en la cama, dejando que la música me relaje poco a poco. Las lágrimas bajan y bajan.

Justin

Grace, joder, conéctate a Facebook. Le envío mensajes a twitter, menciones, pero nada, no me responde. Por favor, Grace.  ¿Qué habrá pasado? Ayer no hablamos porque y hoy tenía un examen difícil, fallé en mi papel de ayudarla. Por favor, Grace… Lleva media hora sin poner nada en twitter, no se ha conectado en Facebook y me temo lo peor. Ojala supiera su número para llamarla.

- Por favor, Grace- susurro,  tapándome la cara, no quiero llorar.

Estoy sentado en la cama, con el móvil abierto en su perfil de twitter y con el ordenador encendido en el Facebook que me cree para ella.

- Dios, si me estas escuchando, haz que se conecte a Facebook y te prometo que jamás la volveré a dejar sola.

Cierro los ojos, una lágrima baja por mi mejilla. Es por mi culpa. Miro de nuevo su perfil en twitter, nada nuevo. Miro el chat de Facebook… y ahí está. Mi corazón empieza a relajarse y ya puedo volver a respirar. Me limpio las lágrimas y pestañeo hasta que ya no tengo al visión borrosa. Le hablo.

“¿Estas bien?”
“…”

No me gustan los puntos suspensivos.

“Por favor, respóndeme Grace. Perdóname, no quise…”

No sé cómo terminar la frase.

“Tú no tienes la culpa de nada, yo ya vengo mal de fábrica.”
“No digas esos. Ayer no hablamos y tú necesitabas hablar. Falle.”
“Para eso está a música, para cuando las personas te fallan…”

Creo poder escuchar como mi corazón se rompe.

“¿Estas escuchando música ahora?”
“Sí.”
“¿Me dejarías que yo sea tú música? ¿Me dejas intentar hacerte sentir mejor?”
“Te aviso que la música no me está ayudando mucho.”
“Pues con más razón. Yo seré mejor.”

Pone que está escribiendo, pero borra y no dice nada.

“Grace.”
“¿Si?” me responde.
“¿Te has cortado?”

No quiero ser tan directo, pero con ella no se puede andar con rodeos.

“¿Tú que crees?”
“¿Te los has limpiado?” le pregunto.
“No, si se infectan mejor.”

Unos segundos en silencio.

“¿Sabes una cosa?” le digo.
“¿El qué?”
“Si yo estuviera allí, te besaría los cortes.”

Hablar con Grace me relaja y espero producir lo mismo en ella.

Grace

Lo leo una y otra vez. “Te besaría los cortes” Mis vellos se ponen de punta y sonrío… ¿Sonrío? Si, lo hago y no es de mentira.

“Gracias.” Le digo.
“¿Por qué?”
“Por nada, simplemente no seas maleducado y aceptalas.”
“Las acepto.” Me dice.
“Muy bien hecho.”

Segundos de silencio. Mis manos han dejado de temblar y mi mente ya empieza a ver el sol.

“Grace” me dice.

Me gustaría oír mi nombre salido de su boca.

“¿Si?” le respondo.
“¿Estas mejor?”
“Si” digo mientras sonrío.
“¿Estas escuchando música?”

Entonces en ese momento me doy cuenta de que la música se había parado y no me había dado cuenta.

“No.” Digo mientras empiezo a reír y ya no me asusto de esta risa.
“Eso es un alago para mí.”

Me meto en su perfil. Ha subido una nueva foto, en ella está sonriendo y en su mano izquierda tiene el pulgar levantado, como si dijera que todo está bien.

“Justin” le digo.
“¿Si?”
“¿Siempre estas sonriendo?”

Y me gustaría escribir: “porque yo ahora no dejo de hacerlo y no sé si es malo.” pero no lo pongo.

“Si” Me responde.
“¿Y son sonrisas de verdad?
“Algunas si, por ejemplo, ahora estoy sonriendo y te prometo que es de verdad.”
“Yo también.”

Me pongo roja, porque creo que esto es lo más cerca que he estado de coquetear con un chico. Entonces, busco la cámara por mi casa y cojo la tarjeta de memoria. La meto en mi ordenador, busco una foto mía. Mi madre me hizo foto antes de ir a la fiesta y en ella salgo sonriendo, busco la sonrisa más verdadera. Salgo… bien, creo.

Me meto en mi Facebook y busco como se sube una foto, lo encuentro y subo la foto, me etiqueto y la pongo de perfil. La chica de la foto, sonríe mirando a la cámara, con un maquillaje y un peinado perfecto. A los cinco segundos, Justin le da a que le gusta. Cinco segundos más tarde me habla en el chat.

“Grace.”

Me encanta que diga mi nombre.

“¿Si? Justin.”
“Eres hermosa.”

Entonces me entran ganas de tatuarme esas dos palabras y de que él sea la persona que me haga el tatuaje.

“Y no admito un no como respuesta. Enserio, eres la persona más hermosa que he visto. Oh, Dios, Grace…”
“¿Qué pasa?”
“Me tengo que ir.”
“No me digas que te vas a correr por ver una foto mía” digo mientras me rio.
“No, me tengo que ir porque tengo que buscar tu casa y darte mil besos.”

Mis mejillas se sonrojan.

“No se apresures caballero, que ya habrá tiempo.”
“No. Ahora temo que algún chico te conquiste y me abandones.”
“No creo que ocurra.”
“Yo si lo creo, ahora viviré con miedo y no podré dormir.”

Echo mi cabeza hacia atrás hasta chocarme con la pared y sonrío.

“Pues tranquilo, que yo estaré aquí contigo.” le digo.
“Ese es mi trabajo, no el tuyo”
“Bueno… los diarios también sufren. ¿No?”
“Si” me dice y a los segundo me vuelve a enviar otro.
“Grace, eres hermosa.”

Y nos tiramos la tarde hablando. Yo logro hacer mis deberes mientras hablo con él. Me cuenta como le fue el examen, porque los diarios también hacen exámenes. Aunque ahora me pregunto cómo besarán los diarios…

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HVRWHJVJTVHRVTHJVWHJHTWRV Que alguien me mande un chico así a mi casa, por favor, venga, por mi cumpleaños que es el día 19 de este mes, venga. Muchas gracias por vuestros comentarios adorables y por seguir leyendo aunque tardes siglos en escribir pero es que con los exámenes tengo menos tiempo que yo que sé. Sois hermosas, porque si, porque lo digo yo y como dice Justin, no admito un no como respuesta(?) Me hizo mucha ilusión que dos personas me dijerais que echabais de menos mis comentarios al final del capítulo, yo dejé de hacerlo porque no ser pesada. Porque por mi, iría a casa de todas mis lectoras a daros las gracias en persona, porque si vosotras nada de esto sería posible. Love ya.

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10 comentarios:

  1. La amo, enserio. Muchísimas gracias por escribirla.

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  2. Puf, no se mi que decir...
    El principio ha sido como lloro, lloro, lloro... Y el final dkkdjskdbjdhfjksndbdbskksksjdbsbbd me da algo!
    Gracias por escribir esta novela tan perfecta.
    Te quiero <3333
    -Y

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  3. asdfghjkl la amo, es la mejor novela que se puede leer.

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  4. me encanta sigue pronto

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  5. HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA :))))))))))))))))) Se presenta aquí tu acosadora de novela lol

    "Grace."
    "¿Sí? Justin."
    "Eres hermosa."

    ¿EN SERIO? ¿EN SERIO? Yo como tonta, mientras Grace y Justin hablaban y sonreían, yo nonreía igual. Soy idiota, I know. Me ha gustado mucho este capitulo Really. Se va notando que a ella le está empezando a gustar él y hay mucho Love love love <3 JAJAJAJA AI lo siento, esque es domingo, tuh sabe' mañana hay clase y yo me quiero pegar un tiro. Por lo menos esto me alegró la noche del domingo :)))))) Y no te preocupes por subir tarde, los exámenes son una mierda xD mientras subas está bien.
    LO QUE ME GUSTARÍA ES QUE QUEDARÁN YA JOPE CONCHA TU MAE' HAZ QUE QUEDEN YA PLZ Okno. es muuuuuy pronto, pero quiero saber que pasa entre ellos dos ya.

    Un besito ! <33 @fanii_JB (tu acosadora e.e)

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  6. Nunca me había pasado esto, pero... mientras leía este capítulo me emocionaba tanto que gritaba. Así, literal, estaba gritando de la emoción. Es una de las mejores historias, primero porque me siento muy identificada con Grace, y segundo, porque nunca había leído una novela con este trama, es original y me encanta.
    Muchas gracias por escribir esta novela. Siento que de una forma u otra, vas a ayudarme.

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  7. Y sí que extrañaba tus comentarios al final de cada capítulo :) Me encanta que en cada capítulo pongas títulos de canciones, siempre las descargo y todas son hermosas.

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  8. Te dije que la nove me iba a gustar... al igual que las demas.. es que.. Dios mio siempre te he admirado por como escribes es una cosas tan magica.. no hay otra palabra que pueda describirte a ti y tus novelas mas que PERFECTA.. Gracias por escribir.. se valora el hecho de que compartas tu imaginacion y tu don con los demas ;)

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  9. Amo tu novela me encanta hay partes en las que lloro de emocion o si no de tristeza en la novela
    Y no la dejes a la novele es hermosa
    Pd que andea bien

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Gracias.

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